Prácticar sexo sin la próstata es posible y, además, es muy satisfactorio. Sin embargo, apenas oirás hablar de ello: el cáncer de próstata es el que más se diagnostica a los hombres en España —este año terminará con 30.884 casos nuevos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)— y, a pesar de ello, cuenta con muchos tabúes. ¿Por qué? Probablemente hayas oído hablar de que el médico introduce un dedo en el ano del paciente para el diagnóstico o que la operación puede dejar una disfunción eréctil.
"Este cáncer es un gran desconocido y lo han asociado a una falsa idea de masculinidad", declara Antonio Romero, de la Asociación del Cáncer de Próstata (ANCAP). "Parece que porque te metan un dedo en el culo eres homosexual. Es una prueba muy informativa y, en realidad, no se pasa peor que con el estreñimiento". Romero fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2015 cuando tenía 51 años y le retiraron este órgano en quirófano para salvarle la vida. No tiene problema en reconocer que ahora sus erecciones son como antes del cáncer y que sigue experimentando orgasmos muy placenteros.
De todas formas, Romero confiesa que a veces se siente mal al reconocerlo delante de otros compañeros que tampoco tienen próstata. No todos tienen la misma suerte: el método utilizado para operar y también las características específicas de cada tumor pueden elevar el riesgo de padecer después disfunción eréctil. Eso sí, el resultado inmediato de esa cirugía no es definitivo, existe una gran variedad de tratamientos que se pueden aplicar de forma posterior que pueden recuperar la función eréctil del pene. Y cada día los resultados en este sentido son mejores.
[Ciclistas y cáncer de próstata: ¿puede el sillín aumentar tu riesgo de padecer este tumor?]
"Algunos pacientes ya no se ven aptos para tener sexo y, como consecuencia, se deprimen. Piensan que la operación para retirar la próstata es una agresión a la virilidad, ¡pero se trata de salvar la vida!", cuenta Santiago Gómez, vicepresidente primero de ANCAP. "No tengo orgasmos menos placenteros que antes de la operación, pero tampoco queramos pedirle peras al olmo a cierta edad". Gómez tiene 72 años y fue operado de la próstata en el año 2019; reconoce que era uno de los hombres disciplinados que desde los 40 años se revisaba de manera anual este órgano.
¿Eyaculación igual a orgasmo?
Si bien el cáncer de próstata es muy frecuente, este órgano es el gran desconocido interno de los hombres. ¿Para qué sirve? "Es un órgano del tamaño de una nuez que se encuentra en el aparato reproductor masculino, entre la uretra y la vejiga", explica Bernardo Herrera, jefe de Urología del Hospital Clínico de Málaga. "Su función es proveer de los materiales y los nutrientes necesarios para los espermatozoides. Es decir, la mayor parte del líquido del semen está producido por las próstata".
"Sirve para tener hijos y durante el resto de la vida está ahí para dar la lata", resume Romero. Se refiere a que es un órgano que da problemas con mucha facilidad: uno de cada cinco hombres padecerá este cáncer, aunque en muchos casos son de crecimiento lento e, incluso, pueden prescindir de un tratamiento. El cáncer de próstata es la principal razón por la que se recomienda una extirpación completa del órgano y suele estar acompañada por la resección de las glándulas seminales, que también intervienen en la eyaculación.
Es decir, un paciente sin próstata no eyacula, pero ¡ojo! porque esto no significa que no pueda tener un orgasmo. "Los pacientes sin próstata que mantienen la erección notan que el volumen de la eyaculación es mucho menor, pero a nivel placentero del orgasmo no tiene por qué verse afectado. Simplemente es una sensación nueva para la que hay que preparar al paciente", cuenta Herrera. "He observado que el orgasmo es una cosa y la eyaculación, otra", explica Romero. "Después de la operación no eyaculas nada, pero yo he tenido orgasmos muy placenteros. Antes del cáncer ya había experimentado orgasmos sin eyaculación, no es tan extraño".
Eso sí, Herrera explica que tras esta operación se pierde parte de la funcionalidad de los esfínteres y la vejiga queda unida a la uretra. Por eso, algunos pacientes sin próstata expulsan un poco de orina en el momento en el que solían eyacular. Recomiendan, por lo tanto, que estos pacientes vacíen la vejiga, orinen, antes de mantener relaciones sexuales.
Sorteando la disfunción
Tanto Antonio Romero como Santiago Gómez se operaron de su cáncer de próstata con un robot Da Vinci, un sistema de vanguardia que permite operar con un gran nivel de precisión. La zona de la próstata está rodeada de nervios y terminaciones sanguíneas que si se dañan pueden dejar una incontinencia urinaria y una disfunción eréctil. "Con los antiguos sistemas de operación —abierta convencional y algunas laparoscópicas— obteníamos tasas de disfunción eréctil de entre el 60% y el 80%. Ahora con estas nuevas técnicas tan precisas ese riesgo ha bajado hasta unas tasas entre el 20% y el 30%", cuenta Herrera.
El médico explica que han permitido identificar mejor esas terminaciones vasculonerviosas y separar el tumor con más facilidad sin alterar su estructura. Los robots de alta precisión se encuentran en muchos puntos de nuestro sistema público de salud, es un tratamiento accesible. Ahora bien, el riesgo de disfunción eréctil sigue sin ser cero y esto se debe a que algunos tumores de alto riesgo o nódulos se infiltran en ese tejido necesario para la erección: "El riesgo de disfunción en estos casos puede llegar al 50%", advierte Herrera.
