- Total: 20 min
- Comensales: 4
Esta receta es una de esas que se suelen hacer a ojo y por intuición. ¿Cuándo se le ocurre a alguien mezclar mantequilla de anchoas con pechugas de pollo? Pues porque aparecen en su nevera. La mantequilla de anchoas es algo tremendamente fácil de hacer y maravillosamente suculento para tener siempre. Solamente untada en pan, rellenando un sándwich, terminando un plato de verduras o una pasta, la mantequilla de anchoas aporta muchísimo umami a cualquier receta.
Esta receta se consume tanto fría como caliente y hacer el pollo a la plancha es una alternativa sencilla y rápida por lo que se puede convertir en un plato de socorro para cuando el tiempo y las ganas apremien.
Los ingredientes de esta receta son fáciles de encontrar y se pueden dar algunos sustitutos si se desea. Las pechugas de pollo se podrían cambiar por pavo o por contramuslos y muslos. También se podría hacer el pollo entero asado con estos mismos añadidos. La albahaca podría sustituirse por perejil y añadir también unas alcaparras como la clásica raya a la mantequilla negra y, para quien quiera, un poco de ajo y unos copos de chile podrían ser siempre bienvenidos. Sobra decir que esta receta es sin gluten, así que genial para los celíacos.
El pollo se cocina tapado, a fuego muy bajo para que la cocción sea lenta y así el pollo quede jugoso en su interior. También se podría hacer en el horno controlando aún más la temperatura. El vino, eso sí, se tiene que añadir con el fuego alto para que evapore la mayor cantidad de alcohol posible.
El paso final será añadir la mantequilla de anchoa a la sartén e ir regando la pechuga de pollo con la misma, para que vaya adoptando todo su sabor y su toque salado tan característico. El limón y la albahaca aportarán el frescor necesario al conjunto para que se quiera seguir comiendo continuamente más.
A los que les parezca rara la combinación, que echen un vistazo al guiso de pollo con almejas, al arroz de presa y mejillones, a los calamares con sobrasada o al ssäm de panceta y mejillones de StreetXO. Todos ellos mares y montañas que triunfan y conquistan.
Cómo hacer pechuga de pollo con mantequilla de anchoas
Ingredientes
Para la mantequilla de anchoas
- Anchoas, 8 u
- Mantequilla a punto pomada, 150 g
Para el resto de la receta
- Pechugas de pollo, 2 u
- Aceite de oliva, 1 cucharada
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
- Vino blanco, 50 ml
- Caldo de pollo, 80 ml
- Zumo de limón, 4 cucharadas
- Albahaca, 6 hojas grandes
- Mantequilla de anchoas, 4 cucharadas grandes
Paso 1
Preparar la mantequilla de anchoas
Paso 2
Dorar el pollo
Paso 3
Cocinar el pollo en el vino y en el caldo
Paso 4
Terminar dorando el pollo con la mantequilla de anchoas, el limón y la albahaca
Paso 1
Para hacer la mantequilla de anchoas será crucial que la mantequilla esté a punto pomada, muy muy tierna. Para llegar a este punto no vale con intentar calentarla rápidamente porque se fundirá y perderá su textura. La única forma es dejarla fuera de la nevera, a temperatura ambiente, al menos tres horas. En un mortero majar las anchoas hasta hacer una pasta (también se pueden triturar) y añadir la mantequilla mezclando muy bien. Reservar la mantequilla de anchoas.
Paso 2
En una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto, dorar las pechugas de pollo por las dos caras. Añadir sal y pimienta negra. Cuando estén doradas incorporar el vino blanco y dejar que se evapore por completo.
Paso 3
Entonces, añadir también el caldo de pollo, bajar el fuego al mínimo y tapar dejando unos agujeros. Que se cocine a fuego suave durante 5 minutos, para que se vaya haciendo poco a poco y quede jugoso en su interior. Tras eso, el caldo deberá haberse evaporado casi por completo.
Paso 4
Volver a subir el fuego entonces y añadir la mantequilla. Cocinar el pollo en esa mantequilla, regando el pollo para dorarlo ligeramente por fuera durante un par de minutos. Por último, agregar el zumo de limón y también las hojas de albahaca cortadas.
Paso 5
Dejar reposar un par de minutos y, entonces, trinchar. Esta receta también es fabulosa para dejar hecha con antelación y trocear y servir en frío como un fiambre.