Los síntomas tempranos del cáncer de corazón: así empieza el tumor más raro y difícil de diagnosticar
La insuficiencia cardíaca o dolores en el pecho son algunos de los síntomas más frecuentes de los tumores cancerosos que se producen en el corazón.
1 septiembre, 2022 02:54El corazón supone el núcleo de nuestro sistema cardiovascular, por lo que resulta imprescindible una detección precoz de cualquier afección que se produzca en este órgano. De entre ellas, las más comunes en España son el infarto, la insuficiencia cardíaca y la arritmia. Sin embargo, en el corazón también pueden aparecer algunos tumores que terminan siendo cancerosos.
Este tipo de tumores no solo se desarrollan porque han nacido en otro órgano y posteriormente se extienden al corazón, sino que también pueden ser primarios. Si bien los tumores cardíacos metastásicos siempre son cancerosos, no sucede igual con los que se originan en el corazón. Y es que los tumores primitivos malignos representan alrededor del 25% de los tumores cardíacos, según el primer informe del Registro Nacional de Tumores Cardíacos publicado por la Revista Española de Cardiología.
Aunque no se debe dejar de prestar atención a los tumores no cancerosos o benignos que comienzan dentro del corazón, como es el caso del mixoma, que suele darse en mujeres a temprana edad. Tanto es así, que los tumores no cancerosos pueden ser tan mortales como los cancerosos si llegan a interferir en el funcionamiento del corazón.
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Con respecto a los tumores primitivos malignos, se clasifican en sarcomas, mesotelioma, linfoma, teratoma maligno, timoma y sarcomas. Estos últimos, que se forman en los tejidos blandos del cuerpo, son los más habituales. A su vez, se dividen en angiosarcoma, rabdomiosarcoma y fibrosarcoma, que son los más comunes por orden decreciente. Pese a que cada uno de los tumores cuenta con unos síntomas y un tratamiento específico, tienen algunas características generales por las que se distinguen de los benignos.
Factores de riesgo
El cáncer de corazón se produce en el momento en el que las células afectadas crecen fuera de control en el propio órgano o cerca de él. Aunque es un tumor extramadamente raro con una incidencia menor a un 0,3% de la población, hay que prestar especial atención a las cámaras cardíacas derechas, que es donde suelen aparecer los tumores primitivos malignos.
De las cuatro cámaras del corazón por las que fluye la sangre, es en esta donde comienza a invadir otras estructuras cardíacas como, por ejemplo, la arteria pulmonar. Este tipo de infiltraciones no terminan de ser características del todo, ya que suelen ser de configuración y forma variable. Aun así, la mayoría de las ocasiones el tumor es de aspecto polipoide, infiltrativa o intracavitaria, por lo que la primera aproximación diagnóstica se lleva a cabo mediante un ecocardiograma.
Al ser un cáncer raro, se desconoce con precisión los factores de riesgo que más probabilidades tienen de padecerlo. En la Cleveland Clinic apuntan a que "cualquiera puede tener cáncer de corazón". Pero es más probable que aparezca en hombres que en mujeres. Y de estos, las edades en las que más se desarrollan son de los 30 a los 50 años. Aunque hay que insistir en que no se cuenta con un amplio volumen de datos al respecto, las personas que fuman o tienen SIDA pueden correr un mayor riesgo.
El angiosarcoma es uno de los cánceres cardíacos más frecuentes y que destaca por ser un tumor maligno agresivo con crecimiento rápido. En este sentido, los científicos creen que algunas personas son más propensas que otras a padecer este tipo de enfermedad debido a sus genes. Así, podría afectar a varios miembros de la misma familia a causa de una mutación en el gen conocido como protección de la proteína 1 de los telómeros (POT1, por sus siglas en inglés).
Síntomas tempranos
Uno de los principales síntomas del cáncer de corazón es la insuficiencia cardíaca, que se manifiesta por un pulso irregular o rápido. También puede darse después de que nos hayamos despertado, que es cuando nuestro cuerpo se encuentra más activo. Si el tumor está presionando una cavidad del corazón, lo más seguro es que a la dificultad para respirar se le sume la fatiga.
Además de una arritmia cardíaca, desmayarse también se considera una advertencia para los afectados por esta enfermedad. El dolor en el pecho es otra de las señales más comunes en los tumores cardíacos, aunque deberá consultarse con un especialista puesto que este síntoma también se encuentra en otro tipo de cánceres.
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Si antes se decía que en el corazón pueden desarrollarse tumores que se han extendido procedentes de otros órganos, esto no significa que no se produzca el "recorrido" contrario. Así, el cáncer de corazón se puede diseminar a otras partes del cuerpo como la columna vertebral o el cerebro, donde es más común que se propague.
Es por este motivo por lo que resulta esencial tener en cuenta algunos síntomas del cáncer de corazón que se haya propagado. El dolor de espalda crónico vuelve a aparecer entre las señales para estar alerta. Aunque también se pueden producir otra serie de síntomas como son la tos con sangre o los problemas de memoria.
Un trasplante de corazón
Puede llamar la atención que un órgano vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo no sea el causante originario de alguno de los tumores más letales. Sin embargo, esta duda se disipa en cuanto se tiene en cuenta la casi nula actividad de replicación —que es el proceso mediante el cual se duplica una molécula de ADN— de las células del corazón, lo cual impide el desarrollo del cáncer.
De hecho, desde Mayo Clinic aseguran que atienden "de media a una sola persona con cáncer de corazón cada año". Una cifra que coincide con la que se extrajo tras 20 años en los que se revisaron más de 12.000 autopsias. El estudio, que se publicó hace casi 30 años en la revista Archives of Pathology & Laboratory Medicine, tan solo encontró a siete personas con tumor cardíaco primario.
Aunque la experiencia quirúrgica con los tumores cardíacos malignos es relativamente limitada, las publicaciones al respecto apuntan a un tratamiento quirúrgico que permita la extirpación tumoral parcial y total, utilizando técnicas habituales de cirugía cardíaca. En el caso de los cánceres que aún no se han propagado a sitios distantes, se puede recurrir al trasplante cardíaco.