Este año, la 68ª edición de Eurovisión está en el ojo del huracán por la participación de Israel. Si ya la primera semifinal tuvo controversia por contar con artistas que denunciaron una presunta “censura” por parte de la UER, la segunda gala era clave, dado era la que en la que Eden Golan y la delegación hebrea se presentaban ante el público y buscaban su hueco en la final. Un momento que no estuvo exento de abucheos y pitidos por parte de asistentes críticos con la actitud del país mediterráneo en la guerra contra Hamás.
De hecho, al inicio de la actuación de Golan y su tema, la potente balada Hurricane, pudieron escucharse pitidos por parte de la audiencia. A pesar de ello, la artista pudo cantar sin problemas su canción y el número pasó sin incidentes graves, más allá de los esperados pitidos y abucheos. Uno de los comentarios que surgió en redes sociales fue cómo, a pesar del boicot, la representante israelí no perdió en ningún momento la compostura y mostró una admirable profesionalidad.
La propia cadena pública hebrea, KAN, ha publicado un video en redes sociales en el que se muestra cómo Eden Golan se preparó mentalmente para un momento de lo más incómodo. En el fragmento compartido en sus redes sociales, puede verse cómo la artista se prepara cara a cara a los abucheos. Su equipo hace de público que vocifera contra ella, mientras ésta se mantiene impertérrita y se limita a defender su canción.
Un ejercicio mental que muestra cómo Eden Golan se había preparado para enfrentarse frontalmente a la polémica. La artista era consciente que su presencia no iba a ser de agrado de parte del público. De ahí, que fuese importante que el número se hiciera sin fallos y rápido.
"Estoy aquí haciendo lo que más amo"
La candidata de Israel al Festival de la Canción de Eurovisión respondió de forma tajante a las críticas contra la participación de su país en el certamen musical. "Estoy aquí, estoy haciendo lo que más amo. Estoy concentrada en la música, en la buena energía y hay mucha gente apoyándome", indicó. Eso no impidió que hubiese otros candidatos que mostraron visualmente estar en contra de su presencia.
En esta línea, la artista de 20 años quiso subrayar que todo este apoyo le hace sentir que "es un honor" representar a Israel en Eurovisión. "Ahora estoy concentrada en hacer lo mejor posible mi trabajo y dar la mejor interpretación", subrayó en la rueda de prensa posterior a la segunda semifinal.