Las patatas fritas son un gran manjar que nos acompaña en una gran cantidad de elaboraciones de nuestro día a día, ya que son la guarnición ideal para carnes, pescados, etcétera. Aunque son deliciosas, hay pocas personas que puedan llegar a conseguir un resultado perfecto sin hacer un gran uso de aceite y sin que queden tan crujientes como se desearía.
Afortunadamente, existe un truco casero de agua con vinagre para conseguir unas patatas fritas crujientes, el cual es utilizado con asiduidad por parte de los expertos en el mundo de la cocina.
La finalidad de este truco pasa por tratar de alcanzar un equilibrio entre el contenido de almidón, pectina y azúcares que están presentes en este tubérculo tan habitual de nuestra gastronomía. Para conseguir el mejor resultado al preparar patatas fritas es necesario remojar estas con un ácido como el vinagre y hacer que el alimento pase por una doble cocción para conseguir que lleguen a freírse de la manera más apropiada.
Cómo hacer el truco de agua con vinagre para unas patatas fritas crujientes
Para poner en práctica este truco tan útil, se debe comenzar por pelar y cortar las patatas en tiras gruesas, para seguidamente ponerlas a remojar en un recipiente durante unos nueve minutos. En este bol tendrás que haber preparado una mezcla de un litro de agua, una cucharada de sal y una cucharada de vinagre, gracias a la cual las patatas perderán su almidón.
Pasado este tiempo habrá que sacar las patatas del agua y secarlas bien usando un papel de cocina, para luego, en una sartén con aceite, hacer una primera cocción de dos minutos. Se debe retirar el aceite con papel absorbente y dejar que se enfríen muy bien durante al menos 30 minutos.
A continuación, se debe proceder con la segunda cocción de unos 8 minutos, para escurrir cuando estén listas y añadirles sal. Esto también se puede hacer en la freidora de aire. La primera cocción será a temperatura de 140 grados centígrados y la segunda a 180 grados centígrados.
¿Son perjudiciales las patatas fritas?
Es habitual que el consumo de patatas fritas se asocie a una mala alimentación, así como con desórdenes como el sobrepeso y la obesidad. Es muy complicado resistirse a este sabroso bocado, del que en los últimos años diferentes estudios han podido demostrar que es bastante adictivo. De hecho, un estudio dado a conocer por la Universidad de Michigan pudo asegurar que las patatas fritas, así como otras comidas altamente procesadas como la pizza y el chocolate, están entre los alimentos más adictivos.
Este hecho provoca que quienes se encuentran acostumbrados a esos alimentos no puedan abandonar de un día para otro estos hábitos. Centrándonos en las patatas fritas y su relación con el sobrepeso, hay que tener en cuenta que gran parte de su efecto perjudicial no viene dado por las patatas fritas ni su preparación, sino como consecuencia de su potencial adictivo, que hace que se consuman con tanta frecuencia que supongan un aumento de peso.
Este vendría dado, por tanto, tanto por las grasas de la fritura como por la sal con la que se consumen y el tamaño de las porciones ingeridas, así como la frecuencia. Esta adicción viene provocada en gran parte por su capacidad para estimular áreas cerebrales relacionadas con el placer, tal y como sucede con otros alimentos procesados.
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Consumir con frecuencia patatas fritas puede derivar en un problema grave de sobrepeso, al mismo tiempo que compromete tanto la salud física como mental en algunos aspectos. El hecho de consumirlas con gran frecuencia, pueden acabar derivando en problemas como la hipertensión o la diabetes.
El consumo de patatas fritas se puede llegar a convertir en una adicción, si bien es necesario destacar que no se desarrolla en todas las personas. Diferentes estudios que han sido llevados a cabo a lo largo de los últimos años han podido confirmar que el consumo frecuente de patatas fritas está asociado a un mayor riesgo de mortalidad.
La mejor forma de prevenir los problemas asociados al consumo excesivo de patatas fritas es evitarlas en la dieta, siendo aconsejable limitarlas en la alimentación de los niños, ya que en esa etapa se pueden llegar a convertir en un alimento muy perjudicial, además de crear cierta adicción y desencadenar tanto problemas en su salud en esa etapa de la vida como en el futuro.
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Es por este motivo por el que se recomienda enseñarles a comer frutas y alimentos naturales, además de que lo que se debería hacer es dar ejemplos como personas adultas. Además, en caso de duda, es conveniente acudir al nutricionista para resolver cualquier duda al respecto.
Por último, hay que tener en cuenta que no solo puede ser perjudicial para la salud el aumento de peso en el que puede derivar la ingesta regular de patatas fritas, sino que también puede derivar en problemas de diabetes. Los alimentos fritos en general no son los más recomendables para una dieta equilibrada, ya que, abusando de cualquiera de ellos, es muy probable que corramos algunos riesgos.
Entre estos se pueden encontrar más enfermedades coronarias, pues el corazón sufre con el exceso de este tipo de alimentos y, además, con la diabetes. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que con un consumo puntual no debería haber ningún tipo de problema por consumir patatas fritas.