El Parque Nacional de Doñana se encuentra en una situación crítica. La falta de precipitaciones durante el invierno, sumada a las altas temperaturas de la estación y las extracciones piratas de agua, han mermado el caudal del acuífero. Con la llegada de la primavera, las lluvias que se extendieron por Andalucía en Semana Santa le han permitido recuperar algo de agua y ahora se pueden ver las primeras imágenes de la vegetación en el Parque Nacional. Sin embargo, una de las plantas que pueden verse en ese paisaje es la Arctotheca calendula, comúnmente conocida como Margarita Africana o Hierba del Cabo, una especie invasora originaria del sur de África.
Jorge Monje, técnico de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), publicó la semana pasada unas fotografías en su cuenta de X (antes Twitter) donde se podía ver una comparativa de la situación de uno de los parajes de Doñana. Las imágenes mostraban la diferencia entre septiembre de 2023, con todo el terreno desértico, y este mes de abril con la tierra cubierta por los colores amarillo y verde de la Margarita Africana.
La Arctotheca Calendula es una planta ornamental y está presente en España desde hace un siglo, explica Montse Vilà, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además, se puede propagar muy fácilmente, sus semillas van envueltas en una especie de algodón que se puede transportar por el viento, pegado a vehículos terrestres o incluso en la ropa, añade.
La presencia de la Hierba del Cabo en Doñana no es algo nuevo. En un registro de las plantas del Parque Nacional de 1976 ya aparece nombrada como especie invasora. Aún así, este año parece que comienza a verse un cambio. Monje cuenta que, en la zona de estudio de la reserva donde él trabaja, la floración de esta planta es casi diez veces mayor este año que el pasado. El biólogo expone que este fenómeno puede deberse a una suma de factores. A la Margarita Africana le benefician la sequía y los inviernos no muy fríos, por lo que este año ha tenido el cóctel perfecto para su desarrollo, continúa el biólogo.
El problema en estos casos, detalla Vilà, del CSIC, es que es muy difícil erradicarlas. La eliminación hay que realizarla de forma manual porque no se pueden emplear herbicidas en un paraje como el andaluz. Lo más importante para la investigadora es enfatizar en la prevención y atajar el problema al detectar los primeros ejemplares. “Cuando hay un pequeño foco, hay que erradicarlo porque si no tendrás una epidemia”, asegura.
Aunque ninguno de los dos científicos se arriesga a afirmar que la Margarita Africana suponga un problema, sí que reconocen que donde crece se puede encontrar menos diversidad de otras plantas. Además, no es apta para el consumo de los animales herbívoros que habitan la reserva, por lo que tampoco pueden ir eliminándola. No está extendida por toda la reserva, por lo que pueden cambiar de territorio para alimentarse, pero la proliferación de la Arctotheca Calendula ya supone una disminución de las zonas de pasto.
España no es el único país que sufre la invasión de la Arctotheca Calendula. En el oeste de Australia ha llegado a ser una de las peores malas hierbas de los cultivos y los pastos. En la isla italiana de Cerdeña, invade pastizales naturales, compitiendo con esta flora autóctona y depreciando su valor forrajero. Otros países que también tienen problemas con ella son Estados Unidos, Tasmania, Nueva Zelanda, Japón, Chile y Portugal.
En España la problemática es doble, expone el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La planta se naturaliza en zonas de costa donde la actividad turística supone un problema para poder conservar los escasos núcleos donde aún se mantienen los ecosistemas naturales. Por otro, aparece tanto en zonas degradadas por la acción del ser humano como en zonas naturales de alto valor ecológico, como es el caso del Parque Nacional de Doñana, donde ya se encuentra naturalizada.
La situación de Doñana ahora es mejor que la de hace unos meses, pero sigue siendo bastante insuficiente, lamenta Monje, de la EBD-CSIC. Sus lagunas solo están inundadas a un 2% de su capacidad. “Parece que ha llovido mucho pero el problema es mucho más grave”, se queja el biólogo, que califica estos datos como una “muy mala noticia”.
Vilà sostiene que la reserva necesita mucha atención: “Hay que fijarse en cuál puede ser el siguiente problema”. La profesora de investigación afirma que el cambio es global, no solo influye el climático. También afectan las dimensiones biológicas y su impacto en la biodiversidad. Además de otras variaciones en el uso de suelo o en la calidad del aire.
Lo que parece claro, dice Monje, es que la acción del hombre y otros factores están cambiando el Parque Nacional. Las lagunas ya han comenzado a matorralizarse, la marisma cada vez se inunda menos y cada año hay menos aves. “Igual Doñana deja de ser el paraíso de las aves que fue”.