Marinar queso es una tarea verdaderamente sencilla y con la que se consiguen resultados tremendamente maravillosos con muy poco esfuerzo. Esta es sólo una opción para marinar, pero aquí las posibilidades son los gustos de cada uno ya que el perejil se puede sustituir fácilmente por cualquier otra hierba aromática, podríamos agregar también cualquier otro extra para dar el sabor que queramos como mostaza, salsa de soja, pimienta o incluso aceite de sésamo o algo de vinagre del tipo que más nos guste.

Marinar así estos quesos nos aporta mucho sabor, nos da un toque muy especial y no hará falta hacer nada más que escurrirlos ligeramente y disponerlos después sobre una tosta de pan o cualquier tipo de crackers. Incluso se podría poner sobre un poco de pan crujiente aireado (airbags) o se podrían hacer unos enrollados a partir de pan plano estilo roti o pan plano de yogur y perejil hecho en la sartén.

Si quisiéramos el queso marinado para el desayuno nos vale una hogaza de pan rebanada y tostada, tanto de trigo como de centeno o de espelta y si quisiéramos homenajear a Inglaterra se podría poner encima de los míticos crumpets también. Por supuesto, este queso marinado le dará un punto genial a cualquier ensalada o también a un plato de verduras como podrían ser unas judías verdes con huevo frito y queso marinado, unas espinacas salteadas con queso marinado o un plato de legumbres con el agregado final del queso.

Para los que se puedan plantear cuánto afecta la marinada a la textura del queso, la respuesta es contundente: nada. El queso queda intacto y se conserva muy bien en la nevera hasta 5 días. Es importante además hacer la marinada con 24 horas de antelación para asegurarnos de que el queso ha absorbido el sabor de las hierbas, de la ralladura de lima y del ajo. Sobra decir que cuanto mejor sea el aceite de oliva virgen extra que se utiliza mejor será el resultado. 

Para los que les guste regalar cosas personalizadas esta sería una gran opción. Se compra un bote de cristal bonito, se dispone el queso marinado y se regala con una etiqueta bonita y unos lazos. ¿Qué mejor que regalar nuestro tiempo y cariño? El queso a utilizar es al gusto de cada uno, los de cabra quedan también de maravilla e incluso se podría hacer con un queso más curado igual que hay queso manchego en aceite con diferentes condimentos.

Queso marinado con hierbas

Paso 1

Picar el perejil de forma gruesa, no hace falta que quede muy perfecto ni tampoco muy fino. Pelar el diente de ajo y dejarlo tal cual para que no sea demasiado invasivo. Si queremos que sepa mucho a ajo sólo habrá que picar el diente finamente y añadirlo al bote.

Paso 2

Hacer una capa en la base del bote con un poco de aceite de oliva virgen extra y sal y disponer ahí un poco de tomillo y orégano.

Paso 3

Escurrir muy bien tanto el queso feta como el queso mozzarella en bolitas, quitando toda el agua con la que pudiesen venir. Si el queso feta no lo tenemos cortado será el momento de cortarlo en cuadraditos que sean fáciles de comer.

Paso 4

Ir haciendo capas con el perejil picado, los quesos, el polvo de chile o los copos de chile, la ralladura de lima, la sal y las hierbas secas. A mitad incorporar también el diente de ajo pelado.

Paso 5

Cubrir completamente con aceite de oliva virgen extra una vez que se haya puesto todo el queso. Cerrar e introducir en la nevera durante 24 horas para que se marine bien.

Paso 6

A la hora de servir, escurrir ligeramente el queso del aceite y disponerlo donde cada uno quiera. Queda fenomenal encima de unos crackers de pan crujientes para servir como aperitivo.