Es habitual asociar San Sebastián a la capital gastronómica de España. Desde que se hiciese con este reconocimiento, todos seguimos teniéndolo así en mente. Pero cuando uno analiza los datos, es fácil darse cuenta de que la situación gastronómica de alto nivel en la capital guipuzcoana es preocupante.
Desde 2005, ningún restaurante había conseguido la segunda estrella Michelín, hasta que hoy Amelia de Paulo Airaudo lo ha hecho de nuevo. Pero es que si miramos todavía más alto vemos que desde 2007 la ciudad vasca no se ha visto reconocida con un nuevo restaurante con tres estrellas Michelín, cuando lo consiguió Pedro Subijana en su restaurante Akelaŕe.
Es por lo tanto de mayor mérito lo conseguido por el chef argentino, ya que Airaudo puede ser el soplo de aire fresco que Donostia necesita para volverse a convertir en esa capital gastronómica que casi está olvidada.
San Sebastián, sequía de estrellas
Si tiramos de hemeroteca veremos que San Sebastián solo tiene un restaurante con dos estrellas Michelín, Mugaritz (ahora dos, contando el nuevo biestrellado Amelia). En las tres estrellas cuenta con tres restaurantes: Akelaŕe (de Pedro Subijana), Arzak y Martín Berasategui.
El primero en conseguir una estrella Michelín fue Arzak en 1974, al que le siguió también con la primera Akelaŕe en 1978. En 1979 Arzak consiguió subir de peldaño para conseguir su segunda estrella, y Akelaŕe de Subijana replicó la hazaña en 1982.
El primer triestrellado por la Guía Michelín no llegaría hasta 1989, cuando Arzak lo consiguió, incluso antes de la primera estrella de Martín Berasategui en 1993. La segunda le cayó a Martín en 1996 y la tercera en 2001, convirtiéndose desde esa época en el hombre de moda de la Michelín.
Entre la segunda y la tercera de Berasategui vimos llegar la primera estrella de Mugaritz para el chef Andoni Aduriz, y la segunda llegó en 2005, dos años antes de la esperadísima tercera de Akelaŕe, la última gran estrella que recibió San Sebastián hasta hoy con la segunda de Amelia.
Amelia, la carrera imparable de Pablo Airaudo
El año pasado, Amelia revalidaba su estrella después de cerrar en su antigua ubicación de la calle Prim para trasladarse al sótano del Hotel Villa Favorita.
Un nuevo local con un par de mesas una barra que está literalmente en la cocina donde todo todo sucede a la vista del comensal y de la que salen platos que fusionan de manera valiente, descarada e incluso provocativa los productos locales de temporada con sabores de Argentina, Italia o Japón, países muy ligados a Airaudo.
En la carta, lo que nos vamos a encontrar es un menú de temporada que en estos momentos tiene un precio de 218 € que se puede complementar con un maridaje corto por 82 € más o uno más largo que tiene un precio de 127 €.