La presencia de frutas exóticas cada vez es mayor en las fruterías españolas. Los caquis son un calor ejemplo: esta deliciosa fruta de origen asiático se va abriendo paso con rapidez tanto en los cultivos como en los lineales de los supermercados. Mercadona tiene bastante que ver con su expansión, puesto que en los últimos años ha hecho una fuerte apuesta por los Caquis Persimón, incrementando el volumen de su distribución.
La cadena de supermercados valenciana oferta sus caquis por piezas individuales, de unos 250 gramos aproximadamente y a un precio de 0,62 euros, y también en envases de un kilo por 2,29 euros, equivalente a seis piezas de fruta. Son de la variedad Rojo Brillante que se comercializan bajo el sello de calidad del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Kaki Ribera del Xúquer, reconocida como denominación protegida en 2001 por la Unión Europea.
Persimon es, de hecho, una marca comercial registrada por parte del Consejo Regulador. Mercadona ha venido aumentando el volumen de compra de estos caquis. De 2019 a 2020 han comprado un 10% más, pasando de 6.000 a 7.000 toneladas. Lo hizo colaborando con la cooperativa valenciana de segundo grado Anecoop, que suministra a través de la Cooperativa Nuestra Señora del Oreto de L'Alcudia, la Cooperativa San Bernat de Carlet y la Cooperativa del Marquesado de Llombai.
Los caquis adelgazan
La campaña de los caquis comienza en el mes de octubre y se prolonga hasta mediados de enero. En este sentido, Mercadona se suma una vez más a la iniciativa Frutas y Verduras de Temporada del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta fruta es originaria de China y Japón, donde se cultivan desde el siglo VIII, y llegaron a Europa a finales del siglo XIX. Además de ser muy versátiles y apreciadas en la repostería, tienen un perfil nutricional muy apreciado por la cantidad de beneficios que aportan.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN) 100 gramos de caqui contienen 73 calorías, 0,7 gramos de proteína, 0,3 gramos de grasas totales, 16 gramos de hidratos de carbono, 1,6 gramos de fibra y 81,4 gramos de agua. Entre los minerales que aporta destacan 8 miligramos de calcio, 9,5 miligramos de magnesio, 190 miligramos de potasio y 22 miligramos de fósforo. Aunque la concentración es distinta entre las diferentes variedades, todos ellos son ricos en criptoxantina-beta, un carotenoide que reduce la grasa y combate el estrés oxidativo.
Beneficios para el corazón
Tomar un caqui al día es muy beneficioso en varios aspectos. Uno de ellos tiene que ver con la salud cardiovascular, como han estudiado investigadores que publicaron sus conclusiones en el Journal of Agricultural and Food Chemistry. Comparando esta fruta con la manzana, constataron que tiene mayor concentración de fibra, minerales y compuestos fenólicos.
Estos son fundamentales para combatir la arterioesclerosis, una placa compuesta por grasas, colesterol y otras sustancias que se deposita en las paredes de las arterias, estrechándolas y causando enfermedades, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El contenido en cobre de los caquis ayuda a la circulación sanguínea porque se trata de un elemento esencial para absorber nutrientes y crear glóbulos rojos. Su vitamina A ayuda a mantener una buena salud visual y su aporte de fibra, casi el 20% de la cantidad diaria recomendada, ayuda al cuerpo a procesar los alimentos estimulando el tracto digestivo, aumentando las secreciones de jugos gástricos y ayudando a las personas con problemas de estreñimiento o diarrea.
Una bomba antioxidante
Todos los antioxidantes que podemos encontrar en los caquis, como el betacaroteno o la luteína, además del licopeno y la criptoxanina, contribuyen a combatir el estrés oxidativo causado por los radicales libres y causante de un gran número de patologías tan diversas como el cáncer, la diabetes o el alzhéimer.
Finalmente, los 66 mg de vitamina C que nos aportan 100 gramos de caquis ―más que la naranja― estimulan el sistema inmunológico y aumentan la producción de glóbulos blancos. Se trata de la barrera de defensas del organismo contra las infecciones microbianas, virales y fúngicas.
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No obstante, no solamente en la pulpa jugosa del caqui están sus nutrientes. Investigadores del grupo de Industrialización de Productos de Origen Animal (IPOA) del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental (CIAGRO) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han desarrollado una harina a partir de la piel y otros sobrantes de la elaboración de zumo. Un alimento con propiedades antioxidantes, colorantes, espesantes y nutritivas que se puede emplear en la elaboración de yogures, patés, salsa, pastas y repostería.