Adiós al pan duro: el sencillo truco que arrasa en España para mantenerlo fresco por días
Este método no solo es fácil de implementar, sino que también es efectivo para conservar el pan deliciosamente tierno y fresco por más tiempo.
3 abril, 2024 06:00El pan es un alimento que podemos encontrar en la gran mayoría de hogares de España, siendo frecuente que cuando no se ha consumido en su totalidad durante un día, se decida guardar para el día siguiente. Sin embargo, hay muchas personas que también deciden tirarlo por considerar que ya no es apto para su consumo.
Lo que muchas de estas personas desconocen es que existen diferentes trucos que se pueden poner en práctica para evitar que el pan pierda su calidad y que se pueda conservar sin endurecerse, a pesar de que hayan pasado un tiempo considerable desde el momento en el que fue horneado.
Entre los remedios caseros más habituales hay uno que permite prescindir de las típicas bolsas para el pan, también llamadas paneras, y que consiste en saber el lugar de la cocina ideal para conservar este alimento. Estamos hablando de un cajón, es decir, un lugar en el que el pan pueda encontrarse protegido del calor y la humedad.
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La finalidad es el de utilizar aquel que se encuentre más lejos del exceso de calor y la humedad, por lo que es necesario usar un cajón que no esté cerca del horno o los fuegos. Al estar libre del calor y de la humedad, el pan se encontrará en mejor estado, evitando que prolifere el moho y evitando que se endurezca.
El truco para revivir el pan del día anterior
En ocasiones nos encontramos con la necesidad de utilizar el pan del día anterior, pero no sabemos cómo hacerlo para revivir ese pan rancio y duro. Afortunadamente, existe un truco para poder conseguirlo, si bien hay que tener en cuenta que, un pan de calidad, si se conserva bien, debería aguantar varios días sin estropearse demasiado, si bien es cierto que no todas las variedades cuentan con la misma durabilidad.
Un truco casero tradicional para poder recuperar ese pan es humedecer el pan duro, lo que lo hará volver a ser comestible. Para ello es suficiente con humedecer un paño de tela (sin que chorree), para luego envolver la pieza de pan con él y frotar ligeramente para que le sea transmitida esa humedad. El agua debe estar tibia y la tela no soltar hilos ni pelusillas, y que tampoco haya sido tratada con suavizantes o detergentes muy perfumados.
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El problema es que en este caso podrías encontrarte con que la corteza pasa a tener una textura un tanto chiclosa, además de que no se recuperará gran parte de su sabor, por lo que habrá que aplicar una fuente de calor.
Por este motivo hay una alternativa como es la de mojar el pan duro bajo el grifo para luego introducirlo en el horno durante 5 a 10 minutos a una temperatura de 175-180 °C. Esta es una opción muy a tener en cuenta, pero sobre todo para barras enteras y que estén muy duras, ya que en caso contrario será preferible humedecer el pan usando un spray pulverizador, de manera que se evitará que se pueda empapar la pieza y se podrán mojar rebanadas ya cortadas. Asimismo, si prefieres evitar el uso del horno, puedes usar el microondas para calentar las piezas de pan durante 20-30 segundos a una baja potencia.
Independientemente de la forma que se utilice para revivir ese pan, hay que tener en cuenta que es un método que solo funcionará una vez, y que debe ser puesto en práctica justo antes de consumirlo. Dado el caso de que se prefiera optar por un resultado crujiente, se podrá hacer antes de tostarlo o cocinarlo en un grill, una plancha o sandwichera.
Cómo congelar y descongelar el pan
Si tienes un pan de calidad del día y no lo vas a consumir ese mismo día ni el siguiente, lo mejor que puedes hacer es congelarlo para consumirlo en otro momento. En este sentido, conviene recalcar que solo se puede congelar el pan fresco, puesto que, si la barra tiene varios días, al pasar por el agresivo proceso de descongelación no conseguiría aguantar y acabaría despedazándose.
Por este motivo se recomienda cortarlo en rebanadas en vez de congelar la pieza entera. De esta forma, podrás descongelar todo lo que necesitas para un día o una comida, sin correr el riesgo de llegar a descongelarlo por completo y que se llegue a estropear. Sin embargo, si sabes que se va a acabar en su totalidad, podrás congelar la pieza entera.
Una vez que hayas cortado en rebanadas el pan, es aconsejable introducirlas en bolsas de plástico o, en su defecto, envolverlas con papel de aluminio para así conseguir que no entren en contacto con el resto de alimentos que se puedan tener en el congelador. Ten en cuenta que puedes guardar el pan congelado hasta un máximo de 3 meses, aunque lo ideal es que no supere las 4 semanas.
Para descongelarlo existen varias posibilidades:
- Horno: debes taparlo con un trapo y dejar que se descongele a temperatura ambiente para luego introducirlo en la rejilla del horno y rellenar la bandeja inferior con agua para que se genere humedad. Calienta a temperatura media y función de aire caliente durante 5 minutos.
- Microondas: cubre el pan con un paño de hilo para situarlo sobre una rejilla para microondas junto a un vaso de agua. Descongela a una potencia de 300 en dos intervalos de entre 10 y 15 segundos.
- Tostador: si has hecho rebanadas, podrás llevarlas directamente al tostador para que estén listas para su consumo.