Los casos de cáncer de próstata se duplicarán en el mundo para 2040 y la mortalidad crecerá un 85%
Las muertes por esta enfermedad a nivel global habrán pasado de 375.000 en 2020 a cerca de 700.000 en 2040.
4 abril, 2024 02:32Los casos de cáncer de próstata en todo el mundo se duplicarán en los próximos 16 años, pasando de 1,4 millones en 2020 a 2,9 en 2040. El mayor aumento se producirá en países de ingresos medios y bajos, alerta la Comisión de la revista The Lancet que asesora al Congreso de la Asociación Europea de Urología, y eso se traducirá en un ingente incremento de un 85% en la mortalidad. Así, de registrar 375.000 muertes por esta enfermedad en 2020 se pasará a cerca de 700.000 para 2040.
El cáncer de próstata es el más habitual en hombres en más de la mitad del mundo, incluida España. Sin embargo, la mortalidad está en retroceso en las sociedades más desarrolladas. La falta de acceso a la prevención temprana y a la atención sanitaria de precisión, no obstante, hace que la mortalidad vaya en aumento en los países de ingresos medios o bajos. El aumento de la longevidad, finalmente, incide en el incremento de casos, al ser la edad un factor de riesgo.
"A medida que cada vez más hombres alcancen edades avanzadas en todo el mundo, se registrarán inevitablemente cada vez más casos de cáncer de próstata", explica Nick James, profesor de Investigación sobre Cáncer de Vejiga y Próstata en el Institute of Cancer Research de Londres. "Sabemos que la oleada está llegando, por lo que debemos poner en práctica intervenciones de eficacia comprobada como la detección temprana mejorada y los programas de educación".
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La Comisión aprecia que el cribado de cáncer de próstata en los países desarrollados emplea el test de antígenos específicos prostáticos (PSA). Sin embargo, estas pruebas detectan cánceres que nunca darán síntomas y que no necesitan tratamiento, según la revisión de estos expertos. Hay indicios, afirmar, de que ofrecer a adultos mayores de 50 años que se sometan a esta prueba conduce a un sobrediagnóstico, mientras que los casos en jóvenes con un riesgo incrementado se ignoran.
La propuesta de este panel es la de usar imágenes de resonancia magnética en combinación con los tests de antígenos prostáticos para cribar a los hombres con un riesgo específico de sufrir este cáncer. Esto incluye a todos aquellos con orígenes étnicos africanos, aquellos que tienen un historial familiar de la enfermedad, y quienes presentan la mutación BRACA2. Además de abordar el tumor en una fase temprana, la resonancia magnética permitiría determinar si realmente es agresivo y pone en peligro la vida del paciente.
En los países en vías de desarrollo, por el contrario, la mayoría de los casos se detectan cuando ya han hecho metástasis y se han extendido al resto del cuerpo, frecuentemente a los huesos. "No podemos esperar a que los hombres se encuentren mal y busquen ayuda", insiste James. "Hay que animarles a que se hagan pruebas aunque se encuentren bien si tienen un riesgo hereditario". Así, destaca iniciativas como 'The Man Van' ('La Furgoneta del Hombre'), un punto de chequeo ambulante que ha detectado centenares de casos incipientes en varones de alto riesgo.
Los síntomas del cáncer metastásico
Las carencias en la prevención no son el único problema en el abordaje de la enfermedad en los países en vías de desarrollo. La Comisión subraya la falta de conocimiento por parte del público de los síntomas, como el dolor óseo, que indican que la metástasis ha comenzado a producirse. Tampoco son conscientes de los nuevos tratamientos disponibles que son efectivos y relativamente baratos, como la terapia hormonal. Todos estos factores de desinformación contribuyen a la mortalidad en casos en los que el cáncer todavía podría ser tratable.
"El diagnóstico tardío es ahora mismo la norma en los países de ingresos medios y bajos", lamenta James N’Dow, catedrático de Cirugía en la Universidad de Aberdeen y fundador de las clínicas Horizon en Gambia. "Además de los efectos evidentes en la salud de los hombres, el aumento del cáncer de próstata tendrá un enorme impacto social y económico. Los hombres son a menudo la principal fuente de ingresos, y si mueren o caen gravemente enfermos, las familias se verán abocadas a graves penurias".
Terapias más equitativas
El tratamiento óptimo, añade finalmente la Comisión, requiere un número importante de especialistas en diagnóstico, cirugía y radioterapia, así como terapia hormonal. Sin embargo, las naciones en desarrollo sufren carencias de personal e infraestructura, y no solo para el tratamiento del cáncer de próstata. La Comisión de Cirugía de The Lancet determinó en 2015 que nueve de cada diez pacientes en países de ingresos medios y bajos no tiene acceso a la cirugía básica, y abogaba por fomentar núcleos regionales en los que formar a los médicos locales, especialmente en radioterapia.
Como conclusión, el informe resalta que la mayoría de participantes en los ensayos clínicos siguen siendo de ancestría europea y blanca, cuando la población más vulnerable por origen étnico es la africana y negra, especialmente la de África Occidental. También es la que sufre una mayor mortalidad por este cáncer, por lo que los expertos recomiendan aumentar la diversidad de los participantes en los ensayos para garantizar una mejor prevención y eficacia de los tratamientos.