Esta tarta es una fantástica manera de “colarles” a los más peques de la casa cualquier verdura de temporada; en tarta y con una buena capa de queso gratinado, ¡no se podrán resistir!

Ingredientes

  • 1 fondo de tarta brisa (masa quebrada, pizza, hojaldre)
  • 1 cebolla
  • 1 calabacín
  • 1 diente de ajo
  • Beicon ahumado en dados
  • Queso roquefort
  • 1 vaso pequeño de nata líquida
  • Queso rallado

Esta socorrida tarta está a camino entre una quiche y una pizza, pero no lleva huevos y sí nata líquida. Como fondo de tarta podremos utilizar la masa que más nos guste: pasta quebrada, brisa,  masa de pizza, o de hojaldre.

Preparación de la tarta de calabacín, beicon y cebolla

  1. Forramos un molde (mejor si es de fondo desmontable) con la pasta brisa. He dejado el papel sulfurizado que trae para que no se pegue la pasta al molde. Retiramos la masa sobrante (es muy fácil si marcamos el borde con un rodillo), y pinchamos la base con un tenedor para que la masa no suba. Horneamos (con el horno previamente caliente) a 180ºC, durante 12-15 minutos. Reservamos.
  2. Salteamos el ajo picado, la cebolla cortada en rodajas y el beicon en dados. Dejamos que se cocine suavemente hasta que la verdura esté bien pochada.
  3. Mientras tanto, en sartén aparte, salteamos los calabacines cortados en rodajas. Yo les he dejado la piel porque la tarta queda con mayor colorido; para ello habrá que limpiar muy bien la piel.
  4. Minutos antes de retirar el salteado de cebolla y beicon, incorporamos el calabacín. Dejamos que se temple el salteado final.
  5. Rellenamos el interior del fondo de la tarta con el encebollado de beicon y calabacín.
  6. Rociamos la superficie con un fino cordón de nata, añadimos unos dados de queso roquefort, y espolvoreamos el queso rallado.
  7. Horneamos a 200º durante unos 15 minutos, o hasta que la superficie se tueste ligeramente.

Resultado

Yo he utilizado pasta brisa y el borde ha quedado como una galleta crujiente, ¡riquísimo!.

Si estamos cuidando la línea y queremos “aligerar” esta receta, podemos sustituir la nata líquida por leche evaporada o queso batido 0%.

Este es un plato muy fácil y lucido, en el que podremos variar los ingredientes según los gustos, las verduras de temporada, o lo que tengamos en la nevera 😉

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