Este fin de semana se realiza el cambio de hora en el que a las 03:00 horas serán las 2:00 horas. O lo que es lo mismo, amanece más pronto y anochece también antes. Así, habrá quienes achaquen los despistes de las próximas semanas a esta modificación horaria que en España durará, como mínimo, hasta el 2026. Pero, ¿qué hay de cierto en que el cambio de hora y la llegada del otoño pueden afectar a nuestra salud? Sin duda, estar expuesto a menos luz solar durante el día influye en los niveles de serotonina, conocida popularmente como "la hormona de la felicidad", según un estudio publicado en The Lancet.
Ahora bien, que desde el pasado mes de septiembre algunas personas presenten síntomas como el cansancio, dolores de cabeza o alternaciones de sueño, no significa que se pueda hablar de "astenia otoñal". Para quien no haya escuchado nunca antes este término, se trata de la palabra que utilizan los médicos para referirse al cansancio. De aquel concepto surgiría entonces el Síndrome de Fatiga Crónica. Una enfermedad que, al estilo de la Fibromialgia, no termina de encontrar su sitio en medicina.
Aun así, desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) consideran que es uno de los motivos de consulta más frecuente en los sistemas sanitarios. Aunque no existen datos oficiales que corroboren esta afirmación. Uno de los portavoces de la SEMI, el doctor Antonio García, explica en declaraciones a EL ESPAÑOL que la astenia impide a quien la sufre mantener la capacidad para realizar labores habituales debido a la falta de energía que presenta tanto en reposo como tras llevar a cabo un ejercicio.
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Sin embargo, no hay una prueba que sirva para diagnosticar el Síndrome de Astenia o Fatiga Crónica . "Al no conocerse bien las causas, estamos ante una enfermedad infradiagnostica. Quien habla es la endocrinóloga y nutricionista Cristina López. Esta profesora de la Universidad Europea explica a este periódico que el síndorme puede deberse a diversas causas, como la falta de energía, alguna infección o déficit en el sistema inmune.
A quién afecta más
No existe un historial médico que pueda servir para saber si alguien va a sufrir este síndrome. Y es que la astenia crónica afecta fundamentalmente a personas que no han tenido ningún problema de salud previamente. Dentro de este grupo, es más frecuente su aparición entre los 20 y los 50 años de edad, según la Clínica Universidad de Navarra. La profesora López insiste en que al estar infradiagnosticado, cualquier persona podría sufrirla. "Aunque algunos estudios revelan que la edad suele ser entre 40 y 60 años, siendo las mujeres adultas más propensas que los hombres".
Además, se trata de un síntoma de muy larga evolución, pues quienes lo padecen suelen tener dificultades para mantener su actividad habitual a los cinco años desde que se detecta la astenia. Actualmente existe cierta controversia también acerca de la astenia crónica en niños. Esto es, no hay consenso a la hora de diagnosticar este síndrome en los niños, puesto que se puede confundir con una falta de motivación o un bajo rendimiento académico.
El doctor García apunta a la disrupción del sueño y el estrés como dos de los principales factores de riesgo de este síndrome. Aunque hay uno más que no depende de uno mismo. Se trata de la Covid-19. Así es, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la astenia es uno de los síntomas menos conocidos del coronavirus, pese a que se presenta en un 15% de los pacientes con Covid persistente.
Este síndrome puede llegar a provocar enfermedades graves como el trastorno del sueño, el síndrome de colon irritable, la depresión o la ansiedad. Pese a ello, no hay ningún tratamiento aprobado para el síndrome de fatiga crónica. "Ninguna terapia farmacológica o de medicina alternativa ha demostrado ser efectiva", sentencia López.
Cómo prevenir este síndrome
El doctor García asegura que el tratamiento va a depender de cada paciente, según qué le haya originado este síndrome. Aunque resulta complicado, puesto que en un amplio porcentaje de personas no es posible identificar el motivo específico de la astenia crónica. En otros casos, sí que puede deberse a una causa orgánica o psíquica.
Sin embargo, hay quienes al encontrarse cansados y con mal cuerpo toman la decisión de consumir complejos vitamínicos sin prescripción médica alguna. Si bien es cierto que una ingesta elevada de algunas vitaminas como las del grupo C o B no está demostrado que causen toxicidad, los expertos recomiendan hacerlo bajo la supervisión de un profesional médico. "Con nuestro ritmo de vida habitual es fundamental tener una buena higiene de sueño, controles horarios a la hora de las comidas y una alimentación equilibrada", recomienda el doctor como método de prevención de la astenia.
Ahora bien, que exista la astenia crónica no significa que se pueda 'sustituir' el apellido de este síndrome por cada una de las cuatro estaciones. "No se conoce la causa orgánica de la denominada 'astenia otoñal'. Puede estar relacionado tanto con el cambio climático como con trastornos alérgicos. Sin embargo, no hay evidencia científica acerca de ninguna de ellas".
Es por este motivo por el que el doctor García concluye que la mejor recomendación que se puede hacer en este sentido es mantener una alimentación equilibrada, como sucede con la dieta Mediterránea. Y además, realizar ejercicio físico junto con actividades sociales que también nos mantengan activos.
La profesora López coincide con el doctor en cuanto a la posible mejoría. Así, entiende que antes de recurrir a un complejo vitamínico podemos ingerirlas durante las comidas. "Se puede tomar alimentos ricos en grasas saludables como los frutos secos o el pescado azul". Y sobre todo, en una época como la otoñal, ya que el organismo necesita más calorías debido a la disminución de la temperatura ambiental y corporal.