Manel Esteller, genetista: "Estamos a punto de ver el primer fármaco antienvejecimiento"
"En cierta forma, ya somos eternos" / "En España se puede hacer buena ciencia" / "De las células del cáncer se puede aprender muchísimo sobre envejecimiento y longevidad" / "Hay gente que está proponiendo que el cerebro pueda ponerse en otros artilugios".
5 noviembre, 2023 01:48Vivir eternamente es uno de los deseos más universales. Por desgracia, todos tenemos fecha de caducidad, aunque cada vez sabemos más sobre cómo alargar nuestros años de vida. Personas como Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y catedrático de Genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, se encargan de engrosar este conocimiento. Quién sabe, lo mismo tiene ya el secreto de la vida eterna.
Que frenen los más entusiastas, porque no, no lo tiene, aunque el título de su último libro sea homónimo. En El secreto de la vida eterna (Grijalbo) repasa junto a Salvador Macip, catedrático de Medicina Molecular de la Universidad de Leicester (Inglaterra) los últimos logros científicos para permitirnos vivir más y mejor.
Tal y como avanza al otro lado del teléfono, la cosa parece que promete. De hecho, puede que en cinco años veamos el primer fármaco antienvejecimiento. Pero no empecemos la casa por el tejado. Antes de llegar a ese punto, primero charlamos con el científico sobre su distinguido trabajo en epigenética y su reciente nombramiento por la Universidad de Stanford como uno de los científicos más influyentes del mundo.
¿Cómo ha recibido la noticia?
Es excelente. No sólo para mí, también para la gente de nuestro territorio, porque es muy difícil competir con pocos recursos con investigadores de Harvard y de otros sitios que tienen más financiación para investigar. Es el reconocimiento de que se puede hacer buena ciencia aquí. Es un estímulo para seguir trabajando.
La distinción se la han concedido por su trabajo en epigenética y precisamente a ella le dedica un capítulo de su libro El secreto de la vida eterna.
Exactamente. Uno de los capítulos está dedicado a la epigenética y sobre todo a dos cosas de la misma. La epigenética te posibilita hacer unos relojes que permiten calcular tu edad biológica, que esto no tiene por qué coincidir con la cronológica. Hay personas que nacieron hace 50 años, pero como se han cuidado muy bien, su edad biológica es de 40 o 10 años menos. La epigenética, esas marcas químicas, te permite decir la diferencia entre la edad biológica y cronológica.
La epigenética también ha generado fármacos. Fármacos contra el cáncer, que lo que hacen es que las células tumorales que son indiferenciadas tomen una identidad normal otra vez. Quizá también en el futuro se usen como fármacos antienvejecimiento. Hay mucho interés en este campo.
Justo ese era uno de los puntos que quería tratar. ¿Cómo nos podrían ayudar los fármacos epigenéticos para combatir el envejecimiento?
Si imaginamos la epigenética como una gramática de ortografía, que lo que hace es poner orden al abecedario que sigue la genética. Estos fármacos lo que hacen es eliminar marcas químicas que se ponen en el ADN o en las proteínas que regulan el ADN para volver a estados de actividad celular distintos. Por ejemplo, si una célula ahora es una célula demasiado vieja o ha perdido su actividad última, la podemos rejuvenecer cambiando toda esa programación epigenética.
Podemos imaginar a estos fármacos como si yo tuviera un virus informático y le metiéramos el software antivirus, que sería este fármaco epigenético. Cambiaría miles de modificaciones químicas para que esa célula envejecida volviera atrás y se pareciera más a una célula joven o célula madre.
Hay una frase que me ha llamado mucho la atención de su libro. Dice que "por primera vez en la historia podemos hablar por fin en serio de estrategias para evitar los efectos negativos del paso del tiempo en el cuerpo humano y alargar así la calidad y la cantidad de nuestra existencia".
El objetivo de los investigadores no es hacer récords de gente que pueda vivir 250 años o más, sino aumentar la longevidad con buena salud. Y yo creo que eso está cerca. Hace cinco años atrás, no se sabían muchas cosas moleculares del envejecimiento y ahora sí que tenemos una idea cada vez más clara de las vías asociadas al envejecimiento. Si tú defines las proteínas implicadas en un fenómeno, puedes pensar en fármacos para actuar en esas vías.
¿Por qué envejecemos?
Aún existen dos escuelas de científicos, dos tendencias, para esta pregunta. Una es la que nos dice que el envejecimiento es un proceso natural que está programado en nuestras células y por tanto es inevitable. Por el otro lado, está la que lo contempla como una enfermedad. Quizá, ambas tengan algo de razón, que sea algo programado, pero hay gente en la que sucede demasiado pronto.
Envejecemos por muchos motivos. Uno de ellos es que a medida que van pasando los años, el sistema que repara nuestro material genético no es tan eficiente y se van acumulando defectos en nuestro ADN. También hay un incremento de la oxidación de las células, lo que provoca daños en el material genético, en las proteínas, etc. Y hay muchos otros.
Pero hay gente que parece envejecer mejor que otra. O lugares donde se envejece mejor que en otros. Está el caso de dos zonas de Cerdeña, Seulo y Perdasdefogu, que compiten por el Récord Guinness del pueblo con más centenarios del mundo.
Esto son las llamadas lagunas azules o los lagos azules y son zonas donde la gente vive más de lo que se espera. Son regiones concretas. Hay una en Costa Rica, otra en Italia, en California... Se está deseando averiguar qué sucede en ellas, porque además de ser algo genético, parece ser también ambiental. Cuando esta gente pasa a residir en otro lugar, empieza a vivir como el resto de personas.
