Ahora que nos encontramos en pleno verano, uno de los grandes placeres de muchas personas es el disfrutar de la playa, dándose unos buenos chapuzones para combatir el calor y relajándose tomando el sol, lo que además también ayuda a ponerse morenos. De hecho, es habitual que quienes residen cerca de la playa u otros espacios al aire libre, o quienes poseen jardín o zona comunitaria para ello, aprovechen las horas de sol para exponerse a los rayos solares.
Sin embargo, hay que ser conscientes de que el sol puede llegar a ser muy perjudicial para nuestra salud, ya que puede provocar quemaduras o hacer que suframos golpes de calor, sobre todo en un momento actual en el que las olas de calor están a la orden del día. Por todo ello, es necesario exponerse al sol con precaución y responsabilidad.
Los rayos solares nos aportan vitamina D, un elemento que es clave para que nuestro sistema inmunitario funcione correctamente y se pueda absorber adecuadamente el calcio, además de que nos ayudan a mejorar el estado de ánimo al provocar la liberación de endorfinas. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, no hay que caer en el error de excederse al exponerse al sol, sobre todo teniendo en cuenta que hay horas a las que es preferible evitar la exposición solar.
¿Cuál es la mejor hora para tomar el sol?
Teniendo en cuenta todo lo anterior, se debe saber cuál es la mejor hora para tomar el sol, así como otras recomendaciones para poder evitar las quemaduras. Para empezar, hay que dejar claras cuáles son las horas más problemáticas y en las que debería evitarse la exposición a los rayos del sol, que es el periodo que transcurre desde las 12 del mediodía hasta las 17 horas de la tarde, ya que es cuando hay un mayor riesgo de quemadura al alcanzarnos los rayos solares de la forma más directa.
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Esto no quiere decir que sea un periodo en el que haya que dejar de ir a la playa, ya que, de hecho, se trata de una franja horaria en la que acuden a la misma un mayor número de personas. Sin embargo, sí que se debería tratar de evitar en la medida de lo posible, sobre todo en el caso de que se tenga una piel sensible, como suele ocurrir en el caso de personas rubias y pelirrojas.
De igual forma, en el caso de que se decida tomar el sol en estas horas delicadas, es muy importante hacerlo con la protección adecuada, es decir, con un protector solar apropiado y evitando que el tiempo de exposición sea prolongado. Además, ten presente que, aunque el cielo esté nublado, es posible quemarse de todas formas, ya que las nubes no impiden que la radiación del sol pase a través de ellas.
Las horas más seguras y apropiadas para tomar el sol van desde que amanece hasta las 11 de la mañana, además de desde las 18 horas hasta el anochecer. Durante estos momentos del día, es posible sentir la calidez que llega procedente del sol, además de aprovechar sus múltiples beneficios, y todo ello sin tener que tener tanta preocupación por los efectos adversos de los rayos solares.
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Asimismo, podemos encontrarnos con las que se denominan horas de transición, que van desde las 11 a las 12 de la mañana, y de las 17 a las 18 horas, que se encuentran a medio camino entre las horas más perjudiciales y las más adecuadas, franjas horarias en las que también hay que tener cierto cuidado.
Consejos para no quemarse al tomar el sol
Además de tener en cuenta las horas más indicadas para poder disfrutar de los rayos solares, hay una serie de consejos a tener en cuenta para no quemarse al tomar el sol:
- Hidratación: es importante estar bien hidratado en todo momento, por lo que a la hora de ir a la playa o incluso si se va a estar en la calle durante un día de mucho calor, habrá que llevar agua. De esta forma, el cuerpo estará en mejores condiciones para enfrentarse al calor y a los rayos solares.
- Crema de protección solar: es fundamental elegir una crema de protección solar adecuada, que debe ser elegida en función de las características de tu piel y las condiciones de la propia exposición a los rayos solares. Se recomienda en cualquier caso elegir siempre una protección alta (FPS 30) o muy alta (FPS 50+).
- Exposición progresiva al sol: no se debe caer en el error de pasar mucho tiempo bajo los rayos del sol en busca del bronceado. En las primeras exposiciones se debe seguir una progresión, en periodos de 10, 15 y 20 minutos, preferiblemente en movimiento. Además, no se aconseja más de 30 minutos al día de exposición directa.
- Calma la piel tras la exposición solar: debido al deterioro del sol, las altas temperaturas y la pérdida de agua, la piel sufre durante el verano, y por este motivo se recomienda usar un buen producto aftersun que sea calmante, suavizante, antiinflamatorio, hidratante y regenerador.
- Sécate tras cada baño: el efecto lupa de las gotas de agua favorece la aparición de quemaduras solares al mismo tiempo que reduce la eficacia de los protectores solares, aunque estos sean resistentes al agua. Por ello, tras cada baño se debe secar la piel adecuadamente y volver a aplicar el protector solar.