La iglesia, contra el reiki, el tarot y algunas variedades de yoga

La prácticas pseudocientíficas se enfrentan a una oleada de críticas, a la que se ha sumado una inesperada: aunque aún no se ha atrevido a meterse con la homeopatía, la Iglesia Católica ha criticado la práctica del reiki, una estafa que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha prohibido recientemente en sus hospitales.  

Lo ha hecho en una carta pastoral [PDF] firmada conjuntamente por José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián; Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela; Mario Izeta, obispo de Bilbao; Juan Carlos Elizalde, prelado de Vitoria y Juan Antonio Aznárez, obispo auxiliar de Pamplona y Tudela. Los católicos no rechazan estas prácticas por su falta de eficacia, sino porque son incompatibles con la auténtica espiritualidad cristiana, por lo que es preciso distinguir claramente estas realidades de una genuina experiencia cristiana". 

Según la  Agencia Católica de Informaciones, Aciprensa, los obispos españoles se basan en la Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana, escrita por el papa emérito Joseph Ratzinger en 1989. En ella se advertía a pie de página que por la expresión "métodos orientales" se entienden métodos inspirados en el hinduismo y el budismo, como el "zen", la "meditación trascendental" o el "yoga". "Se trata, pues, de métodos de meditación del Extremo Oriente no cristiano que, no pocas veces hoy en día, son utilizados también por algunos cristianos en su meditación". 

En el nuevo documento, la referencia al yoga es mucho más directa, ya que se afirma que "algunas variedades de yoga, de zen o de meditación oriental y otras propuestas análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente cribadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de métodos, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo". 

Pero si bien los obispos advierten sólo contra algunos tipos de yoga, las críticas al reiki con mucho más definitivas. En primer lugar, agrupa esta práctica que sus defensores tildan de curativa con el tarot, el chamanismo y la videncia. En segundo, afirman que "es preciso distinguir claramente estas realidades de una genuina experiencia cristiana". 

"Asistimos a la proliferación de nuevas formas de espiritualidad", advierten por fin los dirigentes católicos".