Es que en Perdasdefogu hay una familia de nueve hermanos que, entre todos, suman 818 años. Es algo bastante magnífico, ¿no?
Este caso parece bastante genético. Hay alrededor de 300 genes que la gente ya sospecha que tienen que ver con esta resiliencia al envejecer. Son estos genes los que estamos estudiando con Maria Branyas (la mujer más longeva del mundo).
Esto me viene perfecto para hacerle la siguiente pregunta. Yo pensaba que la influencia de la genética iba a ser mayor en el envejecimiento, pero en su libro comenta que las últimas investigaciones le atribuyen una influencia entre el 16% y el 10%.
Depende, hay otras investigaciones que mencionamos en el libro que hablan del 40%. No está claro todavía. Le pongo un ejemplo. El gran fumador envejece rápido. Pues los portadores de virus de forma crónica envejecen más rápido. Por ejemplo, los portadores de VIH, aunque no tengan la enfermedad, envejecen más rápido. Los factores ambientales influyen, pero luego hay familias en las que está clarísimo que hay un componente familiar, porque todo el mundo llega a los 90.
En la mía se da el caso, lo mismo estoy entre las afortunadas.
¡Y cada vez hay más gente! Ya es muy difícil distinguir entre qué es hereditario y qué es debido a las mejoras sociosanitarias.
Respecto al papel de los antioxidantes en el envejecimiento y la venta de suplementos de este tipo. Para muchos son la panacea antiedad, pero parecen tener un lado oscuro.
Esto es un arma de doble filo. Hay muchas sustancias que se venden en parafarmacia porque nunca se ha demostrado un efecto tóxico de las mismas, pero tampoco hay pruebas médicas que hayan demostrado un beneficio claro. No obstante, se siguen tomando porque es un gran negocio.
Todavía no existe un fármaco aprobado por las autoridades sanitarias para un envejecimiento saludable, pero creo que estamos a punto de ver el primer fármaco antienvejecimiento propiamente dicho. Creo que sucederá en los próximos cinco años.
¿Cúal sería?
Hay varios. Pongo el ejemplo de uno que está aprobado para otro uso, pero puede servir para esto. Hay un fármaco aprobado para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer cuando empieza de forma precoz. Este tipo de tratamiento parece que retrasa la evolución de la enfermedad. Lo hace manteniendo nuestras neuronas más jóvenes, eliminando toda secreción de proteínas anómalas que tienen esas células. Eso podría tener que ver en parte con el envejecimiento, porque sabemos que el cerebro puede envejecer.
¿Hablamos del lecanemab?
Exactamente.
También hay otras técnicas antienvejecimiento: alargar telómeros, células madre, etc. ¿Hay alguna más prometedora que otra?
Están en la misma línea. Ahora hay una carrera con distintos fármacos y distintas vías para ver cuál se aprueba primero. Por ejemplo, los telómeros son otro reloj que determina la edad de las células. Activadores de la telomerasa, que permitan mantener los telómeros intactos, podrían estar asociados a un envejecimiento retardado.
Pero con esto hay que tener cuidado, que estos fármacos no induzcan más cáncer. El cáncer son células jóvenes. Cuando una célula rejuvenece puedes, en teoría, inducir también tumores. Hay que buscar el equilibrio, rejuvenecer, pero sin pasarse, porque si te pasas haces el tumor.
Es lo mismo que la reprogramación celular. Nuestras células de adulto viejo ya no tienen células madre. El ser más joven supondría hacer una reprogramación para que esas células viejas rejuvenecieran otra vez. Hay distintos fármacos o procedimientos de terapia génica que están probándose, sobre todo en Estados Unidos. El problema aquí es, de nuevo, que si te pasas desprogramado, puedes originar una célula indiferenciada que se parezca a un tumor.
Ahora que menciona el cáncer, hay una línea de investigación que busca en esta enfermedad las claves del antienvejecimiento.
De esto se puede aprender muchísimo. El cáncer se asocia a los jóvenes e inmortales al mismo tiempo. Las células del cáncer, mientras les des un poco de alimento, oxígeno y temperatura del cuerpo humano viven para siempre. Por tanto, se puede aprender muchísimo de ellas y los mecanismos de envejecimiento y longevidad. Muchos de los fármacos anticáncer lo que hacen es envejecer las células tumorales. Los fármacos al revés podrían rejuvenecer células.
¿Se puede alcanzar la vida eterna?
Aquí hay muchas respuestas. A mí me gustan tres. Una es que, en cierta forma, ya somos eternos. Nosotros vivimos muchos años a través de los hijos y los nietos, porque los hijos y los nietos llevan nuestro material genético. Nos vamos diluyendo, pero en cierta forma somos eternos.
La segunda es, hablando no de inmortalidad, pero sí de vida extrema, que hay una tendencia a estudiar más qué es lo que nos define como humanos. Si nos define el cerebro, pues este cerebro es lo que ha de protegerse. Hay gente que está proponiendo que el cerebro pueda ponerse en otros artilugios más allá del cuerpo humano.
La última, más allá del récord, es la longevidad sana. Dar tiempo. Si tratamos bien las enfermedades típicas del envejecimiento -cáncer, alzhéimer, enfermedad cardiovascular-, a todo el mundo le vamos a dar como mínimo 10 o 15 años más. Sólo curando o convirtiéndolas en crónicas. Más allá, quizá tendríamos que tocar otras cosas.