El edamame es, desde hace muchísimo tiempo, uno de los platos más tradicionales de la cocina asiática. Esta receta, que se elabora con vainas de soja hervidas y con una pizca de sal, suele tomarse a modo de aperitivo en muchos restaurantes chinos y japoneses de nuestro país. Así, su popularización ha provocado que, tal y como ha ocurrido con el guacamole mexicano o con el hummus árabe, las grandes cadenas de supermercados, desde Mercadona hasta Carrefour pasando por Alcampo, se hayan lanzado a comercializarlo en distintos formatos.
España es un país en el que la tasa de obesidad y sobrepeso en la población se ha disparado en los últimos tiempos. El último estudio en dar la voz de alarma fue publicado hace apenas unos meses en la Revista Española de Cardiología. En este trabajo se alertaba de que 24 millones de españoles tenían sobrepeso ya en 2016 y que, de mantenerse la tendencia actual, la cifra podría elevarse hasta los 27 millones en 2030. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Fundamentalmente, comiendo mal. O, más bien, comiendo lo que no debemos: alimentos ultraprocesados y opciones superfluas que dinamitan nuestra dieta y nuestra salud.
Si a esta circunstancia añadimos que comer se ha convertido en un acto que hacemos más por aburrimiento (sobre todo con los picoteos entre horas) que por una necesidad fisiológica real, el cóctel resulta explosivo para nuestra salud. Por eso, muchos nutricionistas recomiendan sustituir la tradicional bolsa de patatas fritas, el sándwich de la máquina de vending, o la palmera de chocolate que tomamos para merendar, por otro tipo de alimentos mucho más saludables y con una capacidad saciante mucho mayor: desde los frutos secos hasta los crudités de zanahoria, pasando por el propio edamame.
Pero, ¿qué propiedades tienen las vainas de soja que conforman el edamame? Tal y como explicaba en su cuenta de Instagram el dietista-nutricionista Carlos Ríos, cerebro pensante detrás del movimiento realfooding ("un estilo de vida basado en comer comida real y evitar los ultraprocesados"), el edamame es "rico en antioxidantes saludables". Estas propiedades se las otorgan unos compuestos químicos llamados isoflavonas, cuyas bondades cardioprotectoras y antitumorales han sido refrendadas por numerosos estudios.
Este 'snack' además, como el resto de recetas elaboradas con soja y pese a su origen vegetal, es rico en proteínas e hidratos de carbono. Por ejemplo, si nos fijamos en la etiqueta del edamame que comercializa Mercadona, 100 gramos de esta legumbre aportan 10 gramos de hidratos de carbono y 11 gramos de proteínas. Además, el edamame también es rico en ácidos grasos omega y micronutrientes como el calcio, el magnesio y el potasio.
Pero su valor como snack proviene, como en el resto de alimentos que los especialistas recomiendan para picar entre horas, en la cantidad de fibra alimentaria que incorpora. En concreto, en 100 gramos de estas vainas de soja podemos encontrar 5,2 gramos de fibra. Esta cantidad es similar a la que podrían aportarnos algunos cítricos como la naranja (4,4 gramos) o el pomelo (3,7 gramos), y muy por encima del aporte de fibra de hortalizas de hoja verde como las acelgas (1,6 gramos) o las espinacas (2,2).
Los especialistas advierten que, pese a ser una receta se hace hervida, conviene mucho vigilar la cantidad de sal que le añadimos, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no sobrepasar los cinco gramos de sal al día. Al margen de esto, se trata de una receta que, tal y como advertía el propio Ríos en su post de Instagram, también se puede elaborar con aceite de oliva virgen extra o incluso con curry.
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