La idea de que un 'consumo moderado' de alcohol puede ser seguro o incluso saludable ha ido decayendo en los últimos años. Al contrario, se ha relacionado con problemas como la hipertensión arterial, la obesidad, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer o las enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, un nuevo estudio habría encontrado un factor positivo, siempre que la copa de vino se consuma bajo supervisión médica y sin condiciones preexistentes de riesgo.
Esto consumo moderado se define como un vaso de vino u otra bebida alcohólica al día para las mujeres y hasta dos vasos diarios para los hombres. Esto equivale a un máximo de 14 gramos, o unos 150 ml, de vino al día para las mujeres y hasta 28 gramos, o unos 300 ml, de vino al día para los hombres. Estudios previos ya habían identificado riesgos asociados a estas cantidades, por lo que la recomendación final pasaba por evitar en lo posible el alcohol.
Para quien lo consume a pesar de todo, los análisis de los datos de salud de casi 312.400 bebedores actuales sugiere que el consumo de alcohol, sobre todo de vino, con las comidas está asociado a un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según una investigación preliminar que se presentará en la Conferencia de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2022 de la Asociación Americana del Corazón, y que recoge Europa Press.
"Los efectos del consumo de alcohol en la salud se han descrito como un arma de doble filo debido a sus aparentes capacidades para cortar profundamente en cualquier dirección: perjudicial o útil, dependiendo de cómo se consuma", recuerda el autor del estudio Hao Ma, un analista bioestadístico en el Centro de Investigación de la Obesidad de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos.
"Los ensayos clínicos han constatado que el consumo moderado de alcohol puede tener algunos beneficios para la salud, entre ellos, para el metabolismo de la glucosa. En nuestro estudio, tratamos de determinar si la asociación entre la ingesta de alcohol y el riesgo de diabetes de tipo 2 podría diferir según el momento de la ingesta de alcohol con respecto a las comidas", prosigue Ma.
En este estudio, los investigadores examinaron específicamente el efecto que el consumo moderado de alcohol puede tener en relación con la diabetes tipo 2 de nueva aparición entre todos los participantes del estudio entre 2006 y 2010. Los participantes no tenían diabetes, enfermedades cardiovasculares ni cáncer en el momento de inscribirse en el estudio. La edad media de los participantes era de unos 56 años, algo más de la mitad eran mujeres y el 95% eran adultos de raza blanca.
Según el análisis durante una media de casi 11 años de seguimiento, unos 8.600 de los adultos del estudio desarrollaron diabetes de tipo 2. El consumo de alcohol con las comidas se asoció a un riesgo 14% menor de desarrollarla en comparación con el consumo de alcohol sin comer.
El beneficio potencial del consumo moderado de alcohol sobre el riesgo de diabetes de tipo 2 fue evidente sólo entre las personas que bebieron alcohol durante las comidas, aunque en este estudio no se recogió el momento específico de las comidas. La asociación beneficiosa fue más común entre los participantes que bebían vino frente a otros tipos de alcohol. Una mayor cantidad de cerveza o licor se asoció con un mayor riesgo de diabetes.
"El mensaje de este estudio es que beber cantidades moderadas de vino con las comidas puede prevenir la diabetes de tipo 2 si no se tiene otra condición de salud que pueda verse afectada negativamente por el consumo moderado de alcohol y en consulta con el médico", resume Ma.
Un resultado polémico
A pesar de los resultados de este sólido análisis de bebedores sanos, la relación entre el consumo de alcohol y la diabetes de tipo 2 de nueva aparición sigue siendo controvertida, recuerda el doctor Robert H. Eckel, de la FAHA, expresidente (2005-2006) de la Asociación Americana del Corazón, que no participó en el estudio.
"Estos datos sugieren que no es el alcohol de las comidas, sino otros ingredientes del vino, tal vez los antioxidantes, los que pueden ser el factor que reduzca potencialmente la diabetes de tipo 2 de nueva aparición. Aunque hay que definir el tipo de vino, tinto o blanco, y validar estos hallazgos y los mecanismos de beneficio, los resultados sugieren que si se consume alcohol con las comidas, el vino puede ser una mejor opción", señala Eckel, profesor de medicina, emérito de la División de Endocrinología, Metabolismo y Diabetes y de la División de Cardiología del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado.