Peñafiel es la auténtica capital del Este de la provincia de Valladolid. Se ubica a 56 kilómetros de Valladolid, a unos 40 minutos en coche, en pleno Valle del Duero. Este río pasa a unos metros hacia el Norte, donde el Duratón corta por la mitad del núcleo urbano, para después unirse al Duero. En lo alto de la localidad reina su majestuoso castillo, que pasa por ser el Museo Provincial del Vino. Una auténtica joya.
En la actualidad, este mágico municipio pucelano cuenta, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con 5.104 habitantes. Conocido por su encanto histórico y patrimonial, el lugar brilla también por sus caldos de la Ribera del Duero y, como no podía ser de otra manera, por su excelente gastronomía.
National Geograpic colocaba, en uno de sus ránkings, a Peñafiel como el pueblo de España en el que mejor se come de todo el país. Ahí es nada. En esta clasificación de un total de 18 municipios, se colaban otros tres de Castilla y León, que reina en toda España y en el mundo entero por el arte del buen comer.
Da cuenta de este reconocimiento el Restaurante Asador Molino de Palacios en el municipio vallisoletano. Un establecimiento hostelero que cuenta con 28 años de historia y que está gestionado por dos hermanas: Noemí y Emilia Bocos Arévalo. Peñafielenses de toda la vida y que cuentan a EL ESPAÑOL de Castilla y León cuáles son los secretos de su éxito.
Un molino reconvertido en restaurante-asador
“Fue a nuestros padres a los que se les ocurrió comprar un molino de agua harinero en los años 90 para adaptarlo a restaurante-asador. Se hizo conservando la estructura ya que se trata de un edificio histórico que está declarado Bien de Interés Cultural por Patrimonio y data del siglo XVI”, explican las hermanas.
Emilia tiene 53 años y está al frente del negocio desde que abrió allá por enero del año 1996. Noemí Bocos Arévalo ayuda a su hermana en todo desde que hace 28 años echara a andar el Restaurante Asador Molino de Palacios que se sitúa en la Avenida de la Constitución número 16 del pueblo.
“Podemos decir que nosotras pertenecemos a la tercera generación. Nuestros abuelos tuvieron una casa de comidas en los años 60 que se llamaba ‘El Refugio’. Nuestros padres también montaron un restaurante en los 70, que llevaba por nombre ‘Torrehalcón’, mientras que en los 80 también crearon ‘Asados Don José’, ya con horno de leña, típico en Peñafiel”, explica Noemí.
Fue el 1 de diciembre de 1995 cuando comienza la aventura del Asador Molino de Palacios. “Al fallecer nuestro padre, al mes de abrir, me quedé yo al frente del negocio, con sólo 25 años, porque nuestra madre era la dueña de Asados Don José”, añade Emilia.
El mejor lechazo asado al horno de leña de la provincia de Valladolid
Se trata de un restaurante en un enclave privilegiado, sobre el río Duratón, rodeado tanto de naturaleza como de historia y en el que el ambiente resulta familiar y cercano. Es ideal para familias, parejas, empresas y distintas celebraciones. Tiene una capacidad para 160 personas y se mantiene la maquinaria del molino del siglo XVI. Desde el interior del establecimiento hostelero se puede ver, perfectamente, el discurrir del agua.
“Nuestra cocina es tradicional y castellana. La especialidad es el lechazo asado en horno de leña. Completamos la oferta con productos de temporada como son las alcachofas, los espárragos, los guisos con rabo, las carrilleras, el arroz con caza menor y los postres caseros”, explican las hermanas hablando de la oferta gastronómica del lugar.
Lo que más pide el comensal, que llega desde diversos puntos de España para disfrutar de todo el encanto gastronómico con el que cuenta Peñafiel, con decenas de establecimientos hosteleros con su excelente oferta, no puede ser otro plato que ese lechazo asado que quita el sentido y que está para chuparse los dedos.
El encanto gastronómico de Peñafiel
“Peñafiel es el mejor sitio del país para comer. Tenemos una oferta muy ampla que se completa con nuestras visitas a las bodegas de la Ribera del Duero y con recursos turísticos como el castillo, que hacen que el cliente tenga el día muy completo”, añade Noemí.
Por su parte, Emilia confiesa que el objetivo que se marcan pasa por “mantener el legado” que sus padres les han dejado y conseguir “superarse día a día” para que los comensales disfruten de los mejores sabores en plena cuna de la Ribera del Duero.
También quieren ensalzar y hacer mención al “equipo humano” que las rodea y que llevan con ellas desde que empezaron. A Belén Pascual, Almudena Vegas, Mariana Ivanova y Lorena Cerón.
El Restaurante Asador Molino de Palacios quiere continuar deleitando a todos los paladares de España y del mundo.
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