[El milagro del 'otro' Da Vinci: así ayuda al cirujano a extirpar incluso un cáncer de pulmón]
La cirugía robótica a través del Da Vinci es, sin duda, el método más codiciado por sus mejores resultados en la conservación de la erección y evitando la incontinencia urinaria. Santiago Gómez explica que tuvo que recurrir a la sanidad privada en 2019 para poder operarse con este método: fue operado en el Hospital San Rafael por el urólogo Ricardo García Navas. "No hay mucha facilidad para operarte por este sistema de manera inmediata y, claro, cuando te detectan un cáncer quieres operarte de manera inmediata". En estos casos, no sólo es importante contar con el robot, sino con un profesional con formación en su manejo.
En cualquier caso, la disfunción eréctil también se produce de manera natural con el envejecimiento y es más frecuente de lo que creemos. "Se ha observado en estudios que la disfunción eréctil representa un 19% en la población masculina y, según se van cumpliendo años, cada vez es más frecuente", explica Carlos San Martín, médico de familia, sexólogo y psicoterapeuta. "Hay que tener en cuenta que la diabetes se considera muy frecuente y representa el 14% de la población. En los pacientes más mayores es un problema que tiene más que ver con problemas vasculares y también prostáticos".
El sexo en el cerebro
"Muchos pacientes se quejan de que tienen 60 años y después de la operación no tienen la misma calidad de erección, pero ¿cuánto se te empinaba antes?", exclama Romero. Tanto Romero como Gómez admiten que haber pasado por una operación para retirar la próstata les ha aportado una nueva visión del sexo, que normalmente se ha centrado demasiado en la penetración. "Los hombres no necesitamos una erección plena para tener orgasmos placenteros y satisfactorios. El sexo no es sólo coito y no sólo intervienen en él los órganos genitales", reflexiona el vicepresidente de ANCAP.
"Estos pacientes tienen dos opciones: o reciclar las ideas que tenían en cuanto al sexo o no tener satisfacción. ¡El sexo está entre las orejas y no entre las piernas!", reivindica San Martín. De todas formas, el médico explica que este mensaje es apto para toda la sociedad y que deberíamos reinventar la erótica sin centrarla en el coito antes de que una necesidad —como la pérdida de la próstata— nos obligue. "No pasa nada por no alcanzar una erección plena, existen otras prácticas en pareja como el sexo oral o la masturbación mutua y el orgasmo no se ve afectado", declara Romero.
[Por qué el sexo y el placer son mucho más importantes de lo que imaginas]
Para aprender a reeducar la sexualidad, ANCAP facilita talleres con expertos —psicólogos o sexólogos— que aportan trucos para disfrutar de la sexualidad en esta nueva etapa. "Los que han participado han mejorado mucho de manera emocional, pero no creas que se apuntan tantos compañeros. Piensan que qué les puede enseñar una psicóloga de 38 años, teniendo ellos 70. Hay que estar abierto a aprender todos los días y a cambiar el concepto de sexualidad", explica Gómez. Los hombres de ANCAP cuentan con grupos de Whatsapp en los que comentan sus experiencias, también sexuales, de manera abierta y se apoyan.
De todas formas, no sólo el resultado inmediato de la operación es determinante para saber si un paciente podrá tener relaciones sexuales con penetración. Existen otros sistemas que pueden ayudarles: los fármacos inhibidores de la 5 fosfodiesterasa —de la familia de la famosa Viagra—, las bombas de vacío y los anillos que potencian la erección, inyecciones de prostaglandinas en el cuerpo cavernoso del miembro viril o, incluso, la implantación de una prótesis de pene. "Cada vez existen más garantías para poder disfrutar del sexo después de la retirada de la próstata", apunta San Martín.
Examina tu próstata
El cáncer de próstata es un cáncer silencioso, no da la cara. Sin embargo, cuando se diagnostica de manera temprana, las posibilidades de supervivencia y conservar una buena calidad de vida después son muy altas. Por eso, ANCAP pide que se institucionalice el cribado de este cáncer, que a partir de los 45 años se hagan pruebas de manera generalizada de este cáncer, como ya sucede a otras edades con el de colon y el de mama. "Hacer un cribado de este cáncer es muy fácil. El médico sólo debe pedir en tus analíticas el marcador del antígeno prostático específico (PSA) que no le cuesta ni 40 céntimos al laboratorio y resulta muy efectivo para localizar casos sospechosos", explica Romero.
ANCAP ha apoyado recientemente la campaña No lo dejes pasar en la que han participado los cantantes Antonio Carmona y Kiko Veneno para animar a los hombres a que vigilen su próstata a partir de cierta edad. "Las mujeres lo han hecho mejor, las asociaciones de pacientes de cáncer de mama están por todas partes. A mi me parece muy reconfortante atender el correo de ANCAP, llamo a las personas que nos escriben y les intento tranquilizar", explica Romero. Además, tanto él como Gómez se han acordado del apoyo de sus respectivas mujeres, no sólo en el aspecto sexual, sino como compañía a lo largo del complicado camino de la enfermedad.