La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo, Derechos Sociales y Agenda 2030, ha advertido de la presencia de un alérgeno no declarado en el etiquetado de una marca de pasta popular producida en España. Esto supone un riesgo para los consumidores que padecen algún tipo de intolerancia alimentaria y que pueden ingerir este producto sin saberlo.
El alérgeno detectado pero no declarado en el etiquetado es la soja, y el producto afectado son los 'lazos de pasta de sémola y trigo duro' de la marca NATIVO con origen en España. El nombre específico del producto es 'Fideos de sémola y trigo duro (lazo grande)' envasados en bolsas de plástico de 400 g. El lote afectado es el P031320320 con fecha de consumo preferente de 16 de noviembre de 2025.
Como medida de precaución, Aesan insta a aquellas personas que sufren reacciones ante la soja a que se abstengan de consumir este producto en el caso de que lo tengan en casa, y que procedan a su devolución. Por el contrario, esta pasta puede ser consumida sin riesgo por todos aquellos que no presenten alergia o intolerancia a este alimento.
Aesan ha tenido conocimiento de esta notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias de Castilla y León a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), precisa el comunicado. Esta información ha sido trasladada a través del SCIRI, con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
Según la información disponible, la distribución inicial se ha producido en las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco. No es descartable, por otra parte, que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas.
¿Es una opción saludable?
La sémola es una harina más gruesa con la que se elabora la pasta y, en su mayoría, proviene del trigo. Cuando el producto está hecho con harinas que contienen su propio salvado se dice que son integrales porque tienen un menor índice glucémico al no haber perdido la fibra y eso repercute en un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas. De lo contrario, la sémola y la harina de trigo duro se considerarán carbohidratos refinados.
Aunque la pasta más habitual en España sea la fabricada con harinas refinadas, la más saludable es la integral. Todos los granos integrales contienen tres partes: el salvado, el germen y el endospermo. El salvado y la fibra se pierden durante el proceso de refinado pero, cuando se consume una pasta hecha con harina integral, este salvado y fibra disminuyen la descomposición del almidón en glucosa.
Así, al ingerir esta pasta rica en carbohidratos complejos se mantiene un nivel constante de azúcar en la sangre en lugar de causar picos abruptos. La fibra ayuda a reducir el colesterol en la sangre, así como a eliminar desechos de nuestro tracto digestivo.