El edamame es un tipo de preparación de las vainas de soja inmaduras, que, básicamente se hierven en agua y sal. Son un elemento básico en cualquier restaurante asiático. El nutricionista Carlos Ríos, padre del movimiento Realfooding, señala este alimento como un snack ideal. Su fama se ha acrecentado tanto, que es habitual encontrarlo agotado en Mercadona, donde se puede comprar congelado por 1,50 euros.
El éxito del edamame radica en lo saludable que es y que funciona muy bien como sustituto de los snacks habituales, una manera sana de picar entre horas. "Los edamames son uno de los snack realfooder más poderosos", revela en su página de Facebook, "Son ricos en antioxidantes saludables, fáciles de hacer y un vicio para comer" continúa.
Preparar el edamame es muy fácil, según cuentan desde la red de supermercados valenciana, basta con introducir las vainas de soja verde, sin descongelar, en agua hirviendo con sal entre 3 y 5 minutos y escurrir. Se pueden servir de múltiples formas, con sal en escamas y semillas de sésamo, solas, con pimentón o salsa de soja o incluso como acompañamiento de carnes o pescados.
Pocas calorías
Estas judías están además tostadas y su valor energético es de 130 kilocalorías cada 100 gramos. Tiene un alto aporte de proteína vegetal con 11 gramos y 10 gramos de hidratos de carbono, con un bajo aporte de grasas, en concreto tan solo 4 gramos. "El edamame es un snack perfecto para combatir el estreñimiento por la cantidad de fibra que tiene, alrededor de 18,6 gramos", explica Concepción Martínez, nutricionista deportiva.
Favorece la digestión
El edamame mejora el tránsito intestinal, promoviendo una buena digestión, reduciendo por ello los niveles de glucosa y protegiendo al organismo de sufrir diabetes tipo 2. Su aporte en hidratos de carbono dota de energía al cuerpo, favoreciendo además la saciedad, por lo que es perfecto para dietas de pérdida de peso.
También tienen un efecto antioxidante que promueve la eliminación de radicales libres, previniendo el envejecimiento celular. Además, gracias al aporte de zinc y cobre que tienen estas judías, son unas aliadas del sistema inmune, ya que varios estudios han revelado que una carencia de estos elementos en el organismo tiene un efecto negativo. En concreto, las células del sistema inmune, como los linfocitos T o los macrófagos, ven alterada su función, por lo que el organismo se vuelve más propenso a contraer infecciones y desarrollar enfermedades.
Previene la osteoporosis
Este alimento también es eficaz contra la depresión, gracias a la prevención de un exceso de homocisteína en el cuerpo, que evita que la sangre y otros nutrientes lleguen al cerebro. El exceso de este aminoácido interfiere en la producción de las hormonas del bienestar como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, que regulan no sólo el estado de ánimo, sino también el sueño y el apetito.
Estas judías también contienen otros nutrientes como minerales y vitamina C, B3, potasio, calcio, hierro y magnesio, lo que las convierte en un alimento perfecto para prevenir la artritis y la osteoporosis. Asimismo, son aptas para diabéticos y celíacos. Aunque están contraindicadas para pacientes con hipotiroidismo. Además, no hay que olvidar que para que las propiedades de un alimento funcionen, debe de formar parte de un buen plan de alimentación y buenos hábitos alimenticios.