Desde que se intensificaron los estudios sobre las conocidas como 'dietas basadas en plantas', las tipologías y variedades no han dejado de ampliarse. Si bien antaño hablábamos de dietas veganas, vegetarianas y omnívoras, hoy en día se tienen en cuenta múltiples opciones 'flexitarianas'. Estas implican consumir una mayor cantidad de alimentos de origen vegetal sin restringir totalmente la proteína animal.
Las dietas vegetarianas han demostrado potenciar la salud y reducir el riesgo de mortalidad, siempre que se realicen correctamente. Pero, según un nuevo estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, una dieta pescetariana -una dieta vegetariana a la que se añadiría pescado pero no carne- sería la mejor opción para prolongar la vida en edades avanzadas.
El estudio, llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Salud de Loma Linda, la famosa 'zona azul' de la longevidad en California (EE.UU.), apunta a que las dietas vegetarianas en general se asocian con un menor riesgo de muerte por cualquier causa, especialmente en hombres y personas de mediana edad. Eso sí, siempre que la dieta se realice correctamente y no basada en ultraprocesados.
Sin embargo, a largo plazo, se observan riesgos ligeramente más elevados entre los adultos vegetarianos de edad avanzada, desde el momento en el que sufren alguna enfermedad neurológica como accidentes cerebrovasculares, demencia o enfermedad de Parkinson. En estos casos, por otro lado, la dieta pescetariana sí ofrecería una notable ventaja frente a las dietas vegetarianas y no vegetarianas.
Según explica el doctor Gary Fraser, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda e investigador principal del estudio, una dieta vegetariana parece ofrecer protección frente al riesgo de muerte durante la mediana edad. Pero una vez se llega a los 80 años o más, esa ventaja parece desaparecer si se mantiene una dieta vegetariana estricta sin ningún tipo de proteína animal.
"Estos mayores riesgos de enfermedad neurológica entre los vegetarianos de 80 años no fueron enormes, pero está sucediendo algo que no deberíamos ignorar si deseamos que la ventaja de la dieta vegetariana prosiga para todos los vegetarianos en sus últimos años de vida", explica el epidemiólogo.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores usaron datos del Adventist Health Study-2, una cohorte masiva de casi 96.000 personas que se identifican como adventistas del séptimo día y que vivieron en Estados Unidos y Canadá entre los años 2022 y 2007, cuyo seguimiento se extendió hasta el año 2015. La particularidad de esta congregación religiosa son los preceptos frugales y ascéticos que siguen al alimentarse, evitando principalmente la carne.
En total se han analizado datos de 88.000 participantes, y se han catalogado al menos 12.500 muertes en la cohorte del estudio. Sus datos dietéticos se recopilaron mediante un cuestionario y se dividieron en cinco patrones diferentes: no vegetarianos, semivegetarianos, pescetarianos, ovo-lacto-vegetarianos y veganos.
Según los datos del estudio, el grupo de adventistas vegetarianos tenían un 12% menos de riesgo de mortalidad que los adventistas no vegetarianos. Por su parte, los adventistas pescetarianos tenían un 18% menos de riesgo de muerte, y los adventistas ovo-lacto-vegetarianos tenían un 15% menos de riesgo de muerte.
Los adventistas veganos, sin embargo, solo tenían un 3% menos de riesgo de muerte, aunque en este caso los hombres fueron los que menor riesgo tenían respecto a las mujeres. "Estos son algunos de los datos más claros que demuestran que los vegetarianos están más protegidos frente a la muerte prematura que los no vegetarianos", concluye Fraser.