El Polo del Frío tiene tres vértices: Teruel, Calamocha y Molina de Aragón. Entre los profundos episodios periódicos de temperaturas mínimas que sufre la región, destaca uno sobre los demás: el 17 de diciembre de 1963 se registraron -30 ºC en el Observatorio de Calamocha-Fuentes Claras, el récord oficial de frío en zonas habitadas de España. El dato inspiró el libro de Vicente Aupí El triángulo del hielo, con prólogo de un icono de la meteorología nacional, José Antonio Maldonado.
Paradójicamente, el 'triángulo de hielo' vuelve a ser noticia en plena ola de calor, la primera del verano 2019. Ya se han batido los primeros récords históricos, y han sido de temperaturas mínimas. Teruel solo había conocido previamente dos 'noches tropicales', que es como se conoce a las temperaturas nocturnas que superan los 20 ºC. En la madrugada del jueves 27, sin embargo, se alcanzaron los 22,9 ºC, un pico entre las noches tórridas que también se vivieron en Calamocha, Cuenca, Segovia y Soria.
La situación contrasta aún más, subraya Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), si tenemos en cuenta que hace dos semanas las noches turolenses batían récords "hacia abajo", es decir, marcaban las mínimas más bajas para un mes de junio desde que existen los registros. Del Campo ha sido el encargado de destacar la paradoja de que ahora el triángulo de hielo sea "el del fuego", no sin apuntar a una tendencia preocupante: un clima en España cada vez más extremo.
Las 'noches tropicales' son peccata minuta en comparación con otro fenómeno, el de las 'noches ecuatoriales'. Estas se dan cuando, al amparo de la oscuridad, la temperatura no baja de los 25 ºC. Andraxt, en Mallorca, alcanzaba esta madrugada los 31,7 ºC, algo que quizás podríamos asociar al clima cálido de Baleares. Pero ha sido la misma temperatura mínima que se ha registrado en Segura (Guipúzcoa), mientras que Cáseda, en Navarra, llegaba a los 32,3 grados antes del amanecer.
Y las noches ecuatoriales, aunque no en estos extremos, se irán reproduciendo a partir del viernes en las zonas más afectadas por el episodio actual de calor: la Meseta Central, los valles del Ebro, Guadiana y Guadalquivir, y como ya mencionábamos, Baleares. Únicamente Galicia y Asturias permanecerán al resguardo de las bajas presiones atlánticas que mantiene a raya las altas temperaturas con aire frío y nubosidad, así como Canarias, Ceuta y Melilla.
El resto estará bajo el influjo de la dorsal anticlónica que asciende desde el sur, un nuevo "monstruo" que domina impulsando aire cálido continental africano, abundantes horas de radiación solar ininterrumpida que contribuyen a aumentar la temperatura, partículas de polvo sahariano en suspensión que son las responsables de la turbidez del ambiente, y como guinda, la entrada de viento del este cargado de humedad que contribuye a la sensación de "bochorno".
Alerta roja en España
Aunque el calor nocturno suponga una perturbación notable del descanso, el riesgo más inmediato se presentará, como es evidente, durante el día. Ya el jueves se activaba la alerta en 12 comunidades. Aragón es la más afectada por la ola de calor, con alerta roja en el valle del Ebro y naranja en el resto por valores entre 41-42 grados que pueden ser superados en el centro de Huesca, en el Bajo Aragón, en las Cinco Villas y en la Ribera del Ebro.
La Comunidad de Madrid ha visto activado el aviso naranja por máximas de 41 ºC en el sur, las Vegas y el oeste, que a partir del viernes pueden serlo en el área metropolitana. Todas las provincias del País Vasco han rozado los 40 ºC para descender en los días siguientes. La Rioja tiene aviso rojo en zonas de la Ribera del Ebro, muy particularmente en la Ribera Baja,y la preocupación en Navarra se concentra en la zona centro y en áreas de la vertiente cantábrica en "riesgo extremo".
En cuanto a Cataluña, solo Tarragona queda exenta de la alerta por temperaturas extremas. En Castilla-La Mancha, las provincias de Ciudad Real, Guadalajara y Toledo ven los termómetros alcanzaron ya el jueves los 40 grados en zonas de La Mancha toledana, Valle del Tajo, la Alcarria y el valle del Guadiana, y a partir del viernes, el riesgo severo se extiende a Albacete y Cuenca. Castilla y León tiene activada la alerta en Burgos por las altas temperaturas en el condado de Treviño, y se extenderá el viernes a todas las provincias con la excepción de León.
Finalmente, la provincia de Jaén arrancó el jueves con alertas por máximas superiores a los 40 grados en áreas de Cazorla y Segura, y algo inferiores en la cuenca del Genil, Guadix y Baza. Extremadura, Cantabria y las Islas Baleares han oscilado entre los 34 grados en el valle del Liébana y los 38 grados de Badajoz. La situación, sin embargo, se irá recrudeciendo de cara al fin de semana: las alertas llegarían hasta la Comunidad Valenciana, y Zaragoza, Córdoba, Jaén y la propia Badajoz pueden esperar llegar a los 44 ºC.