Día histórico para el fútbol femenino en Valladolid: primer partido en Zorrilla y caos de organización

Hay días que quedan siempre marcados para la historia del deporte. Este 12 de marzo ya lo es para el Real Valladolid y para el Estadio José Zorrilla. Quizás la victoria del Real Valladolid Simancas por 3-0 contra el Olímpico de León B de la Liga Gonalpi sea lo de menos, lo que quedará en los anales serán esas 11.000 personas que se han dado cita en el coliseo blanquivioleta. Quizás un antes y un después en la historia del fútbol vallisoletano. Y es que por primera vez el estadio del barrio Parquesol, testigo de hazañas y de fracasos, ha vivido su primer partido oficial de fútbol femenino en más de 40 años de historia.

El duelo trascendió lo deportivo, por la repercusión social alcanzada y la fuerza para visibilizar. Es cierto que estas 11.000 personas no han pagado entrada (se ha hecho por invitación), pero es el primer paso para hacerse hueco en el deporte vallisoletano. Aunque es cierto que todavía hay mucho que mejorar, incluso para el club, ya que han sido muchos los aficionados que han protestado por los problemas de acceso que han tenido. Ante esto, el club se vio obligado a abrir las puertas para dejar pasar a los aficionados que permanecían fuera, lo que ha ocurrido es que ante la tardanza  otros decidieron irse. El Real Valladolid ha demostrado que todavía le queda mucho camino por recorrer en este tipo de eventos, ya que la previsión era de solo abrir dos puertas.

Han sido muchos los aficionados blanquivioletas que han criticado la actitud del club, no en vano, se perdieron el primer tanto anotado en el minuto cuatro porque todavía había problemas de entrada.

María, Núñez y Sandra fueron las goleadoras que culminaron una gran actuación coral de todo el grupo. Aunque ahora habrá que saberse este once que quedará para la historia: Lara; Silvia ,Mariela, Kela, Bego; Marta, Sandra; Paula, Aitana, María y Moni. También jugaron Martina, Leyre, Vero, Núñez y Ana. Y sin olvidar de la árbitra de Matapozuelos, Esther Marín Alonso, auxiliada en las bandas por Paula Sardón Alonso y Sara Recio Jiménez.