De Barcelona a Tenerife: estas son las ciudades españolas que se 'tragará' el mar en unas décadas
Un nuevo mapa elaborado por la NASA, con proyecciones para el año 2150, muestra que las más afectadas se concentran en el litoral mediterráneo.
16 junio, 2024 00:34"Alguien podrá decir 'temporales violentos los ha habido siempre'. Y tendrá toda la razón del mundo. Pero ahora, con el nivel del mar más alto, los efectos serán cada vez más dañinos", advierte Manuel Vargas, físico del Centro Oceanográfico de Málaga, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC).
Vargas es autor de un estudio que da buena muestra de cómo se ha incrementado el nivel del mar en los últimos 75 años: aumentó a un ritmo anual de 1,6 milímetros desde 1948 hasta 2019. A partir de aquel año, la cifra casi se ha duplicado, con 2,8 milímetros. "Los factores que provocan la subida del nivel del mar se están intensificando", señala el investigador a EL ESPAÑOL.
Así lo revela el mapa actualizado que ha publicado la NASA, en base al Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), y con proyecciones hasta el año 2150. Las consecuencias no serán las mismas en todo el planeta. En algunas islas del Pacífico, sus habitantes ya han tenido que abandonarlas por este motivo, convirtiéndose en los primeros refugiados climáticos.
Es cierto que estos enclaves se encuentran a unos cinco metros sobre el nivel del mar. La altitud media de España es de 660, por lo que no se verá tan afectada como otras regiones. Aunque en las zonas de costa sí que se percibirá este impacto.
Las ciudades más afectadas
El director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center, Francisco J. Doblas-Reyes, lo ejemplifica con la borrasca Gloria: "Si el mar hubiera estado varios centímetros por encima del nivel actual, las olas penetrarían varios metros más hacia el interior de la costa".
Considera que no hará falta esperar 75 años para encontrarse con este escenario: "De aquí a mediados de siglo es muy probable que empecemos a ver daños de este tipo en algunas zonas costeras". Para el periodo que apunta Doblas-Reyes, el nivel del mar puede experimentar una subida de 24 cm en Barcelona, según el citado informe de Naciones Unidas, y en el que él mismo ha participado.
Este incremento se daría en el escenario más optimista, conocido como SSP1-1.9. En el caso de que las emisiones de gases de efecto invernadero se mantuvieran altas, ascendería hasta los 27 cm. Presenta el dato más alto de la Península, coincidiendo con el de Cádiz. Sólo Tenerife y Las Palmas les superarían por una centésima. Estas cuatro ciudades son las que más se verían afectadas por el incremento del nivel del mar.
No obstante, para finales de este siglo todos los puntos de España analizados en el Sexto informe del IPCC aumentarían el nivel del mar por encima del medio metro, de producirse el escenario de emisiones altas (SSP3-7.0). Santander, Valencia o Vigo llegarían incluso a los 70 cm.
Conforme avanzan las décadas, los datos empeoran. En el año 2150, no quedaría ninguna ciudad en la que no se hubiera alcanzado un metro de crecida. En el extremo más bajo, se sitúan Alicante, Algeciras (Cádiz) y Almería, donde apenas se superaría esta medida.
En Tenerife, la subida sería de 1,37 m; casi una décima más que en Cádiz (1,28 m) o en Barcelona (1,27 m). Y es que las zonas más sensibles serán aquellas con tramos de costa baja, como los que se dan en el litoral mediterráneo y el sur peninsular.
Océanos calientes, glaciares derretidos
Esta subida provocará que el mar se adentre más metros hacia el interior. Así, con la llegada de fuertes temporales, las olas penetrarían en zonas que van más allá de la línea de costa. No 'desaparecerían del mapa', pero sí que resultaría más difícil vivir: "Que sean habitables o no dependerá de las condiciones en las que quiera vivir la gente", indica Doblas-Reyes.
"Si a alguien se le inunda un piso que está en primera línea, pues igual no le sienta muy bien", prosigue. "Pero cuando ocurre durante varios años seguidos, y según aumenta el nivel del mar, los daños son más grandes". No descarta incluso que las propiedades en estas zonas ya no se pudieran asegurar.
Además del impacto humano, también tendría consecuencias a nivel ecosistémico: al penetrar cada vez más agua salada hacia el interior, algunos terrenos dejarían de ser practicables. Durante la borrasca Gloria, por ejemplo, los arrozales del Delta del Ebro se vieron "muy afectados".
⚠️ Acabem de sol·licitar la declaració de #Deltebre com a zona catastròfica. Aquestes imatges aèries són només un exemple de la dramàtica situació que estem vivint a hores d’ara al nostre municipi. Deltebre, el Delta i la seva gent ja no poden esperar més! pic.twitter.com/8NxvmpLf68
— Lluís Soler (@lluis_soler) January 22, 2020
El aumento del nivel del mar se produce tanto por la fusión de los hielos continentales como por el calentamiento de las aguas oceánicas (propiciado por el de la atmósfera). Y tal y como inciden los expertos consultados por este periódico, ambos factores se acentúan con las emisiones de gases de efecto invernadero y sus consecuencias ya son una realidad. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en los Pirineos, donde se ha perdido buena parte de sus glaciares.
En el calentamiento de los océanos, la situación tampoco es nada halagüeña. Según este estudio publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences, los océanos se han calentado a un ritmo récord desde 2019. El pasado 3 de marzo, de hecho, se registró un valor nunca antes visto, con 21,2 ºC.
"¿Cómo se puede evitar?"
Como defiende Vargas, los datos son irrefutables. Pero la interpretación que se puede realizar de ellos varía en función de cada persona. Él, por ejemplo, prefiere mostrarse optimista: "Es cierto que la situación no lo es. Pero si transmitimos el mensaje de que no hay solución, caeríamos en la completa inactividad, para qué haríamos sacrificios".
Cree que la sociedad no es consciente de la problemática. "A nadie se le ocurriría votar a un partido que dijera 'a mí el tema del empleo me da exactamente igual'. ¡Diríamos 'están locos'!", exclama. "Pero no nos planteamos castigar a aquellos gobiernos que no lo hacen bien en la lucha contra el cambio climático. Conozco poquísima gente que decida su voto en función de las políticas medioambientales".
Doblas-Reyes, por su parte, es contundente en su respuesta: "No se puede evitar a corto plazo. Nos enfrentamos a un aumento del nivel del mar que va a continuar durante varios centenares de años". Ambos coinciden en que el escenario con el que nos encontramos dependerá de la actividad humana: "Cuanto antes reduzcamos las emisiones de gases de efecto invernadero, antes podremos frenar el aumento del nivel del mar. Si no, tendremos consecuencias muy importantes a largo plazo".