Karlos Arguiñano es un conocido y televisivo cocinero que a lo largo de más de tres décadas ha compartido infinidad de recetas para todos los gustos. Gracias a sus consejos es posible conseguir el mejor resultado en las elaboraciones preparadas, y sus trucos para mejorar platos tradicionales siempre han gustado mucho a sus seguidores.
Uno de ellos es su truco para que las lentejas no queden "ni aguadas ni secas", una recomendación que realizó mientras preparaba una receta de lentejas con plátano frito, una opción muy a tener en cuenta, puesto que es capaz de conquistar a los paladares más exigentes.
Antes de explicar el cocinado de esta receta, el chef vasco desveló el que es uno de los trucos que se pueden poner en práctica para mejorar cualquier plato de lentejas, indicando la medida exacta de agua que se necesita para que salgan perfectas. En este sentido, quiso recalcar que estas legumbres "absorben mucho líquido", lo que implica que hay que poner una gran cantidad de agua.
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Según Arguiñano, si se utiliza una olla exprés para el cocinado, se deben usar tres partes de agua por una de lentejas, mientras que, si se prepara en una cazuela normal, al evaporarse más, es necesario cinco partes de agua por una de lentejas. De esta manera, el cocinero vasco ha dejado claro que la cantidad de agua necesaria dependerá del recipiente que se utilice para cocinar las legumbres, además de indicar que nunca hay que quedarse cortos de agua, ya que en ese caso aumentarán las posibilidades de que se estropeen las lentejas.
¿Qué hacer si hay un exceso de agua?
Por otro lado, el propio Karlos Arguiñano ha explicado otro truco muy útil a la hora de preparar unas buenas lentejas, y en este caso tiene que ver con el hecho de equivocarse con la cantidad de agua. En el caso de que se haya echado demasiada cantidad, las lentejas se quedarán muy líquidas y perderán esa textura cremosa que las caracteriza, y en este caso lo que se debe hacer es coger una porción de lentejas con verdura (un cazo, aprox.), para luego triturarlas y añadir el puré al guiso, removiendo en la cazuela hasta que se integren bien los ingredientes.
¿Es necesario remojar las lentejas?
En lo que respecta al remojo de las lentejas, hay que tener claro que no hay una regla escrita al respecto, ya que dependerá del tiempo que cada uno quiera dedicar en la cocina. Si se desea acortar la cocción y conseguir un sabor más intenso, se pueden dejar en remojo la noche anterior a cocinarlas, aunque hay que tratarlas luego con cuidado para que no pierdan la piel ni se rompan.
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Si, por el contrario, prefieres no ponerlas en remojo, sí que debes lavarlas para eliminar impurezas antes de introducirlas en la olla.
Otros consejos para cocinar lentejas
Además de utilizar una cantidad adecuada de agua para la preparación de las lentejas, es aconsejable tener en cuenta otras recomendaciones y consejos que pueden ser de gran ayuda para obtener el mejor resultado final. Entre ellos debemos destacar:
- Cuece las lentejas a fuego lento: si quieres disfrutar del sabor de un plato tradicional, es necesario que dejes las prisas lejos de la cocina. Siempre que el tiempo así te lo permita, es aconsejable que uses un fuego suave para cocer las lentejas, de manera que, por ejemplo, si posees una placa con nueve niveles, uses el cuarto. Con las lentejas a este nivel de fuego, en apenas 50 minutos podrás disfrutar de unas exquisitas lentejas cocinadas en una olla tradicional.
- No remuevas las lentejas cuando hiervan: si se siguen los pasos ya mencionados en cuanto a proporciones y tiempos en la preparación de estas legumbres, tan solo habrá que removerlas una vez puestas en el agua, ya que luego no hará falta hacerlo porque habrá agua suficiente y no se pegarán al recipiente en el que se preparen. De hecho, moverlas cuando ya se están cocinando podrían arruinar a tus lentejas, que podrían romperse y perder la piel. Si no puedes evitarlo, puedes coger el recipiente por sus asas y moverlo con suavidad para darles un pequeño "meneo".
- El sofrito es clave: como sucede en el resto de platos de cuchara, el sofrito con el que se preparen será clave, puesto que son la base de su sabor. Para el sofrito de las lentejas se deben usar verduras frescas como la cebolla, el tomate, la patata o el puerro, aunque si lo prefieres podrás agregar tocino, chorizo o morcilla. En cualquier caso, es aconsejable cocinarlos a fuego lento y con una hojita de laurel para aromatizar el guiso.
- Una textura a tu gusto: al igual que sucede con otras muchas elaboraciones, en el caso de las legumbres hay dos opciones, aquellos que prefieren que sean caldosas y quienes optan por legumbres más cremosas. Si eres de estos últimos, un truco sencillo para conseguirlo es cortar las verduras en trozos grandes, hervirlas un poco y usar una batidora para batirlas con un poco del agua de la cocción. De esta manera podrás conseguir una crema para luego agregarla a la olla de las lentejas y así conseguir una textura más espesa.
- Elige un buen acompañamiento: las lentejas son un alimento muy versátil y también agradecido, por lo que puedes darles tu toque personal experimentando en la cocina. Podrás agregar distintos ingredientes para explorar nuevos sabores, siendo algunas opciones las de añadir especias como el curry, la nuez moscada o el comino, o darle un toque picante con pimentón. De igual forma, se puede acompañar con prácticamente cualquier verdura, siendo las guindillas idóneas por sus aportes nutricionales y por el sabor especial que aporta a las lentejas.