Las subvariantes BA.4 y BA.5 disparan los ingresos hospitalarios: crecen más de un 40% en dos semanas
La ocupación hospitalaria por casos Covid ha pasado de 6.700 a 9.500 en quince días, pero la mortalidad todavía no acusa la nueva ola.
29 junio, 2022 03:35El vaticinio esbozado en las últimas semanas, con anticipos como el del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, se está cumpliendo. Las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron, más contagiosas y con capacidad para reinfectar a personas que ya pasaron la Covid y que incluso fueron vacunadas a continuación, ya suponen más de la mitad de los nuevos casos en España. Los pacientes ingresados han pasado de 6.763 el 14 de junio a 9.553 este martes 28, un incremento que supera el 40% en solo dos semanas.
Esto coloca a España en un 7,8% de ocupación hospitalaria de casos Covid, cuando hace una quincena era el 5,5%. La camas UCI ocupadas ha aumentado también del 3,8% al 5%, un incremento más lento pero lo suficiente como para situarse en la franja de 'riesgo alto'. Sin embargo, la mortalidad todavía no acusa el impacto de la nueva ola, y de hecho desciende hasta el 3,9% en el colectivo más vulnerable, el de los mayores de 59 años, cuando era del 4,7% hace tres meses.
Aunque es pronto para sacar conclusiones, países como Sudáfrica experimentaron una baja mortalidad con BA.4 y BA.5 gracias a la inmunización híbrida brindada tanto por las vacunas como por los contagios unos meses antes con la variante ómicron original. Según los informes epidemiológicos del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES), estas variantes desplazan a BA.2 y causan más de la mitad de los nuevos casos salvo en Castilla-La Mancha y Canarias. En Galicia y Baleares, ya suponen tres de cada cuatro contagios.
Por su rápida capacidad de contagio, el CCAES, en la línea del resto de autoridades internacionales, estima que BA.5 terminará imponiéndose sobre su subvariante 'hermana' hasta ser la "predominante" en España y en el resto de Europa. Mientras, los testimonios de los profesionales de la Atención Primaria en las redes sociales dan cuenta de un nuevo verano, el tercero desde que se desencadenó la pandemia, en el que vuelven a coincidir un pico de contagios con la escasez de recursos acentuada por la necesidad de alargar turnos para cubrir las vacaciones.
La demanda es altísima, me da la impresión que mucho más que otros años para le época, muchas infecciones respiratorias sumado a la consulta múltiple (la mayoría justificadas) por paciente y todo lo externo que genera consultas adicionales.
— Martín #MFyC ❤️🩹 (@martinfd78) June 27, 2022
Trabajas al límite.
"Saturación" de Urgencias como síntoma
Uno de los motivos para la alarma registrados en las últimas semanas es la presencia de restos del coronavirus SARS-CoV-2 en las aguas residuales de la Comunidad de Madrid que monitoriza el sistema Vigía del Canal de Isabel II. En la capital, la concentración de muestras es equivalente al pico de la 'ola ómicron' de fin de año, y en el resto de la comunidad, la supera. El crecimiento en los pozos, según la nomenclatura del sistema, excede en muchos casos el 33%, considerado como el máximo umbral de riesgo. Y la concentración de microgramo por litro (μg/L) por cada 100.000 habitantes es la más alta en lo que llevamos de pandemia.
Este incremento ha sido corroborado por la propia Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que fija la incidencia en 1.500 casos por cada 100.000 habitante en mayores de 59 años, y en 750 casos en la población en general. La ocupación hospitalaria por casos Covid estaría a la cabeza de España, con un 12,7% de camas ocupadas en planta y un 8,3% en Cuidados Intensivos. Cataluña ha sido menos precisa, pero advierte de que los datos de transmisión "no son buenos" y pide mantener medidas de precaución como el uso de la mascarilla cuando no haya distancia de seguridad.
Si atendemos a todo el país, la carga asistencial en los servicios de Urgencias de los hospitales ha llegado a crecer un 30% en las últimas semanas, según denuncia la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Describen un escenario de "saturación", "dinamitado por la escasez de médicos y el reajuste de recursos debido a las próximas vacaciones estivales", al que han contribuido los ingresos por la ola de calor de la primera mitad de junio.
Sin embargo, son las infecciones respiratorias atípicas y las neumonías bilaterales graves las que se llevan la parte del león. Según los datos de SEMES, se está comprobando un aumento del 15% en Navarra, del 20% en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia; del 25% en Andalucía y del 30% en Baleares, La Rioja y Aragón. En Asturias y Cantabria se habla de una situación "terrible", con datos como el récord histórico en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de 453 consultas en un día.
Qué aprender de Portugal
Sin salir de la Península Ibérica, Portugal se ha convertido en el "laboratorio" de las subvariantes BA.4 y BA.5 en suelo europeo. La incidencia acumulada ha llegado a alcanzar una incidencia de 3.600 casos por 100.000 habitantes, una tasa que no llegó a registrarse ni siquiera en lo peor de la ola ómicron de Navidad en España. Sin embargo, según recogía El País, esta nueva ola con más de un 80% de casos de BA.5 "no se han traducido en una gran presión asistencial", incluso cuando la subvariante previa, la BA.2, ha impedido que desciendan los ingresos desde marzo.
"Los datos preliminares de Portugal apuntan que el porcentaje de personas que entran en el hospital o tienen enfermedad grave no aumentó, incluso disminuyó un poco", explicaba en un hilo de Twitter el grupo BIOCOMSOC de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). "Tuvo un aumento muy ligero en UCIS donde han llegado a 100 ingresados para una población de 10 millones de personas", precisan.
El aumento de contagios si produjo un incremento de defunciones, de unas 15-20 diarias hasta 40 al día, "unas cinco veces menor que en otras olas anteriores a ómicron, pero no muy diferentes de la última ola de invierno", advertía el grupo especializado en análisis computacional. Es importante recordar que entre los últimos meses de otoño y el invierno, correspondientes a las olas delta y ómicron en España, murieron 13.000 personas.