Tener un déficit de proteínas en nuestra dieta tendría efectos negativos en la salud al provocarnos pérdida de masa muscular, debilidad, anemia o la debilitación del sistema inmunológico, entre otras patologías. Es por ello que una dieta equilibrada es fundamental, sobre todo si necesitamos suplir el aporte proteico de los alimentos de origen animal si somos veganos, por ejemplo. En este punto, se buscan alimentos que nos garanticen esos nutrientes y la espirulina es uno de los que más populares se ha hecho en los últimos años, siendo un suplemento alimenticio muy codiciado incluso en alta cocina.
Hablar de espirulina hace algunos años era del todo probable, pero ahora cada vez son más los que han incorporado a sus despensas este compuesto de alga que se obtiene a partir de las especies Arthrospira platensis y Arthrospira maxima, cianobacterias conocidas como algas azules y que, en su origen, estaban consideradas del género Spirulina, de ahí su denominación. Está considerado uno de esos alimentos a los que se les ha añadido el prefijo "súper" y forma parte de la lista de los 50 que mejoran nuestra salud.
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La espirulina aporta un alto porcentaje de proteínas de alta calidad, casi tres veces más que la carne de ternera, ácidos grasos omega 3 y vitaminas. También tiene más calcio que la leche. Se puede consumir en polvo, mezclada con otros alimentos, o en cápsulas, como un suplemento. Los orígenes de le extracción de esta alga nos llevan a las orillas del lago Chad, ubicado en África, donde se empezó a explotar comercialmente en 2007. Francia fue la pionera de su cultivo en Europa hace más de 20 años. A España llegó en 2017, según los datos del Ministerio de Agricultura, y un año más tarde se estaban extrayendo 0,648 toneladas.
Valor nutricional de la espirulina
Los nutricionistas valoran las ventajas de comer algas, especialmente para las personas que busquen perder peso, ya que su fibra ayuda a sentirnos saciados y tienen poco valor calórico. Mejoran la salud intestinal por sus prebióticos y en su perfil figuran grandes cantidades de antioxidantes que evitan el daño celular. Aunque la espirulina, en concreto, haya sonado como uno de los alimentos que fortalece el sistema inmune ante enfermedades como, en su caso, el coronavirus, lo cierto es que es un mito, como ha confirmado en un estudio la Academia Española de Nutrición y Dietética y el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.
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El valor nutricional por 100 gramos de espirulina es el siguiente: 290 calorías, 5,38 gramos de grasas totales, 23,9 gramos de hidratos de carbono, 57,47 gramos de proteínas, 1.900 miligramos de manganeso, 1.363 miligramos de potasio, 1.048 miligramos de sodio, 195 miligramos de magnesio, 119 miligramos de fósforo y 120 miligramos de calcio. Minerales como el manganeso influyen directamente en la salud ósea, mientras el potasio es un electrolito imprescindible para que el cuerpo realice funciones vitales que controlan, por ejemplo, la frecuencia cardíaca. El magnesio, por su parte, resulta imprescindible para más de 300 reacciones bioquímicas.
Proteínas de calidad de la espirulina
Las proteínas, que es uno de los nutrientes más destacados en la espirulina, representando más del 57% de su composición, hacen que sea el alimento con mayor cantidad proteica de cuantos están disponibles en el mercado. De alta calidad, formadas con aminoácidos que son, a su vez, pilares fundamentales para el organismo que el cuerpo no puede producir en su totalidad. Por eso, algunos deben ser adquiridos a través de la dieta. La función principal, como recuerda la Fundación Española de Nutrición (FEN), es formar y reparar las estructuras corporales, siendo el componente principal de las células.
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Elegir la mejor espirulina no es sencillo y conviene tener en cuenta diversos factores. Así, en cuanto al color, debe ser un verde oscuro para garantizar que no ha estado expuesta a la oxidación. Tiene que tener un olor suave y ser de un origen certificado, que dé garantías de su trazabilidad, además de no tener un alto grado de pureza y no incluir aditivos. La calidad del agua es básica en su cultivo, por lo que debe estar filtrada y con parámetros controlados, y su procesado es uno de los puntos más importantes: el secado industrial es más intenso que el artesanal y pierde cualidades.
Cómo tomar espirulina
La espirulina, como anticipábamos, se puede consumir en cápsulas y también en polvo. En el primer formato estamos sujetos a las especificaciones de cada fabricante, pero en el segundo podemos incorporarla a muchos de nuestros platos. Debemos tener en cuenta la cantidad adecuada, que para una persona no debería sobrepasar los 5 gramos diarios. En todo caso, advierten de que en los primeros días es común que duela un poco la cabeza y tengamos más sed de lo normal, pero forma parte de la normalidad de incorporarla a la dieta. Podemos espolvorearla en masas para hornear, así como en cremas, purés, batidos o revueltos, platos de pasta o ensaladas.