El nuevo marisco que arrasa en Mercadona esta Navidad: sólo 62 calorías y es una bomba de omega 3

Como ingrediente estrella de un arroz, cortado en anillas para rebozarlo con huevo y harina a la romana o simplemente a la plancha con un poco de ajo y sal. Los calamares son uno de los alimentos más versátiles que nos llegan del mar y forma parte de la dieta mediterránea, siendo un bocado saludable que es bajo en calorías y supone una fuente de proteínas de calidad. Aunque consumir el producto fresco es lo más recomendable para aprovechar sus nutrientes, la opción del congelado es perfecta para disponer de ellos a diario y Mercadona ha querido ponerlo todavía más fácil con sus calamares limpios, listos para usar en cualquier situación sin el engorro de tener que perder tiempo limpiándolos.

Este Calamar Pequeño Limpio Patagónico Hacendado está a la venta en las tiendas físicas de la cadena valenciana de supermercados y también en su página web a un precio de 4,95 euros la bandeja de 300 gramos. Están envasados por el Grupo Profand, en Vigo, y en su lista de ingredientes figura el propio calamar patagónico (Loligo gahi), agua, sal y correctores de la acidez. Además, advierten que puede contener pescados y crustáceos. Si nos fijamos en su valor nutricional por 100 gramos de producto, un tercio de su contenido, tiene 62 calorías.

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Su contenido en grasas es de 1,5 gramos, de las que 0,8 gramos son saturadas, 0 gramos de hidratos de carbono, 12 gramos de proteína y 0,44 gramos de sal. Siendo un alimento con tan pocas calorías y bajo en grasa se perfila como una opción muy válida en las dietas de adelgazamiento siempre y cuando lo cocinemos de la manera más sana posible, que suele ser cocida, a la plancha, al horno o a la brasa. Además, otra de sus cualidades es su capacidad para dejarnos sensación de saciedad y evitar, por lo tanto, el picoteo entre otras. 

El calamar es un molusco cefalópodo que pertenece a la familia loliginidae y toma su nombre de su concha, que está reducida a una fina lámina transparente en forma de pluma que lleva en su interior y de la bolsa de tinta que posee, pareciéndose a un tintero antiguo o calamario. Suelen medir entre 10 y 25 centímetros y viven mar adentro, a más de 200 metros, pero se acercan a la costa entre abril y diciembre, que es la época en la que se juntan en pequeños bancos para reproducirse. 

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Apuntan desde la Fundación Española de Nutrición (FEN) que sus áreas de distribución son el Mediterráneo y el Atlántico oriental, desde el Mar del Norte al Golfo de Guinea. Está disponible todo el año en el mercado, pero se considera que el de mejor calidad es el que se captura en otoño e invierno. Subrayan que su perfil nutricional destaca por las proteínas, ácidos grasos omega 3, selenio, yodo, fósforo, niacina vitamina B12 y vitamina E. Se trata del cefalópodo con mayor contenido en colesterol, por lo que estaría desaconsejado su consumo por parte de las personas que presenten altos niveles en sangre.

Complementando esos importantes beneficios cuando se busca bajar de peso, los calamares también poseen otras cualidades como aportar un extra de energía gracias a sus minerales y proteínas. Asimismo, su contenido en yodo es apreciado por las personas que tienen problemas de regulación de la glándula tiroides. Fortalecen además el cabello, las uñas y los dientes por sus vitaminas y el colágeno que contienen. Además de todo ello, como anticipábamos, es un ingrediente que combina prácticamente con todo y su sabor suave suele tener una gran aceptación. 

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Tener en el congelador el Calamar Pequeño Limpio Patagónico Hacendado es una forma cómoda y accesible de disfrutar de este cefalópodo todo el año y tener casi listo para usar en diversas recetas. No obstante, debemos adquirir este tipo de alimentos de forma que nos garanticen la trazabilidad, como es el caso. Un estudio sobre el comercio de pulpos y calamares que fue publicado en la revista Scientific Reports, enumera que debe estar etiquetado y certificado como mínimo para garantizar la seguridad en su consumo. Con todo, advierten que todavía queda mucho por hacer en este ámbito y que no existen normativas específicas ni sistemas de seguimiento.

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