El beneficio de consumir frutas, verduras, frutos secos y granos integrales es sobradamente conocido. También se sabe que el consumo de legumbres es beneficioso, y suele agruparse junto a los anteriores grupos de alimentos. Pero la realidad es que su relación con la salud y la mortalidad no está tan clara en este caso.
Por ello, un grupo de investigadores ha llevado a cabo una revisión sistémica y un metanálisis de estudios prospectivos, con el objetivo de clarificar si realmente el consumo de legumbres es beneficioso, y sobre todo hasta qué punto y en qué cantidades. Sus conclusiones se han publicado recientemente en Advances in Nutrition.
Las legumbres son conocidas por su interesante perfil nutricional. Son ricas en proteínas, fibra dietética, vitaminas B, magnesio, potasio y diversos fitonutrientes. Además, poseen un índice glucémico bajo. Por este contenido nutricional, las legumbres se relacionan con múltiples beneficios para la salud y se suele recomendar su consumo habitual por parte de varias organizaciones de salud a nivel mundial.
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Sin embargo, existen algunas preocupaciones respecto a su contenido en los llamados "anti-nutrientes". Un ejemplo es el fitato, que ha demostrado no ser tan dañinos como se creía. De hecho, hasta el momento, el consumo de legumbres ha demostrado reducir el riesgo cardiovascular, el de varios tipos de cáncer y el de obesidad, pero no la diabetes tipo 2 o los accidentes cerebrovasculares.
Los investigadores responsables del actual estudio realizaron una revisión sistémica y metanálisis realizando una búsqueda bibliográfica sistémica en PubMed/Medline, Scopus, ISI Web of Science y Embase, teniendo en cuenta trabajos hasta septiembre de 2022. Se tuvieron en cuenta 31 publicaciones que abarcaban más de un millón de participantes. De media, los estudios tuvieron entre 3 y 26 años de seguimiento.
Según los hallazgos de la revisión, una mayor ingesta de legumbres se asociaría con reducciones del 6% y 9% respectivamente del riesgo de mortalidad por cualquier causa yy por accidente cerebrovascular en especial. Por cada aumento de 50 gramos diarios de legumbres, el riesgo de mortalidad por cualquier causa se reducía un 6%. Sin embargo, no hubo relación entre la ingesta de legumbres y las enfermedades cardiovasculares, enfermedades coronarias y mortalidad por cáncer.
En revisiones previas se habría sugerido que el consumo de la fibra de las legumbres podría dar lugar a una reducción de mortalidad por cualquier causa, y por enfermedad cardiovascular en especial, de entre el 15-30%. La actual revisión indicaría que las legumbres podrían colaborar en la cantidad de fibra consumida, pero por sí solas no serían suficientes en cuando a riesgo cardiovascular se refiere. En general, se estableció que un aumento de 50 g. en el consumo de estos alimentos se relacionaría con una reducción acumulativa de un 6% en el riesgo de muerte.
Respecto a los mecanismos que podrían explicar los beneficios de las legumbres, los investigadores sospechan que el potencial de las legumbres para reducir el colesterol sanguíneo tendría algo que ver. Tanto la fibra dietética, los fitoesteroles de algunas legumbres o las saporinas contribuirían a dicha reducción del colesterol sanguíneo. Además, las legumbres -exceptuando la soja- contienen carbohidratos de absorción lenta, que junto a la fibra reducen el índice glucémico de estos alimentos, algo que mejoraría el control de la glucosa en sangre.
Como conclusión, los autores recomiendan el consumo de legumbres por sus constatados beneficios, recordando que por cada 50 gramos de más diarios, el riesgo de mortalidad por cualquier causa se reduce. Y como limitaciones del estudio, los investigadores indican que la mayoría de trabajos no tuvieron en cuenta la forma de preparar y cocinar las legumbres, ni las diferencias regionales en cuanto a su consumo.