La hipertensión, la diabetes tipo 2 y la hipercolesterolemia son los factores de riesgo cardiovascular más extendidos en España, al igual que en el resto de países europeos. Reducir estas patologías, ya sea mediante la dieta, el estilo de vida, los suplementos o los fármacos, es uno de los objetivos primordiales de las políticas de salud pública desde hace años.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de Italia y Bahrein han ideado una nueva forma de reducir el colesterol mediante suplementación nutricional. Se consigue combinando dos tipos de extractos: bergamota -un pequeño cítrico aromático- y alcachofa.
Los suplementos con extractos alimentarios naturales no son nuevos como forma de tratamiento contra el colesterol. De hecho, la levadura roja de arroz es uno de los suplementos más consumidos como alternativa a las conocidas estatinas contra el colesterol. La bergamota, una fruta híbrida entre limón y naranja amarga típica del sur de Italia, también es un suplemento usado en este ámbito.
En estudios previos ya se habría sugerido que la bergamota sería eficaz para modular el colesterol sanguíneo, aunque algunas personas no responden bien a esta suplementación natural. Esto tendría origen en diversos factores, como es la dieta basal, la microbiota o las variantes genéticas previas.
Teniendo esto en cuenta, los investigadores responsables del nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nutrients idearon una nueva combinación: 600 mg de fitosoma de bergamota (Citrus Bergamia Risso) y 100 mg de extracto seco de hoja de alcachofa (Cynara cardunculus).
El estudio consistió en un ensayo clínico controlado con placebo, doble ciego, de 2 meses de duración. En total participaron 60 adultos de entre 18 y 65 años, con sobrepeso e hipercolesterolemia leve (220-280 mg/dL), divididos al azar en dos grupos. 30 de los participantes recibieron el suplemento anticolesterol y los otros 30 recibieron un placebo.
En todos los casos se realizaron medidas de peso, altura, IMC, composición corporal de masa grasa y masa magra mediante DXA. También se evaluaron diversos parámetros metabólicos, haciendo hincapié en el perfil lipídico. Todas las medidas se evaluaron al inicio del estudio, a los 30 días y a los 60 días.
Según los resultados del estudio, tras el paso de 2 meses, el grupo que tomó suplementación combinada logró reducir hasta 13 mg/dL de colesterol total, en comparación al grupo placebo, que incluso registró aumentos de 1 mg/dL de colesterol total de media.
Por su parte, el colesterol LDL o "colesterol malo" también llegó a reducirse hasta 17 mg/dL de media en el grupo con suplementación. Por su parte, el colesterol HDL o "colesterol bueno" aumentó hasta 4.39 mg/dL de media en el grupo suplementado.
No hubo cambios a nivel de otros parámetros, como triglicéridos o glucemia sanguínea, aunque estos parámetros se encontraban en un rango normal al inicio del estudio.
Como bien indican los investigadores, este sería el primer estudio que evalua la combinación entre bergamota y extracto de alcachofa contra el colesterol, logrando resultados significativos en pacientes con poco éxito con la bergamota por sí sola.
Así mismo, recuerdan que la evidencia actual indica que por cada 1 mg/dL de reducción de niveles de colesterol LDL, el riesgo relativo de sufrir enfermedad cardiovascular se reduce un 1%, por lo que las reducciones logradas mediante esta suplementación combinada sí podrían ser clínicamente significativas.
Además, también hubo mejoras a nivel de porcentaje de grasa corporal, peso total y circunferencia abdominal, todos ellos factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares. No se trató de disminuciones drásticas, pero sí significativas.
A pesar de todo, los autores son conscientes de las limitaciones del estudio. La muestra de participantes fue pequeña, y el estudio fue de corta duración; de hecho en la consulta médica habitual los cambios de tratamiento con fármacos contra el colesterol se suelen evaluar cada 3-4 meses como mínimo, y el estudio apenas duró 2 meses.
Por otro lado, solo se analizaron casos de personas que respondían mal a la bergamota en monoterapia. Finalmente, no se tuvieron en cuenta algunos factores, como la sensación de hambre de los participantes por ejemplo.
Aún así, la conclusión de los autores es que labergamota y el extracto de alcachofa podrían ser un tratamiento alternativo beneficioso para los pacientes que sufren de hipercolesterolemia leve, y que no responden bien a la bergamota sola como suplemento.