Según advierte la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el agua es el componente más importante del organismo. De hecho, sólo necesitamos fijarnos en el dato de que nuestro propio organismo está compuesto por nada menos que entre un 50% y un 70% de agua, siendo un componente indispensable para nuestra supervivencia.
De hecho, cada célula, tejido y órgano del cuerpo humano necesita agua para funcionar de forma correcta y para realizar las diferentes funciones vitales. De ahí que los beneficios de beber agua sean innumerables y que esta sea una suerte de "combustible para el cuerpo", según numerosos expertos.
Para evitar la deshidratación es imprescindible conseguir que el cuerpo disponga del nivel adecuado de agua y normalmente la recomendación habitual son los clásicos 2,2 litros de agua al día o los famosos ocho vasos diarios. Una realidad que recientemente ha desmentido la uróloga estadounidense Rena Malik, asegurando que lo realmente cierto es que el organismo obtiene agua a través de los distintos alimentos que ingerimos y no sólo de este líquido fundamental.
Tal y como han asegurado numerosos expertos y distintas sociedades científicas, las necesidades de hidratación diaria varían en cada persona, dependiendo además de la edad, de si es hombre o mujer, así como de su condición física y estado de salud.
Qué cantidad diaria
A pesar de que son muchas las personas que creen que deben beber 2,2 litros de agua diarios, la realidad es que esta cantidad estaría bastante alejada de la verdadera recomendación de consumo.
Por ejemplo, la Academia Nacional de Estados Unidos recomienda que los hombres beban unos 3,7 litros entre los líquidos ingeridos a través de las bebidas y los alimentos. En las mujeres esta cifra sería de unos 2,7 litros.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que el consumo variará en función del peso de cada persona. Según la OMS, serían necesarios unos 35 mililitros de agua al día por cada kilo de peso.
En cambio, no opina lo mismo la uróloga Rena Malik. En un reciente video publicado en Youtube, la especialista ha recomendado beber de forma habitual para mantenernos hidratados siempre y cuando tengamos sed.
Ni poca ni mucha agua
La uróloga asegura que no es obligatorio tomar esos ocho vasos diarios de agua. Lo verdaderamente importante es consumir diferentes tipos de líquidos, de tal forma que rondemos ese volumen, aunque sin obsesionarnos con alcanzarlo.
"De hecho, obtenemos el 20% de nuestros fluidos a través de la comida, de las verduras y de las frutas que también contienen agua", asegura la uróloga. La especialista apunta que "nuestro propio cuerpo es increíble regulando nuestros fluidos y nos avisa cuando necesitamos beber dándonos señales de que tenemos sed".
Otro dato importante es que, según apunta Malik, también hay personas que necesitan beber más líquido que otras, sobre todo aquellas que sufren infecciones frecuentes de orina y en las que el agua sería fundamental para evitar la orina muy concentrada y que a menudo irrita la vejiga.
Un consumo de agua que en cualquier caso "deberá ser moderado" y no sobrepasar los niveles recomendados. Y es que, si nos excedemos en su consumo, también podremos exponernos a que se reduzca la sal de nuestro cuerpo y esto provoque hiponatremia. De ahí que lo más importante es precisamente tener en cuenta esos avisos del propio organismo que nos ayudan a tener el perfecto equilibrio entre el agua y la sal.
"En términos generales, tu cuerpo no dice que tiene sed hasta que no has perdido el 2% de tu agua corporal y eso no es mucho. Es muy fácil compensarlo bebiendo líquido. Sin embargo, esto es para una persona con buena salud en general". Por lo que lo mejor es siempre consultarlo con nuestro médico y si este dice que es preciso beber más por diferentes problemas, entonces deberás hacerlo.