Las patatas son un alimento que no puede faltar en ningún hogar, ya que se trata de un ingrediente estrella de la cocina que se utiliza en una infinidad de recetas. Además de ser económicas, son muy versátiles y fáciles de preparar, razón por la que siempre conviene tenerlas en nuestro hogar.
Sin embargo, es probable que en alguna ocasión te haya sucedido de ir a coger una patata y que te hayas encontrado que no es apta para su consumo. Por este motivo, y dado que es habitual comprarlas en grandes cantidades, es necesario saber cómo conservarlas y que duren más sin germinar ni ponerse verdes, algo que se puede conseguir aplicando un truco natural muy sencillo.
Para empezar, nunca se deben guardar junto a las cebollas, algo que es muy común en muchos hogares y que afecta a la durabilidad de las patatas, ya que acelera su germinación. Al mismo tiempo, hay otras hortalizas y frutas que se pueden utilizar precisamente para lo contrario y que ayudan a la conservación de las mismas. Esto se debe gracias al etileno, un gas que desprenden durante su maduración distintas frutas como melones, melocotones, manzanas, peras o plátanos.
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El etileno presente en estas frutas, si se mantiene cerca de las patatas, ralentiza la germinación. Sin embargo, hay que tener cuidado porque no funciona igual con todas las frutas, ya que hay algunas con las que el etileno acelera la maduración, como sucede con los cítricos, la coliflor o el brócoli. En cualquier caso, la solución es muy sencilla.
Tipos de patatas
Las patatas se pueden clasificar en función del momento en el que se recojan o por su origen. Según su momento de recolección se pueden distinguir entre:
- Patatas tempranas: son recogidas antes de su maduración completa, entre los meses de marzo y junio. Son pequeñas y lisas con una carne compacta de sabor ligeramente dulce y suave. Su tiempo de conservación es más reducido por tener un alto contenido de agua.
- Patatas de estación: se recolectan en el punto justo de maduración, entre junio y finales del verano. Son muy versátiles en la cocina y son más grandes y secas que las anteriores.
- Patatas tardías o viejas: recogidas en octubre, después de haber pasado su punto óptimo de maduración, tienen un sabor más intenso y son las que menos cantidad de agua tienen, lo que hace que tengan una concentración de almidón mayor que en las otras clases de patatas.
En lo que respecta a sus variedades, las más comunes son las Kennebec, Agria, Monalisa, Red Pontiac, Spunta y Vitelotte, contando cada una de ellas con sus propias características, lo que las hace más o menos indicada para cada tipo de cocinado, aportando distintas texturas y sabores en el paladar.
Cómo guardar y almacenar las patatas en casa
Para conservar adecuadamente las patatas en casa conviene conocer una serie de consejos y recomendaciones, de manera que puedas alargar su vida útil al mismo tiempo que se evita que germinen y que puedan pudrirse antes de tiempo.
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Además de tener presente que no debes conservarlas junto a cebollas y sí con algunas de las frutas mencionadas como plátanos, peras, melones, manzanas y melocotones, sigue estos consejos:
- Las patatas necesitan respirar: cuando regreses de hacer la compra de las patatas, ten muy en cuenta que las patatas necesitan encontrarse en un envase en el que puedan dejar pasar el aire, ya que debe protegerse de los ambientes húmedos. Los expertos recomiendan no conservarlas en envases de plástico, sino que es preferible usar bolsas de tela o cajas de madera, usando un fondo acolchado con papel de periódico o paja seca.
- Evita la luz: por otro lado, es necesario guardar las patatas en un lugar oscuro, ya que dado el caso de que reciban demasiada luz, hará que estas germinen, se encojan y pierdan turgencia. Además, también favorece que aparezcan la clorofila y los glicoalcaloides, que al interactuar entre ellas hacen que la patata adquiera un sabor amargo y de color verdoso, llegando a ser tóxica para el consumo de los seres humanos.
- Ambiente fresco: otro aspecto a considerar a la hora de almacenar las patatas es mantenerlas en un ambiente fresco, de entre 7º y 11º. Es necesario mantener bajo control la temperatura porque estos tubérculos pierden agua, se oxidan y les salen brotes si no se guardan en un lugar indicado para ello. En todo caso, es necesario evitar la nevera, ya que esta provocará que la patata se oscurezca y se vuelva más dulce a causa de la pérdida de almidón.
- Evita la humedad: si las patatas se almacenan en un lugar frío o húmedo, su carne se ablanda, lo que hará que se tiendan a pudrirse y adquieran un sabor dulce desagradable. Por lo tanto, trata siempre de conservarlas en un sitio seco.
Por otro lado, debes tener en cuenta que es posible conservar las patatas cocidas, aunque en su caso habrá que guardarlas en el frigorífico durante 3-4 días. Para ello podrás utilizar un tupper hermético o un plato cubierto con un paño o un trozo de papel absorbente de cocina.
Por su parte, las patatas peladas que te hayan sobrado se deben introducir en un recipiente con agua fría, para rociar un pozo de zumo de limón. Además, se pueden tapar con un poco de papel film para luego introducirla en la nevera.