Por qué el calor dispara las muertes por trombosis en España: a partir de 35 ºC "la sangre no circula bien"
Los expertos apuntan al sedentarismo y la deshidratación como posibles motivos por los que aumenta el riesgo con las altas temperaturas.
27 agosto, 2024 02:38Aunque en los próximos días se esperan chubascos en algunos puntos de España, el mes de agosto está transcurriendo con temperaturas por encima de lo normal. La Aemet prevé incluso que termine siendo uno de los tres más cálidos desde que se tiene registro. Es de sobra conocido que el calor extremo tiene un gran impacto en la salud. Aunque hay algunas patologías de las que no se tiene tanta conciencia, como es el caso de la trombosis.
"La sangre no circula bien del todo por el calor", señala a EL ESPAÑOL Juan Carlos Reverter, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH). Para este experto, hay dos escenarios relacionados con el calor que pueden provocar un aumento en el riesgo de la trombosis.
Por un lado, durante las temporadas con exceso de temperatura es posible que algunos factores de riesgo de la trombosis se agraven. "Con el calor el riesgo de deshidratación puede ser mayor y esto aumenta la viscosidad de la sangre", indica Reverter, quien también apunta a la falta de ejercicio físico como otro componente añadido a la dilatación vascular.
Otra posibilidad para que se incremente el riesgo es que se produzca un golpe de calor. En estos casos, aumenta la coagulación en exceso; y además de trombosis, también se producen hemorragias de forma simultánea. "Esta es una manifestación clínica francamente grave aunque, por suerte, poco frecuente".
En relación con el impacto que tiene el calor en la trombosis, el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), Andrés Cervantes, aseguró en una reciente entrevista que los días con más de 35 ºC podían agudizar esta patología, así como los eventos cardiovasculares y la enfermedad respiratoria.
Reverter, por su parte, cree que no se puede afirmar con rotundidad que a partir de un determinado valor aumenta el peligro. Sí que entiende que "es proporcional al aumento de las temperaturas". Y conforme se incrementen, no sólo afectará a las personas más vulnerables por sus patologías previas, sino que lo hará en toda la población.
Entre los factores de riesgo de la trombosis se encuentran la píldora anticonceptiva, el consumo de tabaco o haber sufrido cáncer. El estar sentado durante mucho tiempo en un coche o en un avión también puede incrementar el riesgo; por ello se ha acuñado el término "trombosis del viajero". Pero, en lo que se refiere al impacto por calor, el presidente de la SETH le da una mayor importancia a la edad avanzada.
La trombosis venosa (en la que más documentado está el vínculo con el calor, según Reverter) puede darse en cualquier grupo poblacional, aunque a partir de los 60 años se incrementa la probabilidad de sufrirla. Por ello, no solo tienen más riesgo por la trombosis, sino que también pueden verse más afectados por los efectos del calor.
Causa difícil de atribuir
Desde la SETH estiman que en España la trombosis venosa afecta a 1 de cada 1.000 personas al año. De ellos, fallecen entre un 5% y un 10%. En el mundo, se trata de la tercera causa de mortalidad cardiovascular, solo por detrás del infarto agudo de miocardio y el ictus. "Son muchos casos", lamenta Reverter, "pero no se ha hablado bastante de ello. Y de su relación con el calor, menos".
El también jefe de la Unidad de Hemoterapia y Hemostasia del Hospital Clínic de Barcelona es consciente de que percibir un incremento de casos "en el día a día de un centro" es difícil. También es complicado atribuir una trombosis al calor como principal causante. Aun así, y aunque no pueda cuantificarlo con certeza, cree que sí que se ven más casos.
El doctor Juan Carlos Souto, de la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Hospital Sant Pau, discrepa con Reverter al no encontrar evidencia suficiente como para asegurar que cuando se disparan las temperaturas también lo hacen los casos de trombosis: "El calor no es un factor de riesgo en sí mismo", comenta a este periódico.
Souto ejemplifica la falta de una sólida evidencia con una simple búsqueda en Pubmed, la mayor base de datos de estudios médicos. Cruzando los términos "trombosis venosa" y "calor" apenas aparecen 250 resultados en los últimos 60 años, cuando sólo con el nombre de la patología se alcanzan los 100.000.
Si se sustituye por "temperatura", el número de búsquedas se duplica en comparación con la anterior. Aunque los estudios resultantes no observan diferencias significativas entre los distintos periodos del año. "Puede que aumente durante las olas de calor. Pero no por las altas temperaturas, sino por algunos desencadenantes del calor", indica Souto acerca de las ya mencionadas consecuencias de la deshidratación o la falta de ejercicio.
Por este motivo, las recomendaciones de los especialistas son claras: moverse de forma periódica para no estar permanentemente con las extremidades inmóviles (una causa de la trombosis), mantener una buena hidratación y tratar de reducir la temperatura del entorno tanto como sea posible.