Salvo el remdesivir un medicamento desarrollado inicialmente para el tratamiento del ébola y que ha demostrado un beneficio limitado -reduce la estancia hospitalaria de pacientes de una forma grave de Covid-19-, no existen tratamientos específicos frente a la enfermedad.
Las cosas cambian si uno se llama Donald Trump y es presidente de EEUU porque, en ese caso, puedes acceder a tratamientos experimentales, como el REGN-COV2. Se trata de un cóctel de anticuerpos antivirales -REGN10933+REGN10987- desarrollado por la compañía Regeneron, aunque en Europa lo comercializará Roche, y que se está estudiando actualmente en dos ensayos clínicos de fase 2/3 para el tratamiento de la Covid-19 y en un ensayo de fase 3 para la prevención de la enfermedad en contactos domésticos de personas infectadas.
REGN-COV2 es la primera terapia diseñada específicamente para la Covid-19 y está siendo evaluada en el ensayo clínico RECOVERY, que coordina la Universidad de Oxford y compara la eficacia de distintos fármacos frente a la patología que ha puesto el mundo patas arriba.
REGN-COV2 fue diseñado por científicos de Regeneron para bloquear la infectividad del SARS-CoV-2. Analizaron miles de anticuerpos humanos producidos en ratones, que fueron genéticamente modificados para tener un sistema humano inmune, así como los anticuerpos identificados a partir de personas recuperadas de Covid-19.
Los dos potentes anticuerpos neutralizantes de virus que forman REGN-COV2 se unen de manera no competitiva al dominio crítico de unión al receptor de la proteína del pico del virus. Esto disminuye la capacidad de los virus mutantes para escapar del tratamiento y protege contra las variantes que han surgido en el ser humano.
La semana pasada, Regeneron anunció los primeros datos sobre sus ensayos clínicos. Aunque todavía no han sido publicados en ninguna revista, la compañía afirmó que REGN-COV2 reducía la carga viral de Sars CoV-2 y el tiempo que tardaban en resolverse los síntomas en pacientes no hospitalizados, que no es el caso de Trump.
También mostró -siempre según la farmacéutica- que reducía las visitas al médico de los pacientes que lo recibían en comparación con un placebo, ambos añadidos al tratamiento habitual e inespecífico de la enfermedad.
Según publicó el pasado viernes The New York Times, el CEO de Regeneron, Leonard S. Schleifer, confirmó que el equipo médico de Trump había contactado a la empresa para adquirir el fármaco experimental. Se da la circunstancia, según el rotativo estadounidense, de que Schleifer es miembro del club de golf donde el presidente de EEUU practica este deporte, en el condado de Westchester.
El desarrollo de este tipo de anticuerpos monoclonales -también la farmacéutica Lilly está experimentado con uno- sería muy importante para reducir el impacto de la pandemia, porque los dos tratamientos más eficaces hasta la fecha para la Covid-19, el remdesivir y la dexametasona, están indicados para pacientes muy graves, incluso ingresados en la UCI.
Pero, a día de hoy, no hay ningún medicamento para tratar aquellos casos de Covid que cursa de manera leve o moderada que no requiere ingresar en el hospital, que es el caso del 80% de los infectados por el nuevo coronavirus que desarrollan síntomas.
La especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) Annie Luetkemeyer, que dirige un ensayo sobre el anticuerpo monoclonal de Lilly, declaró a The New York Times que espera que este medicamento tenga "un efecto muy potente".
Aunque existen muchos candidatos a vacuna frente a la Covid-19, las más avanzadas la china de Cansino, la estadounidense de Moderna y la de AstraZeneca que desarrolló la Universidad de Oxford quedan como mínimo algunos meses para que lleguen a la población, por lo que solamente la aprobación de un medicamento de este tipo podría dar tregua a la pandemia hasta que esto suceda.
El medicamento de Regeneron se administra en una infusión intravenosa de una hora de duración y, según los datos de la compañía, empieza a hacer efecto en apenas unos días.