Las frutas son alimentos cargados de nutrientes muy saludables, contienen mucha agua y también fibra. Por esta razón, el número de calorías que contiene una fruta —que, en el caso de estos alimentos, casi siempre es bastante bajo— no tiene demasiada importancia. Lo realmente importante es incorporarlas a menudo en nuestra dieta diaria y el verano es una ocasión muy buena: los mercados en España se llenan de algunas de nuestras frutas preferidas.
El melón, el melocotón o las cerezas son algunas de las frutas que están de temporada durante la época estival y que son muy apreciadas por su sabor y su dulzor. Pero, además de ser deliciosas las frutas de verano contienen una gran cantidad de agua que nos ayuda a mantenernos hidratados justo en la estación en la que más lo necesitamos. Precisamente, ese alto contenido de agua es lo que hace que estas frutas tengan un número muy bajo de kilocalorías.
La fruta del verano —y de todas las temporadas— que tiene menos calorías es la sandía porque es la fruta que más agua contiene de todas: cada 100 gramos de esta fruta aportan unas 21 kilocalorías. En el otro extremo, la fruta con más kilocalorías del verano es el higo. En realidad, los higos son, botánicamente, flores invertidas, pero debido a su valores nutricionales son considerados dentro del grupo de las frutas. En cuanto a su valor energético, aportan 85 kilocalorías por cada 100 gramos.
Azúcar y fibra
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), los mayores componentes que aportan los higos son el agua y los hidratos de carbono. Estos últimos son, concretamente, la glucosa, la fructosa y la sacarosa; es decir, azúcares que, en este caso, son considerados como saludables por ser intrínsecos. Esto quiere decir que se encuentran dentro de su matriz de fibra y, gracias a ello, pasan a la sangre de manera lenta y sostenida, tienen un índice glucémico bajo.
Precisamente, el higo es muy famoso por su contenido de azúcar: después de los plátanos, las chirimoyas y las uvas, es la fruta que más cantidad de este nutriente contiene, según este artículo de EL ESPAÑOL. Además, el azúcar de su composición es el responsable de su característico sabor dulce. Pero, además de ser una de las frutas con más azúcar, los higos también se encuentran en lo más alto de la lista de frutas con más proporción de fibra junto al plátano o las moras.
[No, no es lo mismo un higo que una breva: estas son las principales diferencias]
El 2,5% de la composición del higo está formado por fibra y es un componente que tiene muchos beneficios para nuestra salud. Probablemente, el beneficio más conocido de la fibra tiene que ver con la salud intestinal y se debe a que la fibra ayuda a mantener en buen estado nuestra flora bacteriana. Pero, además, la fibra es beneficiosa para nuestra salud cardiovascular porque cuando se encuentra en el sistema digestivo es capaz de atrapar el exceso de grasas o azúcares que favorecen la mala salud circulatoria.
Proteínas completas
Los higos también contienen proteínas y, aunque se encuentran en un porcentaje muy bajo, la FEN destaca que contienen todos los aminoácidos esenciales. Es decir, aquellos componentes de las proteínas que sólo podemos obtener a través de la alimentación. Normalmente, los alimentos vegetales suelen carecer de alguno de estos aminoácidos, mientras que los de origen animal los contienen todos. Eso sí, los higos no son considerados como una fuente de proteínas y es que sólo un 1,2% de su composición está formado por éstas.
En cuanto a su contenido de vitaminas y de minerales, el higo destaca por contener potasio y vitamina B6. "El primero es un mineral que ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a mantener un ritmo cardíaco constante, mientras que la segunda produce anticuerpos para combatir enfermedades, mantiene la función neurológica normal y fabrica hemoglobina", se explica en este artículo de EL ESPAÑOL.