Salud

"El 'premio' que recibes por cuidar a un paciente es que te peguen": las agresiones a enfermeras crecen un 92%

En 2023, se registraron 2.840 denuncias por agresiones a estos profesionales. Desde el Colegio General de Enfermería creen que esta cifra es inferior a la real.

4 octubre, 2024 02:20

En España se denunciaron 2.840 agresiones a enfermeras en 2023, lo que supone un incremento de más del 70% con respecto a 2020. Tanto la cifra de este último año como la de los dos siguientes podrían variar por la situación de excepcionalidad que trajo la pandemia. Pero lo cierto es que el porcentaje crece si se compara con años prepandemia. Por ejemplo, desde 2019 las agresiones han aumentando un 92,9%.

"Es una malísima noticia", señala a EL ESPAÑOL Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE) y director del Observatorio de Agresiones del CGE, entidad que recopila los datos de las agresiones que se denuncian. "Hay un porcentaje de pacientes que, aunque no es mayoritario, está tratando muy mal a su personal sanitario".

Este enfermero no comprende el trato que recibe una profesión cuyo principal cometido no es otro que "cuidar a los demás": "Y el 'premio' que recibimos es un insulto, una amenaza o que te peguen tres patadas". Este último ejemplo no es una exageración por su parte: conoce compañeras a las que les han pegado patadas y les han arrastrado por el pelo. "No es una situación tolerable, en absoluto".

Pese a que el incremento desde 2017 es del 78%, en el Consejo General de Enfermería entienden que puede deberse a que en la actualidad existe un mejor registro: "Hace cinco años, una enfermera era agredida y lo dejaba pasar. Ahora hay una mayor conciencia. Aunque las denuncias a la Policía siguen siendo muy pocas, frente al total de las agresiones que se registran".

Para Mar Rocha, portavoz del Colegio de Enfermería de Madrid, no se trata de una situación nueva: "En algún momento de su trayectoria profesional, 8 de cada 10 enfemeras han sido agredidas en su puesto de trabajo". Coincide con Ayuso en que el incremento pueda deberse a una mayor concienciación. También lo achaca a que algunos pacientes consideren que las culpables de la atención precaria de los centros son las enfermeras.

Variabilidad en la prevención

Para evitar estas situaciones, en el año 2017 se puso en marcha la figura del interlocutor policial sanitario. Pero como la diferencia entre las denuncias y las agresiones registradas persistía, este año se ha anunciado una nueva iniciativa: que las enfermeras puedan denunciar en el propio centro sanitario.

El objetivo de esta medida no es otro que reducir el gran número de agresores reincidentes. "Quizás se lo piensen a la hora de cometer una segunda agresión". Además de reincidir en la agresión, el perfil del agresor coincide con el de un varón de entre 30 y 45 años. Y al ser un colectivo mayoritariamente femenino, las mujeres suelen ser siempre las víctimas.

Desde hace dos años, en el CGE también imparten, en colaboración con la Policía Nacional, formación para, entre otros motivos, "poder escapar en caso de que se produzcan agresiones físicas".

Estos cursos se realizan a nivel nacional. Pero, como refiere Ayuso, "hay una gran variabilidad" en las medidas de prevención de cada una de las comunidades: "En algunas se apuesta más por la seguridad física presencial, mientras que en otras se opta por herramientas a distancia, como cámaras de seguridad".

Comunidades con más agresiones

La diferencia entre las CCAA no sólo se dan en las medidas de prevención, sino también en cuanto a las agresiones. Las tres comunidades más afectadas son Andalucía (752), Baleares (369) y Aragón (242). En el extremo contario, se encuentran Extremadura (14), Comunidad Valenciana (15), y la Comunidad de Madrid (30).

Los datos varían si se mide la tasa de agresiones por cada 100.000 enfermeros colegiados. En este caso, se observa una distribución desigual de cifras que coloca a Baleares (5.015), Navarra (3.309) y La Rioja (2.562) como las comunidades con los datos más preocupantes. A la baja, se posicionan la Comunidad Valenciana (45), la Comunidad de Madrid (53) y Cataluña (50).

El secretario general del CGE pone en duda los datos que les han reportado desde comunidades como Cataluña y Madrid. En esta última, expone, "somos más de 50.000 enfermeras. Es imposible que se produzcan 30 agresiones al año; es un dato que está por debajo del registro de la media nacional". Entiende por ello que no es que en Andalucía, con 752, se produzcan más agresiones que en Madrid, sino que "el registro es más riguroso".

Cree que sucede igual con Extremadura, donde se registraron 14 agresiones en un año. "Son muy pocos", apunta. País Vasco, pese a la insistencia reiterada por parte del CGE, no ha proporcionado los datos de las agresiones. "¿Cómo puede tener tanta reserva una comunidad para dar una información que es de utilidad", se pregunta Ayuso.

El enfermero recuerda que su colectivo es el que más agresiones recibe de todas las profesiones sanitarias: "Ya me gustaría tener los datos de los médicos". Estos últimos registraron el pasado año 769 denuncias por agresiones. Fue el segundo dato más alto después de 2022, con 843. Pero ni siquiera esta cifra supera al dato más bajo que se ha registrado entre las enfermeras, que fue en 2019 con al menos 1.472 agresiones.