Cuando los ingleses troceaban y quemaban a sus muertos por temor a que se volvieran zombis
Un yacimiento de agricultores en Yorkshire ofrece pistas a los arqueólogos sobre los temores en la Inglaterra de los siglos XI a XIII.
3 abril, 2017 17:54Noticias relacionadas
Wharram Percy era una pequeña localidad cercana a Yorkshire. Entre los siglos XI y XIII estuvo habitada por agricultores, hasta que quedó desierta. Ahora un grupo de arqueólogos han desenterrado -literalmente- las razones por las que el pueblo fue abandonado: el miedo a los aparecidos, en inglés, the revenants.
Simon Mays, de la Universidad de Southampton, y su equipo descubrieron huesos seccionados y quemados postmortem. Estos hábitos no son infrecuentes, dado que a los cadáveres de clases altas se les solía extirpar la cabeza o el corazón para enterrarlos aparte, a modo de homenaje. Sin embargo, esa hipótesis no cuadraba en una zona habitada por clases populares. "La idea de que los huesos de Wharram Percy son restos de cuerpos quemados y desmembrados para evitar que se levantaran de sus tumbas parece encajar mejor con las evidencias", reveló Mays a The Times.
Su estudio acaba de aparecer en el último número del Journal of Archaeological Science: Reports.
La mitología zombi no nació, obviamente, con Hollywood. En las islas británicas, como en otras partes del norte y el oeste de Europa, el temor a los cadáveres que vuelven a la vida empezó a incubarse alrededor del siglo XI, aunque algunos autores han sugerido fechas anteriores. A finales del siglo XII, el monje William de Newburg relata que en la ciudad de Berwick, el cuerpo de un aparecido se paseaba de noche, y que sus visitas sólo cesaron cuando los jóvenes del pueblo desenterraron el cuerpo, lo desmembraron y quemaron los trozos en una hoguera. Esta y otras anécdotas similares son las que han llevado a Mays y su equipo a pensar en los zombis de Wharram Percy.
Curiosamente, ya en época medieval se manejaba la misma teoría sobre el aspecto de estos seres: no eran esqueletos, sino cadáveres en un estado cercano a la putrefacción. "En los textos medievales, el aparecido es un cuerpo con carne más que un esqueleto, dado que es solamente en ese periodo fronterizo entre la muerte y la descomposición de la carne cuando el cuerpo presenta una amenaza", explican los autores en el estudio.
No es la primera vez que algo así ocurre en las islas británicas. En 2011, un yacimiento similar en Irlanda también arrojó el descubrimiento de cadáveres con una gran piedra encajada en la mandíbula.