Cinco planes en cinco bodegas del norte de España para celebrar el Día del Enoturismo

Este domingo se celebra el Día Mundial del Enoturismo, un tipo de turismo enfocado a las zonas de producción vinícolas, que combina cultura y gastronomía al mismo tiempo. En España podemos presumir de contar con diversos destinos perfectos para esta clase de viajes, como La Rioja, la zona de Ribera del Duero o Cambados (Pontevedra), que ha sido recientemente elegida como Ciudad Española del Vino por la Asociación Española de Ciudades del Vino. A continuación, os dejamos una selección de las cinco mejores experiencias enológicas para disfrutar esta jornada.

1. Bodega Izadi 

Inaugurada en 1987 por el hostelero Gonzalo Antón, esta bodega recibió hace poco el prestigioso premio 'Best Of' en la categoría de 'Prácticas de Enoturismo Sostenible' por sus "actividades enoturísticas, así como por su compromiso con su entorno y por poner en valor la autenticidad de su entorno, del patrimonio natural y cultural", tal y como señaló el jurado de los galardones. 

Izadi, que significa 'naturaleza' en euskera, está ubicada en el pueblo de Villabuena de Álava (Álava, País Vasco) y se encuentra formada por los viñedos familiares de Rioja Alavesa. Entre las experiencias vinícolas que ofrecen, destaca 'Villabuena sobre Ruedas', en la que se visitan viñedos como El Regalo, hasta donde se llega en bicicleta eléctrica para disfrutar de un picnic en una parcela plantada en el año 1936 y que se cultiva en ecológico, respetando, al máximo, su carácter único e irrepetible.

2. Bodega Solar de Samaniego

Obra de Guido Van Helten en la Bodega Solar de Samaniego.

Conocida con el nombre de 'La Catedral del Vino', es una excelente opción para disfrutar de unos días de vino, gastronomía, literatura y arte en Álava (País Vasco). En 2020 recibió el galardón a la Mejor Experiencia Enoturística de las Rutas del Vino de España y se ha consolidado como una de las principales atracciones turísticas de la zona, gracias en parte a la intervención artística del muralista australiano Guido van Helten, que convirtió en lienzos mastodónticos depósitos de hormigón en desuso, consiguiendo una obra homenaje a la cultura de la zona. En sus visitas guiadas ofrece cata de vinos y propuestas gastronómicas con menú degustación. 

3. Bodega Durón (de Solar de Samaniego)

A poco más de una hora de Madrid, en Roa (Burgos), sobre una loma rodeada de viñedos propios que permite disfrutar del paisaje histórico de Castilla. Dispone de visitas guiadas de 90 minutos que incluyen cata de vinos maridados con productos artesanos castellanos, como queso de oveja churra con mermelada casera de uva Tinta del País, pimientos de piquillo confitados al vino tinto, morcilla de Burgos y pan torta de aceite. Tras el recorrido por la bodega se acude al comedor-mirador, donde se degusta un menú compuesto por sopa castellana, lechazo al horno de adobe con su ensalada, postre y café. 

4. Bodega Otazu

Una de las actividades de Bodegas Otazu.

La Bodega Otazu (Navarra) ofrece la oportunidad de crear tu propio vino participando en una experiencia vitivinícola y enoturística inolvidable que permite a sus participantes ser protagonistas de uno de los procesos determinantes en la personalidad del vino: el ensamblaje. Otazu Private Cellar es una actividad con la que degustar y adquirir nociones sobre el mundo del vino varietal en la que los integrantes podrán elaborar una barrica de 225 litros de un ensamblaje único de vino tinto, con una etiqueta personalizada, que luego recibirán en forma de 300 botellas. 

5. Bodega Campo Viejo

La botella de vino de Misterpiro.

Con viñedos a lo largo y ancho de Rioja, así como un equipo experto y creativo a cargo de la elaboración de sus vinos, Campo Viejo (Logroño, La Rioja) crea expresiones contemporáneas de la uva Tempranillo, la variedad más icónica de la zona. Ahora acaba de lanzar una edición limitada de su incónico CV Reserva que ha sido diseñada por el artista Andrés Sánchez (conocido como Misterpiro). Se trata de un vino que destaca por "su expresividad, versatilidad y carácter afrutado, con aroma a cerezas, ciruelas negras y moras maduras, fruto de la experiencia y filosofía enológica de Campo Viejo". La obra está expuesta en la bodega y está disponible para visitar.