Todavía no existen estadísticas al respecto, pero, seguramente, cada pocos segundos una persona pide en España un pincho de tortilla de patata. Este bocado es, sin duda, uno de los más populares en los bares de nuestro país y buena parte de su éxito se debe a que nos apetece a cualquier hora del día. Es una elección indispensable cuando tomamos el aperitivo fuera de casa o cuando comemos o cenamos de tapeo, pero también se ha ganado un puesto de honor en nuestra hora del desayuno.
Por desgracia, la tortilla de patata —y más si va acompañada de un buen pedazo de pan— se debe guardar para ocasiones contadas. Esto se debe a que es una receta con una alta cantidad de calorías y, además, pocos nutrientes interesantes para la salud: aporta demasiados carbohidratos y grasas. El primer paso para hacer uno de estos pinchos es pelar las patatas —y con la piel se va la mayoría de la fibra y la vitamina C— y freírlas en aceite —aumentando muchísimo sus calorías porque la patata absorbe este líquido—.
Para rematar, colocamos la porción de tortilla sobre un trozo de pan, que casi siempre está elaborado con harinas refinadas. El pan blanco y las patatas —a las que, según la Universidad de Harvard, no deberíamos tratar como una hortaliza más— tienen en común su alto contenido de carbohidratos de rápida absorción. Es decir, que después de comerlos provocan una subida acelerada de nuestros niveles de azúcar en sangre y, en consecuencia, aumentan nuestro riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.
[Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas un pincho de tortilla cada día]
Si nuestra dieta es, en general, saludable, no debemos preocuparnos por tomar de vez en cuando un pincho de tortilla de patata. De todas formas, existen desayunos, tapas y aperitivos igualmente deliciosos y que se pueden tomar de manera más habitual. A continuación, cuatro alternativas al pincho de tortilla de patata que recomiendan los nutricionistas.
El pan con tomate
Uno de los mejores sustitutos del pincho de tortilla como desayuno es el clásico pan con tomate que se desayuna en muchas zonas de España. Ahora bien, para hacerlo recomendable para el día a día tenemos que cambiar el pan blanco que solemos preferir por pan integral, que conserva más cantidad de fibra y de minerales.
Esto se debe a que este tipo de pan está elaborado con harinas de grano completo, es decir, en las que se mantiene el salvado. Gracias a este contenido, el pan integral tiene un índice glucémico menor, que significa que después de comerlo los niveles de glucosa en sangre aumentan de manera lenta y sostenida, reduciendo el riesgo de enfermedades.
Las gildas
Los pinchos de encurtidos son todo un clásico en los bares de España: algunas son las banderillas y otras, más típicas del norte, son las gildas. Ahora bien, no son lo mismo. Las gildas consisten en una combinación de aceitunas, guindillas y una anchoa ensartada en un palillo. Todos estos alimentos se consideran muy saludables.
Los encurtidos son vegetales muy bajos en calorías, aunque las aceitunas son una excepción debido a sus grasas saludables. En todo caso, las aceitunas son un bocado muy saludable, como la anchoa, que contiene grasas cardiosaludables propias del pescado azul. El único inconveniente es que algunos encurtidos contienen demasiada sal.
Los pistachos
Si lo que estamos buscando es un aperitivo o una comida entre horas que sea saludable, los frutos secos son la respuesta. Los frutos secos contienen un buen aporte de proteínas vegetales y de grasas cardiosaludables, pero no les damos la importancia en nuestra dieta que se merecen. Por esta razón, incorporarlos en el aperitivo es una opción muy positiva.
En concreto, los pistachos son una fuente de grasas cardiosaludables que contribuyen a reducir la hipertensión, los niveles de colesterol y el riesgo de sufrir diabetes. Además, los pistachos destacan por su alto contenido en vitamina E, un compuesto con poder antioxidante que combate el daño celular provocado por los radicales libres.
El pulpo
Otra tapa muy típica de España que es muy saludable es la ración de pulpo. Lo es porque contiene muy pocas calorías y la mayoría de ellas provienen de su contenido en proteínas. Al ser de origen animal, estas proteínas son de alta calidad biológica; es decir, contienen todos los aminoácidos esenciales y que, por lo tanto, hay que incorporar por la dieta.
En cuanto a sus micronutrientes, el pulpo es rico en minerales como el selenio, que tiene función antioxidante y contribuye a la salud reproductiva y al refuerzo de nuestro sistema inmune. Las tapas de pulpo en España se suelen servir á feira y, por eso, contienen patata. Ahora bien, esa patata es cocida y es mucho más saludable que la del pincho de tortilla.