Así es la leptospirosis: la infección que amenaza a los afectados de la DANA tras el estancamiento de las aguas
- Muchos de los casos de esta patología no llegan a diagnosticarse porque los síntomas son leves y se confunden con una gripe.
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Más de una semana después de la DANA que asoló el sur de Valencia y municipios de Albacete y Cuenca, las poblaciones están lejos de ver el final de la tragedia. Se sigue limpiando lodo, los coches arrastrados por la tromba de agua continúan amontonados en las localidades y mucha gente lo ha perdido absolutamente todo. Aun así, los ciudadanos todavía tendrán que enfrentarse a algunas preocupaciones más. Una de ellas es la leptospirosis, una enfermedad de potencial epidémico causada por la bacteria leptospira.
Esta afección es una enfermedad zoonótica, por lo que su contagio se realiza a través de los animales. Los mayores portadores son los roedores, sobre todo ratas, pero también la puede transmitir el ganado y otros mamíferos como los ciervos. Los humanos pueden contraerla si entran en contacto con residuos de orina de ejemplares que la tengan o con aguas contaminadas, explica Rafael Ortí, jefe de Medicina Preventiva en el Hospital Clínico de Valencia. También se puede transmitir a través de una mordedura o un arañazo.
En situaciones de inundación como esta, expone el especialista en medicina preventiva, el riesgo epidemiológico aumenta. Las charcas que hay en los municipios con aguas estancadas se suman a un sistema de alcantarillado y aguas residuales que no funciona. "Se está preparando el entorno para que pueda haber un brote", añade.
Aunque la leptospira es un patógeno común en los animales, no suele suponer ningún riesgo. La eliminan a través de la orina y la tierra la absorbe. Sin embargo, la riada ha arrastrado esos suelos contaminados. "Ese agua embalsada que se queda anegada puede contener la bacteria", agrega Luis Buzón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Esta patología puede presentar varios cuadros de síntomas y gravedad, informa la OMS. Se puede pasar con síntomas gripales, sin mucho riesgo, o presentar otros indicios como la ictericia, fallo renal o hemorragia con miocarditis. En casos más graves, los pacientes pueden sufrir meningitis y hemorragia pulmonar con fallo respiratorio.
Los casos graves no son algo habitual y suele quedarse en algo leve. La mayoría de veces ni siquiera se diagnostica porque se confunden los síntomas con una gripe, indica Francisco Javier Candel, secretario del grupo de Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (INFURG-SEMES). Además se cura de forma relativamente fácil, detalla Ortí. Se pueden usar contra ella antibióticos muy básicos como la penicilina y similares.
Algunas informaciones sugieren tomar doxiciclina para prevenir el contagio de leptospirosis. Ortí califica esta recomendación como "una barbaridad" y pide que no se haga. Este fármaco es un antibiótico y, además de no tener probabilidades preventivas, se puede desarrollar resistencia y que no surta efecto cuando sea necesario.
Llamada a la calma
Ambos portavoces coinciden en hacer una llamada a la calma. De hecho, desde la SEIMC lo han pedido también a través de la red social X. Aunque la leptospirosis puede suponer un riesgo, Buzón recalca que todavía no se ha registrado ningún caso. "No se van a producir problemas a corto plazo en este sentido".
El especialista cuenta que puede haber más peligro si este contexto se alarga y los pueblos siguen anegados durante más tiempo, algo que espera que no ocurra. "No contemplamos que se produzca una epidemia", remata.
En el marco de la #DANA que la semana pasada afectó a la Comunidad Valenciana, desde @SEIMC_ queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a la población:
— SEIMC (@SEIMC_) November 7, 2024
➡️ No se han producido, hasta el momento, brotes o epidemias de #enfermedadesinfecciosas en la región
Candel está de acuerdo e insiste en que, de producirse brotes, "será una cosa controlada". También hace hincapié en la importancia de confiar en las autoridades sanitarias competentes. "En Valencia, concretamente, hay unidades infecciosas muy potentes", señala. Tampoco considera ninguno de los dos que el movimiento de voluntarios de unos territorios a otros pueda suponer un problema respecto al contagio de enfermedades.
Aunque en España hay muy pocos casos de leptospirosis, en esta zona están algo más acostumbrados a ella. Zonas como La Albufera o El Saler pueden ser más susceptibles a la proliferación de la bacteria por el agua acumulada. Otras zonas donde puede haber más leptospira son el Delta del Ebro o las marismas del Odiel (Huelva), donde hay más comunicación del agua con la tierra.
La leptospirosis no es la única enfermedad a la que están expuestos estos ciudadanos. Buzón alerta de que son más preocupantes las infecciones gastrointestinales, como la gastroenteritis aguda. El hecho de no contar con un sistema de saneamiento adecuado puede hacer que proliferen este tipo de bacterias que pueden contaminar tanto el agua como los alimentos, desarrolla el portavoz de la SEIMC.
Desde la SEMES, Candel agrega que por eso es prioritario arreglar los sistemas de saneamiento y abastecimiento de agua. Con el destrozo de las canalizaciones pueden haberse mezclado las aguas residuales con la de uso común. Además, este deterioro hace que no se pueda tratar el agua y clorarla para controlar la proliferación de los patógenos.
Ninguno de los dos cree que el movimiento de voluntarios entre territorios pueda suponer un riesgo añadido. Ni la leptospirosis ni la gastroenteritis se contagian de persona a persona, sino a través de una fuente (el agua en este caso), explica Candel. Por lo tanto, si se produce algún caso fuera de la zona anegada se podrá controlar también sin ningún problema, esperan.
Cómo protegerse
En un caso como este en el que los vecinos se han visto obligados a realizar estas tareas, lo más importante es que eviten el contacto directo con el lodo, advierten los expertos. La enfermedad se puede contraer a través de una herida abierta en la piel o de las mucosas. Por eso, es muy importante que intenten mantener la mayor higiene posible y que se laven bien, sobre todo las manos, antes de comer o tocar alimentos.
Lo ideal sería trabajar con equipos de protección individual (EPIs), pero son muy difíciles de conseguir. Lo aconsejable es llevar botas de agua con caña alta, guantes, manga larga y pantalón largo, mascarilla y gafas, para asegurar que las zonas de riesgo no quedan expuestas.
En una situación como la que sufren los municipios afectados, los vecinos han acabado empleando su inventiva. En redes sociales se pueden ver publicaciones de los propios ciudadanos en las que indican las prendas de ropa adecuada y cómo solucionarlo si falta algún elemento. Por ejemplo, para los que no tienen botas impermeables, sugieren ponerse dos bolsas de plástico envolviendo el pie para que no traspase el agua contaminada a través de los zapatos.
Ortí insiste en que, si se quiere proteger a los ciudadanos del contagio de esta y otras infecciones, no deberían ser ellos los que limpiaran los residuos. El especialista en medicina preventiva defiende que esas tareas deberían llevarlas a cabo profesionales formados y preparados para ello. "Ayudémosles para que no tenga ese entorno contaminado que supone un riesgo".