Cortar la cebolla junto a un cazo con agua hirviendo, frotar la tabla con vinagre, masticar chicle de menta o morder una rebanada de pan mientras la cortas, cortarla bajo la campana extractora funcionando a tope o junto a una vela encendida son algunos de los trucos que no van a evitar que se te irriten los ojos y te acaben brotando lágrimas.
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Pero hay otros trucos que sí funcionan para que puedas utilizar este ingrediente en tus recetas sin tener que sufrir. Te los contamos.
Enfriar la cebolla
El frío inhibe la liberación de los compuestos sulfurados que causan esa irritación ocular tan molesta. Seguramente ya te habías dado cuenta de que cuando usas un trozo de cebolla y el resto lo guardas en la nevera, cuando después utilizas la que has guardado (y está fría) puedes cortarla sin problema.
Cortar la cebolla cuando está fría es uno de los métodos más eficaces y también es de los más sencillos de aplicar, simplemente hay que meter la cebolla en el congelador unos 15-20 minutos antes de cortarla. No más tiempo, porque si se congela, entonces no podremos cortarla con facilidad.
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Otra manera de enfriarla sería pelar la cebolla, cortarla por la mitad y dejarla al menos una hora en la nevera.
No cortar alrededor de la raíz
Es el método que recomienda el chef Gordon Ramsay en este vídeo y es la forma de cortar las cebollas que vemos casi siempre a los cocineros profesionales. Consiste en no cortar la raíz ni la parte de la cebolla inmediatamente próxima a ella, pues es donde más compuestos irritantes se concentran.
Cortar la cebolla junto a un pequeño ventilador
El aire del ventilador favorecerá la dispersión de las sustancias que nos hacen llorar alejándolas de nuestros ojos, siempre y cuando nos situemos adecuadamente para que el aire no se dirija hacia nuestra cara.
Utilizar un cuchillo bien afilado
En realidad, cualquier tarea de corte en la cocina resulta más grata si se usa un cuchillo afilado, pero en el caso de las cebollas es casi indispensable que el cuchillo esté en buenas condiciones que permitan hacer cortes limpios.
Un cuchillo sin filo en vez de cortar irá aplastando las células de la cebolla a su paso y hará que se liberen más cantidad de sustancias causantes de la irritación.
Usar gafas
Este es el método que utilizaba la famosa cocinera Julia Child. Se comercializan gafas para tal fin, pero cualquier par de gafas de piscina nos servirán para protegernos de los efluvios de esta hortaliza.