El innovador aperitivo saludable que triunfa en Mercadona: 100% natural y perfecto para adelgazar

Cuando hablamos de aperitivos se nos vienen a la cabeza un sinfín de opciones poco saludables, como las patatas fritas o los embutidos grasos, pero de un tiempo a esta parte en España hemos ido incorporando otras alternativas más saludables al picoteo, como es el caso de los dátiles. Con media decena de opciones con este fruto como protagonista, destacan en Mercadona los Dátiles Desecados con Hueso Hacendado a un precio asequible y conservando todas las propiedades y su valor nutricional. 

Phoenix dactylifera, la palma datilera o la palma real es una de las especies más notables del género Phoenix, que cuenta con otras distribuidas desde las islas Canarias hasta el Extremo Oriente, pasando por el norte de África y el sur de Asia. Sus frutos, destaca la Fundación Española de Nutrición (FEN), son oblongo-ovoides y miden de 3 a 9 centímetros, con un característico color naranja oscuro, cáscara lisa y pulpa carnosa y dulce. Los árabes, griegos, hebreos y egipcios ya apreciaban los beneficios de los dátiles y llamaban a la palmera el "árbol de la vida" o el "árbol de Dios".

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Los dátiles no son una fruta desecada a pesar de su consistencia y aspecto, puesto que no se dejan desecar después de su recolección, sino que ese proceso se produce al sol en el mismo árbol antes de recolectarlo. Las datileras dan fruto en diciembre, pero éstos se encuentran durante todo el año. Entre los más comercializados del mundo está el dátil tunecino Deglet Noor, de piel lisa y brillante, y el dátil Medjool, de piel arrugada y textura de caramelo. Además, los dátiles que se están cultivando en Elche también tienen una gran calidad. De hecho, en la localidad alicantina, la Asociación de Productores de Dátiles está trabajando para conseguir la marca de calidad de este producto y lograr así dotarlo de una mayor protección y promoción.

Los dátiles de Mercadona.

Los Dátiles Desecados con Hueso Hacendado se pueden comprar en los establecimientos de la cadena valenciana o en su tienda online en un paquete de 500 gramos por 2,95 euros. Se trata de un producto envasado por Agroserc SA en la localidad alicantina de Beneixama. Entre los ingredientes que figuran en su etiquetado nos encontramos únicamente los dátiles con hueso de origen tunecino y la advertencia de que pueden contener trazas de sulfitos, leche, soja, cacahuetes y frutos de cáscara.

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En su información nutricional se recogen los siguientes valores por cada 100 gramos de dátiles: 295 calorías, 0,5 gramos de grasas, 67 gramos de hidratos de carbono (63 gramos azúcares), 8,6 gramos de fibra alimentaria, 1,8 gramos de proteína y 0,03 gramos de sal. Los dátiles contienen muy poca agua de forma natural (menos de un 18%), que la distinción entre tomarlo desecado y en otras presentaciones es casi inexistente, motivo que explicaría que sea una bomba calórica y haya que andarse con ojo para no pasarnos y consumir muchas más calorías de las recomendadas a un adulto por día.

Cantidad y forma de consumo

Esto no quiere decir que el consumo del dátil esté desaconsejado ni mucho menos, puesto que se trata de un bocado rico en fibra (8,7%) y con otros nutrientes destacados como el potasio (750 miligramos por cada 100 gramos), calcio (68 miligramos), magnesio (59 miligramos), fósforo (57 miligramos) y niacina (2,9 miligramos). Así, al igual que ocurre con otros alimentos saludables, pero densamente calóricos, como pueden ser los frutos secos, la clave de un consumo saludable está en las cantidades. La FEN valora además que los dátiles aportan mucha energía al organismo y contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso, ayudando en la recuperación del cuerpo tras un esfuerzo y reforzando huesos y dientes. 

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El dátil se emplea en muchas ocasiones para aportar dulzor a otros alimentos porque tiene azúcares naturales que no suponen ningún problema si comemos la fruta íntegra porque su contenido en fibra reduce su índice glucémico. Sin embargo, las dudas comienzan cuando se trituran para hacer una especie de puré, puesto que sucede algo parecido a lo que ocurre cuando ingerimos el zumo de una naranja en vez de la pieza de fruta: los azúcares dejan de ser intrínsecos y se comportan como si fueran libres, añadidos, y su índice glucémico se eleva al haberse procesado y eliminado la fibra. De modo que no hay que confiarse usando los dátiles como un edulcorante inocuo.

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