No os voy a engañar, esta semana y con motivo de la Semana Santa iba a enseñaros a hacer pestiños de miel, pero cuando metí las manos en la masa vi que no iban a llegar muy lejos así que, como buena cocinillas, tuve que recurrir a la nevera y rebuscar algo sencillo y que no me ocupase mucho tiempo. En la nevera tenía poca cosa y un paquete de empanadillas a punto de caducar, así que me puse manos a la obra.
Ingredientes
- 16 Obleas
- 2 Latas de atún al natural
- 2 Huevos
- 1/2 lata pequeña de tomate triturado
- Queso Roquefort
- Sal
- Pimienta
Preparación
Lo primero que tenéis que hacer es poner a cocer los dos huevos en un litro de agua. Estarán listos en unos 15 minutos. Cuando estén cocidos picarlos bien (cuidado porque queman) y mezclarlos con el atún bien escurrido y el tomate, sal y una pizca de pimienta negra. Yo en este caso le he echado a la mezcla un poco de queso Roquefort, porque en casa no a todos les gusta la cebolla y el pimiento, que es como se hacen normalmente.
Cuando la mezcla esté lista coger una cucharilla pequeña y rellenar las empanadillas. Por si algún despistado no sabe cómo hacerlas, lo único que tenéis que hacer es colocar el relleno y doblarlas por la mitad para que se queden con forma de media luna.
Las empanadillas suelen freírse en abundante aceite, pero esta vez las colocaremos en una bandeja de horno y las “pintaremos” con huevo. Las dejaremos unos 20 minutos a 180º.
Resultado
Para mí, las empanadillas, sean de lo que sean, siempre están buenas y estas, aunque con cuatro ingredientes sencillos, no se quedan atrás. Además de ser un buen acompañamiento, se comen como pipas y son de lo más ligeras y sanas.
Tiempo: 25 min
Dificultad: 1/5
Digestión: 2/5
Precio: 3€