El desayuno es una de las comidas más importantes del día para muchos de los habitantes de España, aunque no tanto para otros. Cabe recordar que, aunque por costumbre así lo sea, el desayuno ni es necesario ni debe ser por sí mismo "la comida más importante". Se trata de una comida más, que puede hacerse o no dependiendo de la forma de comer de cada individuo.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los españoles desayuna, sobre todo en caso de niños y adolescentes, y por dicho motivo un grupo de investigadores de Zaragoza, compuesto por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERObn) del Instituto Carlos III, ha elaborado una revisión sistémica al respecto. Y, en este caso, parece que la opción de saltarse el desayuno no es la mejor.
Como bien recuerdan los autores, cuyo estudio se ha publicado recientemente en la revista Nutrients, el desayuno representa una importante fuente de nutrientes en la dieta del día a día entre los grupos de población más joven, aunque durante la adolescencia hay cada vez más individuos que suelen saltarse esta comida.
¿Hay que desayunar?
De hecho, no son pocos los estudios que relacionan el desayuno con cierta protección contra la obesidad y el aumento de grasa corporal. En este sentido, otros estudios han confirmado que las personas que se saltan el desayuno tienen una mayor tendencia a la obesidad y a sufrir un déficit de vitaminas.
En adolescentes en particular, se ha observado que aquellos que sí desayunan habitualmente tienen más probabilidades de cumplir con las ingestas recomendadas de minerales, como hierro, calcio, zinc, magnesio o cobre, y de vitaminas A, B, C, D, E y folato, pero aún no se había realizado un análisis sistemático de estas asociaciones, hasta ahora.
Sin embargo, el desayuno más popular actualmente son los cereales preparados, los cuales se consumen cada vez más entre niños y adolescentes, en lugar de otras alternativas más saludables. Y, precisamente ese tipo de cereales se habría relacionado con una mayor probabilidad de cumplir con una buena ingesta de nutrientes, a pesar de todo.
El dilema de los cereales
En este caso, los investigadores realizaron una búsqueda de estudios para detectar una asociación entre el desayuno y la ingesta diaria de micronutrientes en niños y adolescentes de entre 2 y 18 años. Inicialmente evaluaron hasta 3.188 estudios con dichas características, teniendo en cuenta el perfil del consumidor de cereales preparados, otros tipos de desayuno, o la opción de no desayunar. Finalmente, se trabajó solo con 33 artículos en la revisión sistémica inicial y 7 en el metaanálisis.
Según sus resultados, en general, desayunar era mejor que no hacerlo: los niños y adolescentes que sí desayunan suelen consumir una mayor cantidad de vitaminas y minerales.
En 22 de los 33 estudios analizados, el desayuno más popular eran los cereales preparados, elaborados con cereales procesados o integrales, y en otras ocasiones endulzados o sin endulzar. Sin embargo, se sabe que en el mercado la mayoría de estos tipos de cereales suelen ser procesados y ricos en azúcares y grasas añadidas.
Aún así, varios estudios sugieren que el consumo de estos cereales preparados se asociaría, a su vez, con una dieta más saludable en general, a pesar de que otros trabajos también observan que dicho consumo hace que el azúcar consumido del día a día también aumente proporcionalmente.
Si bien es cierto que algunos cereales preparados tienen un alto contenido en fibra y han sido fortificados con vitaminas y minerales, y suelen ser bajos en grasas, también suelen tener unos elevados niveles de carbohidratos de rápida absorción y azúcares añadidos.
Ventajas e inconvenientes
Por tanto, como bien indican los autores, los cereales como desayuno tendrían algunas ventajes e inconvenientes: por un lado, como ventajas, y como comprobó esta revisión, el consumo de cereales preparados aumentaría la ingesta de vitaminas A, B, C y ácido fólico. Además, también se observó que el mero hecho de desayunar solía contribuir a que los niños fuesen más proclives al consumo de frutas, pan o leche, además de los cereales, también durante el desayuno.
Por su parte, el consumo de cereales preparados también aumentaría la ingesta de minerales esenciales como calcio, hierro, sodio, magnesio, zinc, potasio, fósforo, yodo y cobre. Esto se deberia, como también puntualizan los investigadores, al hecho de que aproximadamente el 92% de los cereales preparados actuales están fortificados con nutrientes esenciales.
Sin embargo, como inconvenientes, los autores señalan la importancia de conocer el perfil nutricional de los cereales preparados: la mayoría de ellos contienen un elevado nivel de azúcares añadidos, motivo por el cual dejan de ser aconsejables, por muy fortificados que estén. Sin embargo, también son cada vez más los cereales que han empezado a reducir su contenido en estos tipos de azúcares, a la vez que se continúan fortificando con micronutrientes esenciales.
Aún así, los investigadores recuerdan que los hábitos alimentarios cambian con el paso de los años, y los tipos de desayuno también pueden cambiar. Por dicho motivo, aconsejan continuar investigando al respecto, y tener en cuenta la relación entre el consumo del desayuno y la salud general.