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El pato estilo Pekín es uno de los platos más míticos de los restaurantes Chinos. Quizás podríamos decir que es el plato más lujoso de los mismos y es que, si lo queremos hacer perfecto, tenemos que seguir unas pautas muy marcadas y, sobre todo, esperar tiempo para que la piel del pato se seque bien y así luego quede crujiente en el horno. El objetivo es ese y comprender que, en los restaurantes chinos, lo que sirven dentro de las tortitas es la piel loncheada y luego se hace un salteado con la carne y otros sirven incluso una sopa con los huesos.
Sopa que yo preparé después y queda absolutamente deliciosa, con los huesos del pato y agua, nada más. Lo importantísimo de esta receta es esperar a que la piel del pato esté bien seca y luego hornearlo muy bien para que quede muy dorado y crujiente. La carne no será lo más tierna del mundo, todo hay que decirlo, pero estará muy sabrosa con toda la marinada de la piel del pato.
Os recomiendo hacer las tortitas caseras, que quedan deliciosas, y picar el pepino y también la cebolleta además de acompañarlo todo con la mítica salsa Hoisin. Si queréis hacer un menú chino completo siempre podéis complementar el pato Pekín con una sopa china de huevo y tomate, un pollo Kung Pao, un Char siu de cerdo, una sopa agripicante de verduras, unos tallarines chinos salteados, un bacalao al vapor con soja o un arroz kubak. Las opciones son infinitas para una gastronomía tan maravillosa.
Cómo hacer pato Pekín (pato laqueado) en casa
Ingredientes
- Pato, 1 ud
- Salsa de soja, 4 cucharadas
- Vinagre negro chino, 3 cucharadas
- Miel, 3 cucharadas
- Cinco especias chinas, 1 pizca
- Pepino, 1 ud
- Salsa Hoisin, c/s
Para las tortillas
- Harina, 200 g
- Agua hirviendo, 160 ml
- Sal, 1 cucharadita
- Aceite, unas gotas
Paso 1
Marinar el pato
Paso 2
Escaldar el pato
Paso 3
Asar el pato
Paso 4
Preparar los pancakes
Paso 1
En un cacillo preparar la marinada del pato mezclando la salsa de soja, el vinagre chino, la miel y las cinco especias chinas. Calentar y dejar reducir durante unos 10 minutos a fuego bajo, para que se condense bien y se quede una especie de melaza. Dejar enfriar completamente.
Paso 2
Mientras tanto, asegurarnos de quitar todas las plumas del pato, para ello podemos darle con el soplete o, también, ir quitándolas con pinzas y con mucha paciencia. Intentar separar la piel de la carne lo máximo posible y con mucha delicadeza, con cuidado de que ésta no se rompa.
Paso 3
Poner el pato sobre una rejilla y, cuando la marinada esté fría, pintarlo por completo. Llevar a la nevera, sin tapar, y dejar que se seque bien con la marinada. Pintarlo cada 8 horas durante 1 día entero y luego dejar que se seque por completo al menos 12 horas. Tenemos que conseguir que la textura de la piel del pato sea un poco como la del papel de horno.
Paso 4
Tras ese tiempo, colocar la rejilla sobre el fregadero de la cocina y regar el pato con abundante agua hirviendo, tanto por un lado como por el otro. Y dejar escurrir ahí 10 minutos.
Paso 5
Precalentar el horno a 200 ºC y vaciar una lata alta de cualquier bebida, de las de aluminio, que nos servirá para mantener el pato erguido. Introducir esa lata en el interior del pato para conseguir que éste se pueda mantener sentado sobre la rejilla.
Paso 6
Introducir así en el horno, lo más abajo posible para que el pato quepa y hornear durante 30 minutos. Entonces, tumbar el pato para que queden las pechugas hacia arriba y dejar hornear 20 minutos más. Por último, bajar el horno a 170 ºC y hornear hasta que esté perfectamente tostado. Dejar reposar 10 minutos antes de cortar.
Paso 7
Mientras el pato se hornea podemos picar en juliana el pepino (también suele acompañarse de cebolleta cortada en juliana muy fina). También podemos hacer las tortitas para acompañar el pato. Para ello sólo habrá que calentar el agua hasta que rompa a hervir y verterla sobre la harina con la sal. Mezclar todo muy bien y dejar reposar 10 minutos. Tras esto, formar bolitas, pasar por harina y, con la ayuda de un rodillo, estirar muy bien hasta formar las tortitas. Calentar una sartén con una gota de aceite, a fuego suave, y cocinar las tortitas vuelta y vuelta, sin llegar a que se doren.