Los secretos del hummus del 'súper': por qué no deberías consumirlo a diario
- El producto envasado no es recomendable para su consumo diario por el bajo porcentaje de la legumbre que contienen.
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- La legumbre, piedra angular de una dieta saludable
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El hummus ha entrado de lleno en todos los hogares españoles en los últimos años. No hay cena de amigos, comida familiar o merienda en la que falte este snack que tiene origen en Oriente Medio. Prueba de su popularidad es que en el año 2017 la RAE incluyó en su diccionario esta palabra que define una "pasta de garbanzos, típica de la cocina árabe, aderezada generalmente con aceite de oliva, zumo de limón, crema de sésamo y ajo".
El ciudadano se ha acostumbrado a comprar hummus directamente envasado en el supermercado. De este modo, se ahorran los dos minutos que le llevaría realizarlo en casa. Este hábito -más relacionado con la pereza que con otra cosa- provoca que un tentempié que podría ser saludable para su consumo diario, solo se recomiende como algo esporádico, según explican casi al unísono Laura Llorente y Eva García, nutricionistas del Centro de Nutrición Aleris, a EL ESPAÑOL.
Así, Llorente apunta como principal motivo de que el producto del supermercado no sea recomendable para su consumo diario el bajo porcentaje de la legumbre que contienen, que no suele superar el 60% del producto. Aunque esta debería ser el elemento principal, en los envases del supermercado no es lo habitual.
En este sentido, la nutricionista señala que "lo ideal sería hacerlo uno mismo en casa, ya que en el casero la mayor parte del producto es el garbanzo".
Además, señala que el hummus envasado "no pueden ser sustituto de un plato de legumbres, porque apenas se utiliza alrededor de un 50% de garbanzos. Mientras que el casero sí, porque tiene mayor cantidad: es más puro".
Cabe destacar, que las legumbres, por su perfil nutricional, tienen el potencial de reducir el riesgo de padecer algunas de las enfermedades más prevalentes en los países desarrollados. Asimismo, contribuyen a aumentar la disponibilidad de nutrientes esenciales a un coste asequible en países más desfavorecidos, según un estudio publicado por la Red de Nutrición Basada en la Evidencia.
Ingredientes
Existen varios envases de hummus a la venta en los supermercados, aunque la mayor parte apenas rondan el 50% de garbanzos, cuando debería ser el elemento principal de la receta. Por ejemplo: la marca Y Griega (comercializada en Carrefour y El Corte Inglés) tiene un 57% de garbanzos; Simply Greek (vendida en Mercadona) otro 57%; y la de pimiento de Casa Morando (comercializada en Aldi) solo tiene un 48% de esta legumbre.
"Deberíamos intentar comprar uno que esté por encima de un 70%. Que mínimo cuando estás comprando algo cuyo ingrediente principal son los garbanzos, aunque lo ideal es el casero que ronda al 100% de esta legumbre", insiste la nutricionista ante la dificultad de encontrar un producto de estas características en el supermercado.
Uno de los elementos comunes a los envases de hummus -más allá del sésamo, el zumo de limón y los aceites-, que puede desconocer el consumidor, son los acidulantes. "Se trata de conservantes, que mantiene la calidad y sirven para potenciar ese sabor ácido que tiene el hummus", explica sobre este elemento.
Por otro lado, destaca que el tipo de aceite que se emplea en estas recetas es "bastante importante". A pesar de ello, leyendo las etiquetas podemos encontrar aceite de girasol, colza y oliva (el que menos).
Algunos como Y Griega y Simply Greek contienen en mayor cantidad aceite de girasol, seguido del de oliva. "Sería mejor que el primero que figurase en la lista fuese el de oliva", ya que esto indicaría que tienen mayor proporción. "Pero que realmente aparezca con una cantidad tan baja es para poder poner el reclamo aceite de oliva en el envase", explica mientras señala la etiqueta que representa una botella de cristal que contiene este líquido que no se disuelve en agua.
Asimismo, señala que el hecho de que se empleen estas cantidades tan bajas de aceite de oliva "no es solo por la publicidad, sino también por ahorrar dinero. Es más caro el de oliva, por eso echan otros". "De todas formas, el aceite de oliva seguramente también sea refinado. Si fuese aceite de oliva virgen extra créeme que lo pondrían", sentencia.
En concreto, si acudimos a leer la lista de ingredientes del hummus de pimiento comercializado en Aldi observamos elementos como el aceite de colza, azúcar o vinagre de alcohol (que es un potenciador de sabor como los mencionados acidulantes). Aquí, a Llorente le sorprende que el azúcar sea el sexto elemento más presente en la receta.
Del mismo modo, impresiona que siendo un hummus de pimiento lleve un 8% de este elemento. "Cuando haces un hummus de pimiento echas mucho más. Además, lleva concentrado de tomate para contrarrestar la poca cantidad de pimiento que tiene y que así tenga este color rojo", explica.
Asimismo lleva sal, Sambal oelek (condimento de pimientos y chile) y almidones modificados que sirven "para darle textura y enmascarar que es un ultraprocesado", añade.
Hummus fresco o en conserva
Existen dos formas de adquirir en el supermercado este producto: en fresco o en lata. "Hay uno que está pasteurizado y el otro esterilizado, son tratamientos de conservación diferentes", señala la nutricionista, que a la vez recomienda en frío.
De hecho, su llegada a los supermercados -gracias a estar envasado- es uno de los elementos que popularizó esta pasta de garbanzos en España. El responsable principal de su llegada a los hogares de nuestro país es George Stavrakakis. Este empresario griego decidió en 2011 que era el momento de hacer hummus en nuestro país -su fábrica Rensika produce algunas de las marcas más conocidas del producto- y distribuirlo a las grandes superficies.
El precio y el hummus perfecto
La nutricionista García sentencia que el hummus envasado es más caro que el casero. Haciendo cuentas, por apenas un euro se puede obtener un hummus casero de mayor calidad y más del doble de cantidad (alrededor de 500 gramos) del envase que venden en los supermercados.
"El mejor hummus es el que hacemos en casa", recalca Llorente. Con garbanzos cocidos, tahini, zumo de limón y cominos. "Da igual que las legumbres sean cocidas por uno mismo o de bote, siempre que se limpie el líquido de conservación", apunta.
Además, hace hincapié en que se puede congelar el hummus, por lo que no debe darnos miedo hacer una gran cantidad: "Luego lo descongelas, lo pasas otra vez por la batidora y listo".
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