Con el acuífero al borde del colapso y un futuro comprometido por las extracciones piratas, "Doñana está en su peor momento". Esta es la afirmación que arranca la investigación publicada hoy, 14 de marzo, por WWF para denunciar que hasta 1.360 hectáreas de cultivos ilegales están siendo regadas en esta zona de reconocido valor ambiental fuera de los límites establecidos por el Plan de la Fresa, aprobado por la Junta de Andalucía hace 10 años y cuyos posibles planes de modificación tienen en alerta a los grupos ecologistas.
El estudio se basa en imágenes satelitales, ortofotografías aéreas y comprobaciones sobre el terreno. Los hallazgos revelan que empresarios agrícolas estarían haciendo un uso ilegal del suelo y el agua. Se ha detectado que más del 80% de estos cultivos ilegales corresponden a fresas y frutos rojos, repartidos con más de 880 hectáreas en la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, y más de 480 hectáreas en la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras, cuya competencia en materia de agua corresponde al Gobierno de Juanma Moreno.
En la región, los cultivos bajo plástico —que incluyen frutas como fresones y fresas, arándanos, frambuesas y moras—, se han expandido en las últimas décadas hasta el punto de constituir una importante fuente económica. Sin embargo, los últimos estudios al respecto dan cuenta de que este crecimiento también ha tenido graves efectos ambientales, afectando a la calidad y cantidad del agua disponible para los humedales de Doñana y dificultando la conexión con otras zonas ecológicas valiosas.
El regadío 'pirata' no cesa
Ante esta problemática, la Junta de Andalucía implementó en 2004 su Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana (POTAD), con medidas específicas para regular los regadíos en la zona y prohibir la introducción de nuevos cultivos intensivos en regadío. Además, desde 2014, el Plan Especial de la Fresa delimita los conocidos como "suelos agrícolas regables" (SAR), a través de criterios para su clasificación.
Este plan ha sido objeto de modificaciones y actualizaciones, con tres versiones diferentes identificadas por WWF España (SAR14, SAR18 y SAR21). Tanto el POTAD como el Plan Especial de la Fresa clasifican los suelos en categorías A, B y C, con especial protección para los suelos de zona A, donde se prohíben los cambios de uso del suelo. Estas acciones representan esfuerzos para abordar los desafíos ambientales derivados de la agricultura intensiva en la región de Doñana.
El grupo ecologista asegura en su informe que, desde la aprobación del Plan de la Fresa hace ya una década, la actividad de los regadíos al margen de la ley no ha cesado. De hecho, se ha identificado que casi 300 hectáreas corresponden a fincas regadas ilegalmente en zonas forestales de alto valor ambiental. El informe denuncia que la sobreexplotación del acuífero de Doñana entraña un grave riesgo para la biodiversidad de la zona y daños económicos al sector agrícola.
El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, señala que" es intolerable que millones de kilos de fresas y otros frutos rojos regados con agua robada del acuífero se encuentren en supermercados nacionales y extranjeros" ante los ojos de las administraciones. "No se puede seguir invirtiendo más de 350 millones de euros de dinero público en el Acuerdo por Doñana mientras se cultivan más de 1300 hectáreas transformadas ilegalmente en regadíos que se están enriqueciendo con absoluta impunidad”, concluye.
WWF ha denunciado ante la Junta de Andalucía, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Seprona estos datos. También ha exigido medidas contundentes, entre ellas la retirada de los cultivos irregulares y la clausura inmediata todas las captaciones no autorizadas. En este momento, mientras el Doñana toca las puertas del colapso ecológico por la sequía, la organización prepara la documentación correspondiente para denunciar ante la Fiscalía de Medio Ambiente los posibles delitos ambientales hallados en el estudio.
La organización ha manifestado su preocupación ante los planes anunciados por la Junta de Andalucía para modificar el Plan de la Fresa, ya que temen que esto agrave aún más la situación. WWF insta de manera urgente a la aplicación del mismo en su redacción actual, tal y como está acordado para el cumplimiento de la sentencia de la Comisión Europea y recomendado por la Unesco. También pide al Ministerio para la Transición Ecológica que intensifique sus esfuerzos para clausurar todos los pozos ilegales e implementar un plan de extracciones para todo el acuífero de Doñana.