La gastronomía española es conocida mundialmente como una de las más diversas y únicas y dentro de ella podemos destacar una de las versiones más consumidas: las tapas. Estas se encuentran entre los aperitivos más populares en nuestro país, pero de entre todos ellas existe un fruto que es protagonista.
Un fruto de tamaño variable y con una sola semilla en su interior, que está repleto de fibra, ácidos grasos monoinsaturados e insaturados y vitamina E, según detalla la propia Fundación Española de la Nutrición (FEN). Hablamos en este caso de las apreciadas aceitunas.
También es gran fuente de fibra: 100 g de aceitunas suponen 3,2 g de este nutriente, más que un kiwi habitual, lo que puede llegar a cubrir hasta el 10% de los objetivos nutricionales diarios. Su vitamina E, además contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Su consumo también es clave a la hora de controlar los niveles de azúcar en personas prediabéticas o diabéticas. Y pese a lo que se ha llegado a creer, son grandes aliadas para mantener un peso saludable.
Claves para controlar la diabetes y el peso
Las aceitunas, más allá de ser un alimento apto para aquellas personas que padecen diabetes, también cuentan con el ácido oleico como gran aliado para favorecer la asimilación de la insulina.
Este es un compuesto natural derivado de la oleuropeína que está presente en las aceitunas y el aceite de oliva virgen extra. Su consumo ha evidenciado resultados prometedores en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2.
Concretamente en un estudio reciente realizado en ratones obesos y diabéticos, se observó que el ácido elenólico no solo contribuyó a una reducción significativa del peso corporal, sino que también mejoró notablemente la regulación del azúcar en sangre.
El equipo del Dr. Dongmin Liu, profesor del Departamento de Nutrición Humana, Alimentos y Ejercicio en Virginia Tech, firma estos descubrimientos que abren nuevas posibilidades en la lucha contra estos trastornos metabólicos.
Este ácido elenólico podría representar una alternativa natural y eficaz a los tratamientos convencionales para la obesidad y la diabetes tipo 2, ofreciendo una opción alternativa basada en los beneficios de la dieta mediterránea.
Todo ello sumado a que las aceitunas son además un alimento más que saludable y perfecto para incluir en cualquier plato o dieta, siempre que se haga con moderación. De hecho el aporte calórico de este fruto es relativamente bajo: unas 120 kcal en 100 g de aceitunas verdes.
Beneficios del consumo de aceitunas
En lo que respecta a sus beneficios, destaca ese contenido en ácido oleico que hemos destacado y que también es especialmente beneficioso para la salud cardiovascular, ya que contribuye a reducir el colesterol LDL (conocido como el “malo”) y a aumentar el colesterol HDL (el “bueno”).
En cuanto a vitaminas, las aceitunas son ricas en vitamina A y E, ambas nutrientes esenciales para la salud de la piel. Estas vitaminas, junto con el ácido oleico, previenen la oxidación de las lipoproteínas que transportan el colesterol en la sangre y otras sustancias asociadas al desarrollo de ciertos tipos de cáncer, tal como también recoge la FEN.
El sodio, también presente en las aceitunas, es crucial para mantener el equilibrio hídrico celular, influye en la actividad nerviosa y muscular y está relacionado con la regulación de la presión arterial.
En menor cantidad, las aceitunas también contienen calcio, esencial para la salud ósea y dental, así como hierro, beneficios que también las convierten en un buen aliado contra la anemia.
Cuidado con la sal de las aceitunas
Aún a pesar de sus potentes beneficios, es importante controlar siempre su consumo y que este sea moderado, sobre todo para las personas con hipertensión. La razón de ello, está directamente relacionada con su contenido de sal. Y es que, todos los tipos de aceitunas disponibles en el mercado suelen venir con un alto contenido de sodio, debido a la salmuera empleada para su conservación.
Un porcentaje de sodio que puede verse reducido si se enjuagan previamente, pero en general estaremos hablando de una cantidad bastante elevada. Pero siempre y cuando esa ingesta de aceitunas sea controlada y no supere un puñado pequeño no existiría problema.
Solo habría inconveniente en los casos de personas con problemas con la sal y que necesiten rebajarla en su dieta. Igualmente, ante cualquier duda es recomendable consultar antes con un médico profesional.