De mayo a noviembre, Ibiza se convierte en un destino turístico de primer nivel mundial. La isla ofrece playas paradisíacas, discotecas con DJ reconocidos, hoteles para todos los gustos y una rica tradición gastronómica. Con el auge de la cocina española, su oferta culinaria se ha adaptado a viajeros exigentes. En este contexto, Madunia, un nuevo restaurante en Cap Negret, abrirá el 8 de junio para destacar los productos locales y ofrecer una experiencia única.
Situado en una pronunciada ladera, ofrece unas arrebatadoras vistas de una de las zonas más hermosas y tranquilas de la isla integrándose en el paisaje con un enfoque sostenible y respetuoso. Su nombre, Madunia, deriva de 'Mama Dunia' o Madre Naturaleza, y recalca una conexión profunda con la naturaleza tanto en el menú como en la apariencia de este establecimiento.
Al frente de las cocinas de Madunia, que sólo abre en horario de cenas, está Iván Arauz Beusink, un chef nicaragüense con amplia experiencia en restaurantes con estrella Michelin en los Países Bajos, como RIJKS en Ámsterdam, donde trabajó durante 9 años. En Madunia, Arauz Beusink combina sus raíces latinoamericanas con técnicas avanzadas de alta cocina para destacar los mejores productos de Ibiza, seleccionados cuidadosamente junto a su equipo.
La de Madunia es, fundamentalmente, una cocina de fuego (el Josper es un instrumento esencial del equipo) profundamente ligada a la isla, que se materializa en platos muy sabrosos, con un toque especial y un emplatado limpio, perfectos para compartir y disfrutar en familia o con amigos, como es tan habitual en el Mediterráneo.
Así, en el menú se materializan claramente los preceptos filosóficos de esta cocina de aires latinos y de producto. Entre los aperitivos, destacan las propuestas marineras, como las ostras, con una vinagreta de cava y limón; el cangrejo real, con pipián verde (guiso tradicional mexicano) y tostadas o el caviar con gofres ahumados.
Para los amantes de la carne, Madunia ofrece una infladita de ternera, una especie de arepa hinchada rellena de tartar con toques mexicanos. El menú, diseñado para compartir, incluye una variedad de entrantes fríos como la ensalada de lechuga asada con queso manchego y aguacate, un tomate excelente con burrata y aderezo de frambuesa, carpaccio de gamba roja de la isla con lima dedo y aceite de perejil, y atún rojo con pomelo, crema de cebollino y caviar. Entre los entrantes calientes se encuentran opciones apetitosas como la torta de patatas con huevas de pescado, mejillones con salsa de ajo fresco y tuétano con chimichurri y tostadas.
El capítulo de principales es breve, pero eficaz. Del mar, Arauz Beusink propone dos opciones: una lubina salvaje a la sal y un rodaballo entero con salsa de mantequilla ahumada. Para aquellos que prefieran carne, una rubia gallega côte de beuf o costillas de wagyu español acompañadas de una ensalada de romero. Si se prefiere un plato 100 % vegetal, el colinabo, cocido en ascuas, con ciruelas pasas y un aderezo de ruibarbo.
Para terminar Madunia ofrece cuatro postres únicos que transforman el final de la comida en una celebración. Destacan los churros con caramelo asado, la tarta de crema de cítricos con helado de miel, la cuajada de coco con chocolate y raspadito de pomelo, y la piña asada con nube de pimienta rosa.
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Cristina Flora, sumiller italiana con experiencia en su país y Australia, lidera la bodega de Madunia. Ha creado una carta de vinos equilibrada, con una mezcla de productores pequeños y grandes casas, destacando etiquetas españolas y vinos del Nuevo Mundo, Francia, Italia y Baleares.
Por su parte, la Head Bartender, Aneta Nowak, ha diseñado una carta de cócteles que complementa la cocina de Iván Arauz Beusink, utilizando ingredientes locales y destilados de alta gama. Entre los cócteles destacan Sango, Muthi, Morimi, Smoke Signals y Burning Tree, muchos de ellos con nombres de raíz africana.
Madunia, diseñado por el estudio holandés King Kongs, está integrado en las colinas de Cap Negret, a sólo 10 minutos caminando de la cala más cercana y ofreciendo vistas impresionantes y comedores íntimos a diferentes niveles en sus 2.000 m². El interior, de 300 m,² cuenta con una terraza en la azotea. La paleta de colores, de tonos ocres, está inspirada en las arenas de Namibia, junto a pinceladas que evocan el verdor de los bosques de Tulum (México), y que se integran a la perfección con el mediterráneo paisaje de este lugar único en el mundo.